Cada 17 de Mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje (y también el Día de Internet) con el objetivo de concienciar a la sociedad de la importancia de llevar a cabo un correcto tratamiento de sus desechos según sus características y cualidades, para así cuidar del Medio Ambiente. En este artículo, explicamos en qué consiste el reciclaje, qué tipos hay, cuáles son sus beneficios y cómo se recicla.
El Día Mundial del Reciclaje fue establecido por la UNESCO en 2005, para concienciar sobre la importancia de reducir el consumo de recursos, además de reutilizarlos y reciclarlos; aunque ya se celebraba años atrás en Texas (EE.UU.).
Cada año, la popularidad de esta fecha ha ido tomando fuerza, haciendo que sean más los países que se suman a divulgar información sobre el reciclaje de los diferentes tipos de residuos. En todo el mundo, diversas organizaciones relacionadas con el tema, organizan eventos, campañas gráficas, escritas, urbanas, televisadas, etc… además de conciertos y diferentes tipos de actividades en muchos ámbitos, con el único propósito de incentivar el reciclaje.
Qué es el reciclaje
Se denomina reciclaje al proceso por el cual un producto que ya fue utilizado y que estaba destinado a ser desechado, es transformado en un nuevo producto o en materia prima para su posterior utilización, volviendo a formar parte del ciclo de vida.
El símbolo de reciclaje fue creado por Gary Anderson, un estudiante de último curso de la Universidad de California del Sur que fue ganador de un concurso de diseño organizado por la Container Corporation of America como parte del primer Día de la Tierra en 1970. Para ello, Gary creó un logo basado en el símbolo de Möbius en forma de triángulo, donde cada una de sus tres flechas representa uno de los pasos del proceso de reciclaje: recogida de materiales para reciclar, el proceso mismo del reciclaje y la compra de estos productos reciclados, de manera que el sistema continúa una y otra vez. Cuando las flechas aparecen solas, significa que el producto o envase está hecho con materiales que pueden ser reciclables, pero si van dentro de un círculo, quiere decir que parte de los materiales han sido reciclados.
Por su parte, el símbolo del Punto Verde fue creado en 1991 por la empresa alemana Duales System Deutschland AG. y fue adoptado por los países de la Unión Europea (UE) en 1994, como la marca para dar visibilidad a la Directiva Europea de Envases y Residuos de Envases. Si un envase lleva este símbolo significa que la empresa que lo ha puesto en el mercado cumple con la normativa de Envases y Residuos de envases, lo que garantiza que se reciclará, normalmente mediante el Sistema Integrado de gestión de Residuos de Envases (SIG).
Tipos de reciclaje
No todos los materiales se reciclan de la misma forma ni se convierten en los mismos objetos. Por ello, es importante conocer los tipos de reciclaje que existen actualmente, teniendo en cuenta el material del que están compuestos los productos. Así pues, los diferentes tipos de reciclaje vienen determinados por los tipos de contenedores en los que se depositan los desechos de forma específica para ser tratados y reciclados:
- Contenedor azul: Papel y cartón. Se deben depositar envases de cartón (cajas, bandejas, etc.) así como periódicos, revistas, libros, papel de envolver, propaganda, etc. Pero no papel higiénico, toallitas, pañales, servilletas con restos de comida o pegamentos.
- Contenedor amarillo: Envases. Se deben depositar todo tipo de envases ligeros, de plástico o de aluminio (botellas, bolsas, latas, tarrinas, bandejas, conservas), pero no aquellos envoltorios de snacks, aí como tampoco aerosoles.
- Contenedor verde claro: Vidrio. Se depositan aquí todos los envases de vidrio, pero no los de cristal, y tampoco se debe depositar aquí bombillas, frascos de medicamentos, gafas, jarrones, tazas, loza, lunas de automóviles, porcelana o cerámica, tapones, chapas o tapas de los propios tarros o botellas de vidrio, tubos y fluorescentes.
- Contenedor verde oscuro/gris/marrón: orgánico o resto de residuos. Se depositan los residuos que no tienen cabida en los grupos anteriores, fundamentalmente desechos orgánicos.
- Contenedor rojo o punto limpio: desechos peligrosos como teléfonos móviles, insecticidas, baterías, fluorescentes, aceite de vehículos, jeringas, aerosoles…
- Contenedor naranja: aceite de cocina usado.
- Contenedor para pilas.
- Contenedor para ropa.
- Contenedor para medicamentos en farmacias: se depositan aquellos medicamentos caducados o que ya no se utilizan, incluyendo sus envases.
Etapas del reciclaje
La cadena o proceso de reciclaje consta de varias etapas:
- Deposición y separación de los residuos: las empresas y los usuarios deben separar previamente los residuos antes de depositarlos en sus respectivos contenedores.
- Recuperación o recogida: puede ser realizada por empresas públicas o privadas. Consiste únicamente en la recolección y transporte de los residuos desde los contenedores antes explicados hasta el siguiente punto de la cadena.
- Plantas de transferencia: se trata de un eslabón que no siempre se usa. Aquí se mezclan los residuos para realizar transportes mayores a menor costo (usando contenedores más grandes o compactadores más potentes).
- Plantas de clasificación o separación: donde se clasifican los residuos y se separan los valorizables, es decir residuos que sí pueden reciclarse de los que no. La fracción que no puede reciclarse se lleva a aprovechamiento energético o a vertederos.
- Reciclador final o planta de valoración: donde finalmente los residuos se reciclan (papeleras, plastiqueros, etc.), se almacenan (vertederos) o se usan para producción de energía (cementeras, biogás, etc.).
Beneficios del reciclaje
Sin duda, los beneficios de reciclar nuestros residuos son enormes, en comparación con la acción tan sencilla y cotidiana que supone:
– Reducción del volumen de residuos.
– Alargamiento de la vida útil de los productos.
– Preservación de los recursos naturales, pues la materia reciclada se reutiliza.
– Ahorro de energía y reducción de la dependencia del petróleo, ya que normalmente se necesita menos energía para fabricar un producto de material reciclado que de material virgen.
– Reducción de la contaminación del aire, suelo y agua.
– Disminución de emisiones de gases de efecto invernadero de la incineración, sobre todo de productos plásticos.
– Reducción de costes asociados a la producción de nuevos bienes, ya que, muchas veces, el empleo de material reciclado supone un coste menor que el material virgen.
– Generación de empleos relacionados con el reciclaje y todo su proceso.
Esta acción tan simple es la mejor manera de luchar contra el cambio climático y sus efectos negativos sobre el planeta.
Qué cosas se pueden reciclar
Debemos saber qué se puede reciclar y qué no para separar correctamente los residuos en sus contenedores. Aquí te detallamos los materiales reciclables más comunes de nuestro día a día:
- Plástico: envases, botellas, botes o recipientes, tapas y tapones, bolsas, etc.
- Briks: briks de bebidas como leche o zumo.
- Aluminio o latas: ya sean de refresco o de conservas.
- Papel y cartón: revistas, periódicos, cajas, papel de envolver, cuadernos, libros viejos, etc.
- Vidrio: botellas, frascos, tarros, etc.
- Aceite usado de cocina y aceite de vehículos (se depositan en contenedores distintos).
- Baterías: pilas de distinto tipo y baterías.
- Ropa y productos textiles
- Otros productos como electrodomésticos, aparatos electrónicos, bombillas, fluorescentes, muebles, los cuales deben ser dejados en puntos limpios.
Asimismo, también es posible realizar un salvamento de componentes de ciertos productos complejos, ya sea por su valor intrínseco o por su naturaleza peligrosa.
Consejos para reciclar
Reciclar es una actividad que puede resultar hasta divertida si se tienen niños en casa, siendo un hábito muy saludable para el planeta.
Antes de nada, cabe recordar, que reciclar es el último punto (antes de desechar algo), por lo que siempre es mejor reducir la cantidad de residuos que generamos empezando por reducir nuestro consumo y reutilizando todo lo que podamos las cosas. Tú mismo puedes reciclar si descompones un producto y lo transformas en otro, por ejemplo, si construyes un sistema de riego con botellas de plástico.
Para reciclar en casa o en cualquier lugar, debemos separar los residuos según su tipo y al contenedor que están destinados a ir. Para ello, puedes utilizar distintas papeleras o recipientes para cada tipo de residuo, o también puedes tener una gran papelera dividida, de modo que es más cómodo y ahorra espacio. Recuerda limpiar los residuos y aplastarlos un poco antes de depositarlos.
Cuando tengas tu papelera llena, solo debes vaciar su contenido en el contenedor adecuado para él de la calle que tengas más cercano.
Por otra parte, como son muchas las personas que dudan cuando se proponen reciclar sus residuos, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y Urbaser han creado una guía digital llamada Reciclopedia, la cual es un buscador Web multiplataforma que nace con la vocación de ser el mayor inventario de residuos en Internet para ayudar a separar y reciclar. Su funcionamiento, inspirado en el buscador Google, es muy sencillo: simplemente se introduce el nombre del residuo y ya se muestra cómo debe separarse para su correcto reciclaje. Pero si eres más de dispositivos móviles, la app AIRE de Ecoembes está disponible para ayudarte en esta tarea con su simpático asistente virtual, al cual le podrás preguntar directamente donde depositar cada cosa. Además, AIRE está integrado en Alexa y también se puede usar en web.
Finalmente, indicar que colaborar en el reciclaje es una muestra de responsabilidad con el cuidado del ambiente, los recursos naturales, y con el bienestar y calidad de vida de las generaciones actuales y futuras.