Las alpacas son unos adorables animales domésticos de la familia de los camélidos, siendo parientes de las llamas. Además, las alpacas son uno de los pocos animales que pueden producir anticuerpos de un solo dominio de forma natural. Por ello, justo después de ver cómo la inmunoterapia ofrece soluciones para el tratamiento del cáncer, una investigación liderada por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y por la “Vrije Universiteit Brussel” (VUB) de Bélgica, ha identificado dos anticuerpos de alpaca, denominados nano anticuerpos por su tamaño más pequeño, que son capaces de bloquear el factor de crecimiento EGF de las células tumorales.
El EGF (Epidermal Growth Factor) es una proteína abundante en las células tumorales que las ayuda a crecer, siendo un factor de crecimiento. Para la medicina, se trata de una diana del cáncer para la que no se dispone de inhibidores. Pero en este nuevo trabajo, publicado en la revista científica “Angewandte Chemie”, los investigadores han descubierto esos anticuerpos de alpaca que sí son efectivos contra el EGF.
«A pesar de los avances en las terapias contra el receptor de EGF (EGFR) en pacientes, la eficacia de estos tratamientos se resiente a largo plazo por la aparición de resistencias», explican Monica Varese y Salvador Guardiola, co-autores del trabajo e investigadores postdoctorales en el IRB Barcelona. «Aprovechando una herramienta biotecnológica emergente, los nanoanticuerpos, hemos conseguido los primeros fármacos inhibidores de alta afinidad para EGF», afirman.
El IRB Barcelona produjo la proteína EGF y sus colaboradores belgas la administraron a alpacas. Ante este antígeno extraño, el sistema inmune del animal generó una serie de nano anticuerpos de alpaca, donde se identificó una familia como potenciales bloqueadores de EGF. El equipo del IRB Barcelona, especialista en reconocimiento molecular entre proteínas, comprobó que algunos de los ligandos tienen mucha afinidad y selectividad hacia EGF y, con diversas técnicas biofísicas, caracterizaron las interacciones en células in vitro y en células humanas de cáncer.
«Al inyectar EGF a la alpaca, le hemos pedido a la madre naturaleza que encuentre alguna molécula capaz de unirse de manera muy fuerte y muy selectiva a EGF, y ha encontrado dos soluciones muy diferentes pero igualmente efectivas para un antígeno pequeño y difícil como este», dice Ernest Giralt, jefe del Laboratorio de Péptidos y Proteínas del IRB Barcelona y catedrático de la Universidad de Barcelona.
Así, estos nuevos fármacos podrían ser útiles para los pacientes que desarrollan resistencia a los inhibidores de EGFR que actualmente están en el mercado. El primer paso para hacerlos factibles, es evaluar el efecto farmacológico de estos nano anticuerpos de alpaca en modelos celulares y animales de cáncer.
Fuentes: IRB Barcelona y La Razón