Según la ONU, millones de personas siguen sin tener acceso al agua potable, cantidad que representará un 14% de la población mundial para el año 2025. Un equipo de científicos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) ha planteado una solución a este creciente problema, desarrollando una membrana de óxido de grafeno que permite convertir el agua de mar en agua potable.
Cabe indicar, que desde su descubrimiento y aislamiento hace 13 años, el grafeno tiene muchas aplicaciones, como material de fabricación de distintos componentes y dispositivos, envases y ahora como filtro para convertir agua de mar en agua potable.
Este tamiz de grafeno desarrollado por el Instituto Nacional del Grafeno, es capaz de filtrar todas las sales del agua de mar, por muy pequeñas que sean, ya que sus poros son realmente pequeños y se pueden controlar con precisión hasta la escala atómica. Esto era un problema hasta la fecha a la hora de filtrar sales, ya que las membranas se solían hinchar al ser sumergidas en agua, lo cual hacía que las sales de menor tamaño continuaran en el agua filtrada.
«La realización de membranas escalables con tamaño de poro uniforme a escala atómica es un importante paso adelante y abrirá nuevas posibilidades para mejorar la eficiencia de la tecnología de desalinización», explica Rahul Nair, coautor del trabajo.
Además, Nair y sus colegas demostraron que si ponen una capa delgada de resina epoxi (sustancia que se usa en revestimientos y pegamentos) a cada lado de la membrana de grafeno, evitaban que ésta se expandiera por contacto con el agua.
Otro de los problemas al que tuvieron que hacer frente los investigadores fue hacer el filtro de grafeno para convertir agua salada en potable a escala industrial, dado que el grafeno es costoso de conseguir. Para ello, escogieron el óxido de grafeno, ya que éste puede producirse en el laboratorio por una oxidación simple.
«Podemos crearlo como una tinta o una solución sobre un sustrato o material poroso y luego usarlo como una membrana». En cuanto a producirlo en cantidad y en cuanto al costo del material, el óxido de grafeno tiene una ventaja potencial respecto al grafeno de una capa».
A medida que el cambio climático reduce el abastecimiento de agua dulce, las desalinizadoras se han convertido en un imperativo. Por eso, los científicos esperan crear más membranas de óxido de grafeno para ponerlas a disposición de los países que carecen de infraestructuras para tener una planta de desalinización a gran escala, siendo así una forma más accesible de convertir agua de mar en agua potable.