El juego es esencial en la vida de los más pequeños. Antes, los niños pasaban la mayor parte del tiempo fuera de casa, jugando con amigos en la calle o rodeados de naturaleza, lo cual les proporcionaba numerosos beneficios en su desarrollo. Ahora, en un mundo de ciudades tecnológicas y lleno de pantallas, los niños pasan el 90% de su tiempo en espacios cerrados. Para los padres resulta cómodo dejarlos ahí porque se evitan su continua supervisión, pero los pediatras suelen recomendar que los peques pasen, al menos, una hora al día al aire libre. Es triste saber que el tiempo que los niños juegan en el exterior ha descendido un 70% en tan solo una generación. La falta de contacto con la naturaleza que tenemos tanto adultos como niños en la actualidad, ha llevado a los psicólogos a hablar del Trastorno de Déficit de Naturaleza, el cual está asociado con problemas de falta de concentración, hiperactividad, obesidad, depresión y ansiedad. Así pues, en este artículo te explicamos los principales beneficios de jugar al aire libre, ya sea con la imaginación y los propios recursos del ambiente, como con juguetes, como los originales y ecológicos de ecodukatoys.com para jugar al aire libre; así como también os damos algunos consejos para jugar al aire libre con niños de forma segura.
Ventajas o beneficios de jugar al aire libre para los niños
Como principales ventajas o beneficios de jugar al aire libre para los niños, tenemos:
Despierta la curiosidad y la creatividad infantil:
Los niños son curiosos de por sí y nada les gusta más que descubrir cosas nuevas. Un paseo por la naturaleza les permite sentir texturas y olores diferentes, oír animales desconocidos ¡y mucho más! Asimismo, jugar al aire libre obliga a los niños a pensar de manera creativa. Los peques deben investigar su entorno, descubrir lo que les rodea e inventar un juego con lo que tengan a mano.
Además, al jugar con materiales diversos y de manera menos estructurada, el juego al aire libre favorece la imaginación y la creatividad. Así, las niñas y niños que juegan más tiempo al aire libre lo suelen hacer con juegos más creativos y que requieren un papel más activo.
Exposición solar:
El contacto con el Sol es fundamental para todos, ya que su acción sobre la piel es necesaria para que el cuerpo sintetice vitamina D, un componente imprescindible para que los huesos asimilen el calcio. Por supuesto, debes proteger a tu hijo con cremas solares y una gorra, y evitar las horas de mayor temperatura e insolación para ir al parque.
Niños más fuertes:
El contacto con la naturaleza hace que se fortalezca el sistema inmunitario. Los niños aprenden a adaptarse a varias condiciones atmosféricas, desde el sol hasta la lluvia y el viento. Se hacen más resistentes a todo tipo de bacterias y al polvo.
Más ejercicio y salud:
El juego al aire libre permite al niño correr, saltar, brincar y moverse con una libertad que no tiene dentro de casa, donde el movimiento está más limitado.
Practicar deporte es una de las actividades más beneficiosas para adultos y niños, ya que, no solo permite estar en forma, sino que libera endorfinas y aporta una sensación de bienestar. Además, mejora el estado de ánimo, reduce el sedentarismo y previene la obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas de salud.
Mejora de la conexión y unión familiar:
El tiempo juntos en familia en entornos abiertos (si es en la naturaleza, mejor), en general significa tiempo de calidad y de atención plena a los niños, momentos que siempre recordarán.
Si dejamos el móvil a un lado y nos enfocamos en la naturaleza, será fácil compartir con nuestros hijos diferentes actividades e incluso asombrarnos junto a ellos al descubrir cosas nuevas.
Mayor sensación de libertad para los niños:
Al aire libre no es necesario respetar tantas reglas. Claro que existen normas de seguridad que debemos seguir para pasar un buen rato sin accidentes, pero siempre es más fácil relajarse. En el parque no hay vecinos que se molesten si los niños corren o saltan, los peques pueden jugar en la tierra sin ensuciar la casa… En definitiva, los niños juegan con una sensación de libertad, incluso cuando es controlada por los padres.
Mejora de su autonomía:
Otro de los beneficios de jugar al aire libre, es que aquí los niños tienen que proponer juegos o soluciones, ya que en el exterior no todo está controlado, lo que fomenta su autonomía, iniciativa e independencia.
Cuida su vista:
Jugando al aire libre los peques pasan menos tiempo frente a las pantallas. Una tarde fuera de casa es una tarde libre de videojuegos, televisión y/o redes sociales y eso es siempre beneficioso.
Así pues, llevando a tus hijos a pasear a la naturaleza cuidas sus ojos, impidiendo que pasen demasiadas horas frente a las pantallas.
Mejora su capacidad de atención:
Uno de los principales beneficios de jugar al aire libre, es la mejora de la capacidad de atención, algo muy beneficioso para aquellos niños que padecen un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), en los cuales se ha visto que experimentan una reducción significativa de los síntomas.
También se sabe que jugar al aire libre mejora el rendimiento en la escuela, al relajarse y desconectar de los dispositivos electrónicos. Los niños han de esforzarse por ponerse a la altura en los deportes al aire libre, lo cual requiere de gran concentración.
Fomento de la sociabilización:
En el parque o en la playa los niños juegan con otros niños de su edad, conversan, se divierten e incluso pelean. Por tanto, otro de los beneficios de jugar al aire libre es la sociabilización de los niños entre ellos. Esto les ayuda a resolver conflictos, a hacer amigos y a aprender normas.
El juego en grupo puede ayudar a los niños a aprender lecciones para la vida que no aprenderán solo en los libros o en el aula. De hecho, este aprendizaje que realizan en el parque, en la calle o en la montaña, se fijará en su memoria, ya que es un tiempo disfrutado.
Aumento de los niveles de felicidad:
Según las investigaciones, estar al aire libre hace felices a las personas. La belleza de la naturaleza, la luz del sol y el aire limpio, estimulan las hormonas de la felicidad dentro del cerebro, y esto resulta en una elevación del estado de ánimo.
Desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas:
El juego al aire libre ofrece a los niños una variedad de objetos con los que jugar, lo que les ayuda a desarrollar y mejorar sus habilidades motoras finas (aquellas que realiza con las manos) y gruesas (sentido del equilibrio y control del cuerpo).
Además, esto está altamente relacionado con el desarrollo de una mayor autoestima y un autoconcepto positivo, variables que a su vez tienen un impacto en el bienestar emocional.
Aprendizaje sobre la naturaleza:
Finalmente, el juego al aire libre es un pilar fundamental en el desarrollo infantil. El contacto con la naturaleza permite a los niños descubrir animales, plantas, árboles y mucho más. Su relación con el medioambiente se ve afectada por estos descubrimientos: las niñas y niños que están más expuestas a actividades al aire libre desarrollan una mayor conciencia, razonamiento y habilidades de observación.
Crecer en un contexto en el que se tiene contacto regular con la naturaleza, ayuda a desarrollar un amor de por vida por el medio ambiente.
Consejos para que los niños jueguen al aire libre de forma segura
Por otro lado, aunque el juego en el exterior tiene un sinfín de beneficios, también es importante saber gestionarlo para evitar posibles problemas o accidentes. Aquí te damos algunos consejos:
- No hay que esperar a que los niños tengan cierta edad para jugar al aire libre. Desde que son bebés se pueden beneficiar del contacto con la naturaleza. Así, aunque esté dormido, tu pequeño se beneficia de pasear en un parque, un área natural o el jardín.
- No dejes de estar atento/a para evitar accidentes. Si los niños van a jugar en un parque muy extenso, una playa o un campo, la supervisión también es necesaria para evitar que puedan extraviarse.
- Hay que lograr un equilibrio entre el juego al aire libre y el estudio para que no interfiera sobre el rendimiento escolar.
- Protégeles del Sol y del frío. Jugar al aire libre a pleno sol en un verano caluroso puede resultar perjudicial sin protección solar o gorro, así como en invierno es importante llevar la ropa y calzado adecuado.
- Si tus hijos van a jugar en una zona recreativa, comprueba que los columpios están en buen estado antes de dejarle que suba en ellos, así como que en el suelo no haya restos de basura o algún cristal roto que pueda dañarles.
- Los niños pueden entrar en contacto con extraños cuando están al aire libre. Por lo tanto, debes hablar con tu hijo sobre los extraños.
- Presta atención al comportamiento de otros niños hacia tu hijo/a. Muchas veces surgen conflictos y peleas que ellos mismos no son capaces de solventar.
- La hidratación es importante. Lleva siempre una botellita de agua para que pueda hidratarse mientras juega.
- Vigila aquello que pueda llevarse a la boca: arena, barro, juguetes sucios, agua de charca, etc., para evitar cualquier problema de salud.
- Si resides en un pueblo o barrio tranquilo, podrás dejar jugar a los niños en la misma calle, siempre que respeten las normas y tengan cuidado de no salir de la zona. Deberás estar pendiente de ello.
- En la playa vigila siempre a los niños cuando se bañan en el mar, por si surge algún percance o molestan a otros bañistas querer.
