El bienestar de la población urbana, tanto desde el punto de vista fisiológico como sociológico y económico, está íntimamente relacionado a los espacios naturales próximos a su entorno. Por ello, el nacimiento y proliferación de los bosques urbanos en ciudades de todo el mundo, se está convirtiendo en una de las herramientas claves del urbanismo contemporáneo. Esto ha sentado las bases para distintas y numerosas iniciativas de crear bosques urbanos por parte de ONGs y empresas, bajo el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU y su Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible, tal y como es el caso de la creación y custodia de un bosque urbano en Mijas (Málaga) por parte de la compañía de cosmética ecológica Ashes To Life, cuyo emplazamiento dio lugar a la marca después de los incendios forestales de 2012, y de Exploramás, una organización responsable que lleva más de 20 años desarrollando experiencias con propósito y ayudando a las empresas e instituciones a mejorar entornos sociales y ambientales a lo largo del territorio español.
En agosto del 2012, uno de los incendios más devastadores que se recuerdan en la zona de Málaga, se extendió por seis municipios de La Costa del Sol –Alhaurín el Grande, Coín, Ojén, Monda, Marbella y Mijas-, afectando a una superficie de más de 8.225 hectáreas (según las estimaciones del INFOCA, 7.175 fueron de terreno forestal y el resto suelo urbano y agrícola). Pero las consecuencias de este incendio fueron más allá. En lo relativo a daños personales, se produjo un fallecido, al menos cinco heridos graves y más de 6.500 personas fueron evacuadas de la zona durante los trabajos de extinción. A su vez, el fuego afectó a más de dos centenares de viviendas y se estimaron unas pérdidas a causa del incendio de más de 3,3 millones de euros. La visión de este drástico incendio forestal y sus consecuencias, fueron las que dieron origen a Ashes To Life.
Por otro lado, los bosques urbanos se basan en la plantación de especies de árboles autóctonas, conociendo los parámetros actuales de biodiversidad urbana y seleccionando aquellas que enriquecen el patrimonio arbóreo de la ciudad. Implican la mínima intervención arquitectónica y no son espacios aislados sino accesibles y abiertos al mundo, presentando zonas recreativas para facilitar esos vínculos y conexiones emocionales con los habitantes de la ciudad.
Los bosques urbanos contribuyen de manera sustancial a una vida más saludable. Más allá de la creación de microclimas dentro de las propias urbes, conllevan numerosos beneficios para sus habitantes. Tan solo un árbol absorbe hasta 150 kg de CO₂, reduciendo la contaminación del aire y los efectos del cambio climático como la isla de calor. Además, las arboledas funcionan como pantallas protectoras del ruido, favorecen el régimen de lluvias y mejoran la salud física y mental de las personas, disminuyendo la tensión arterial y el estrés.
Así pues, Exploramás ofreció al ayuntamiento de Mijas su ayuda, a fin de ofrecer soluciones que permitiesen recuperar esa zona afectada por el fuego. Después, Ashes to Life se unió al proyecto. Asimismo, la creación de este bosque urbano en Mijas, contó con la guía y coordinación de técnicos ambientales para la planificación, rodalización, valoración de la calidad de la planta de la semilla y preparación del suelo, entre otros aspectos claves.
El trabajo de reforestación y custodia de esta superficie supone la realización de algunas tareas, entre las que destacan:
- Plantación de especies autóctonas.
- Reposición de los árboles en el caso de que sufran alguna enfermedad.
- Poda y eliminación de restos de poda.
- Fertilización del suelo.
- Tratamiento ecológico de plagas.
- Labores de riego e instalación de un sistema que permite la optimización de los recursos hídricos.
Con una superficie de 15.768 metros cuadrados, el bosque urbano en Mijas cuenta actualmente con casi 600 árboles, entre los que se encuentran 470 alcornoques, especie autóctona que fue afectada por el incendio y que es una de las especies que más CO2 absorbe.
Según reflejan los datos del último estudio realizado sobre el área intervenida, se ha logrado un índice de supervivencia del 95% en el bosque urbano, lo que pone en valor el trabajo minucioso realizado en la zona.
Fuentes: Ashes to Life y Exploramás