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33 años después del accidente de Chernóbil: así es la biodiversidad de fauna del lugar

11/09/2024
Chernobil portada

Una treintena de investigadores de Ucrania, Francia, Bélgica, Noruega, España, Irlanda y Reino Unido, analizaron la biodiversidad de fauna de la zona del accidente de Chernóbil, donde descubrieron un interesante resurgimiento de vida tan solo 33 años después.

El 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) sufrió una explosión durante unas pruebas técnicas. A consecuencia del accidente, se emitieron unas 400 veces más de radiación que la liberada por la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima (Japón) en 1945. Este es, hasta la fecha, el mayor accidente nuclear de la historia.

Las labores de descontaminación se iniciaron de inmediato. Alrededor de la central nuclear se creó una zona de exclusión de la que se evacuaron unas 350.000 personas. El accidente tuvo un gran impacto sobre la población humana y también sobre la naturaleza. Una de las zonas más afectadas fue el pinar ahora conocido como “bosque rojo”. Esta zona recibió las mayores dosis de radiación, por lo que los pinos murieron al instante y todas las hojas se volvieron rojas. Pocos animales sobrevivieron a las dosis radioactivas más altas.

Por ello, después del accidente se asumió que la zona de exclusión se convertiría en un desierto para la vida. Dado el largo tiempo de descomposición de algunos compuestos radioactivos, se supuso que el área iba a quedar inhabitada durante siglos. Sin embargo, 33 años después del accidente, en Chernóbil viven osos, bisontes, lobos, linces, caballos de Przewalski, y unas 200 especies de aves, entre otros animales, tal y como demuestran los trabajos realizados por los investigadores. Además, confirmaron la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y plantas, así como todos los grupos estudiados mantienen poblaciones abundantes y perfectamente funcionales en el área.

Asimismo, contra los pronósticos iniciales, la Reserva Radiológica de la Biosfera declarada en 2016 en la parte ucraniana de la zona de exclusión, sirve ahora de refugio a numerosas especies amenazadas a escala europea o nacional, como el oso pardo, el bisonte europeo, el caballo de Przewaslki, la cigüeña negra y el águila pomerana.

Fotos obtenidas mediante cámaras de fototrampeo situadas por toda la zona de exclusión, revelaron la presencia de fauna abundante en todos los niveles de radiación. Estas cámaras detectaron la presencia por primera vez de osos pardos y bisontes europeos en la zona ucraniana, así como la expansión de las poblaciones de lobos y caballos de Przewalski.

En cuanto a los anfibios, también detectaron abundantes poblaciones de todas las especies, incluso en las áreas de mayor contaminación radioactiva. Aquí se halló algún indicio de respuestas adaptativas frente a la radiación, como cambios en la coloración de las ranas, siendo más oscuras en la zona de exclusión, lo que podría protegerlas de la radiación.

fauna Chernobil

Por otra parte, la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre la fauna de Chernóbil puede deberse a varios factores. Por un lado, los organismos vivos podrían ser mucho más resistentes a la radiación de lo que se preveía. Otra alternativa, es que las especies podrían estar empezando a mostrar respuestas adaptativas que les permitieran vivir en zonas contaminadas sin sufrir efectos negativos. Además, la ausencia de humanos en la zona podría estar favoreciendo a muchas especies, en especial a los grandes mamíferos.

No obstante, sí se han detectado algunos efectos negativos de la radiación a nivel individual. Por ejemplo, algunos insectos parecen vivir menos y estar más afectados por parásitos en zonas de radiación alta. Y algunas aves también presentan daños en su sistema inmune, aumento de albinismo y alteraciones genéticas. Sin embargo, estas alteraciones no parecen afectar al mantenimiento de las poblaciones.

zona de exclusion de Chernobil

En 33 años Chernóbil ha pasado de considerarse un desierto para la vida a ser una zona de interés para la conservación de la fauna, lo cual lleva a reflexionar sobre el impacto de la presencia humana sobre los ecosistemas naturales. Además, Chernóbil también se ha convertido en un excelente laboratorio natural para el estudio de la evolución en ambientes extremos.

Fuente: The Conversation

33 años después del accidente de Chernóbil: así es la biodiversidad de fauna del lugar
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33 años después del accidente de Chernóbil: así es la biodiversidad de fauna del lugar
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Una treintena de investigadores de Ucrania, Francia, Bélgica, Noruega, España, Irlanda y Reino Unido, analizaron la biodiversidad de fauna de la zona del accidente de Chernóbil, donde descubrieron un interesante resurgimiento de vida tan solo 33 años después.
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