El principal operador de red de distribución de gas de Australia, Australian Gas Infrastructure Group, planea mezclar hidrógeno en sus suministros de gas, para aprovechar el exceso de generación de energía renovable.
En febrero, la compañía anunció planes para una planta de demostración de energía eléctrica a gas hidrógeno, que se construirá en Adelaide, Australia Meridional.
El hidrógeno producido por la planta se inyectará en la red de distribución de gas local en el distrito de innovación de Tonsley, al sur de Adelaide, para proporcionar gas de bajo carbono a hogares y empresas.
«Se espera que el proyecto sea el primero en Australia donde la electricidad renovable se almacena y distribuye en la red de gas hidrógeno, lo que proporciona un mercado adicional para la fluctuación de la electricidad renovable», declaró el jefe de clientes de AGIG, Andrew Staniford, en una nota de prensa.
El parque se financia, en parte, con 3.8 millones de dólares de los 117 millones de dólares del Fondo de Tecnología Renovable de Australia Meridional, y AGIG proporcionará otros 3.9 millones de dólares.
La planta contará con una de las máquinas de electrólisis de membrana de electrolito de polímero más grande jamás instalada en Australia, un sistema de 1.25 megavatios de Siemens, y está programada para comenzar a producir hidrógeno para el año 2020.
Andrew Dillon, director ejecutivo del organismo de la industria Energy Networks Australia, dijo que el sector está considerando el impacto de agregar hasta un 15 por ciento de hidrógeno a los suministros de gas natural, como un precursor para pasar a niveles más altos con el tiempo.
Ya que, «lugares como el sur de Australia se encuentran en una situación en la que, con la generación actual de energía renovable, habrá serios problemas con los parques eólicos y la producción de electricidad con energía solar sin ningún lugar al que ir».
Asimismo, un informe estimó la reducción del viento en Australia del Sur en más del 6 por ciento. Por lo que usar esa energía perdida para generar más electricidad a partir del hidrógeno es un movimiento obvio. Sin embargo, no está exento de complejidades.
Para empezar, Dillon dijo que los proveedores de gas tendrían que averiguar qué nivel de hidrógeno podría acomodarse sin tener que hacer cambios significativos en la infraestructura o en los aparatos que queman gas.
Por su parte, las compañías de gas de Australia están en una posición afortunada, porque han reemplazado la mayoría de sus tuberías de acero, que serían susceptibles de fragilización si se usan para transportar hidrógeno.
Por otro lado, Dillon añade que se espera que, al agregar el hidrógeno, aumente el costo del suministro de gas, porque «es una tecnología en desarrollo en este momento». En esta etapa, «aumentar las facturas no es una preocupación porque es una prueba», comentó. Sin embargo, «este es uno de los desafíos clave» en los planes de desarrollo del hidrógeno, dijo. «Uno de los objetivos del proyecto no sería simplemente saber si «¿puede funcionar? «, sino si “¿puede funcionar a bajo precio?».
Otros proyectos para utilizar hidrógeno como fuente de energía en Australia
Australia parece decidida a intentarlo, al menos. Además del proyecto Tonsley, Australia del Sur ha anunciado planes para una planta aún más grande en Port Lincoln, Península Eyre. Esta instalación, de 91.5 millones de dólares, también se está beneficiando de la financiación del gobierno.
Contará con un sistema de electrólisis de 15 megavatios, una turbina alimentada con hidrógeno de 10 megavatios, una celda de combustible de 5 megavatios y una configuración de producción de amoníaco, según la Australian Broadcasting Corporation.
El proyecto está siendo desarrollado por una empresa llamada Hydrogen Utility, que trabaja con Thyssenkrupp, el conglomerado alemán de construcción de acero para buques. El lugar de la planta no ha sido publicado todavía.
El único otro proyecto importante de hidrógeno presentado hasta la fecha en Australia, fue de 43 millones de dólares. Una planta de electrolizador de 1,25 megavatios para el Territorio de la Capital Australiana, anunciada en 2016.
Dado que los niveles crecientes de producción máxima de energía renovable no tienen a dónde ir, Australia ahora ve al hidrógeno como un recurso que podría ayudar a resolver los problemas de la red y potencialmente conducir a un importante negocio de exportación.
Esperamos que esta sea otra tecnología más para aprovechar el excedente que nos pueden dar las fuentes renovables de energía, mejorando aún más la eficiencia en los momentos que no generen tanta energía limpia.
