Sobrevivir y perpetuar sus genes es la necesidad básica de todo organismo. Por tanto, ya sea para huir como para cazar, hay que evitar ser detectado, dominando las distintas técnicas de camuflaje. Tanto plantas como animales vertebrados e invertebrados, hacen uso del mimetismo o del camuflaje, pero en este artículo, nos centraremos en el camuflaje animal, hablando sobre los distintos tipos y mencionando muchos ejemplos e imágenes de animales camuflados o miméticos.
Camuflaje significado e historia del camuflaje
El camuflaje es el método que permite a los organismos u objetos, que de otra forma serían visibles, permanecer invisibles en el entorno que los rodea. En la naturaleza, se dan numerosos casos de camuflaje que ayudan tanto a presas a protegerse como a depredadores a cazar sin ser vistos, lo que dio la idea al ser humano de emplearlo también para sus acciones bélicas, mediante los distintos estampados de camuflaje militar.
La palabra “camouflage” o camuflaje en inglés, proviene en realidad del francés (camouflage), formada en 1914 en medios militares a partir del verbo italiano “camuffare” (“ocultar, disfrazar”). Sin embargo, el término de camuflaje sinónimo para definir este concepto biológicamente es “cripsis”. Este término proviene del griego “kryptos” que significa algo así como “oculto”.
Así pues, la cripsis consiste en pasar inadvertido al sentido de otros animales para poder huir o evitar que huyan. Ya sean en troncos de árboles, hojas y ramas de intenso verdor, piedras y rocas, así como extensas capas de nieve o incluso fondos oceánicos y arrecifes coralinos; los animales son capaces de camuflarse.
Otro término relacionado es el mimetismo, el cual básicamente consiste en que un animal inofensivo se protege pareciéndose a otro animal (con el que no guarda relación) y que es peligroso o tiene mejores adaptaciones para protegerse. La cripsis se diferencia del mimetismo en que este último, aunque tiene una finalidad similar, en realidad sirve para aparentar ser otro, ya sea físicamente o de manera comportamental. Esto puede servir para amedrentar a un posible depredador, o para pasar inadvertido entre animales que podrían resultar peligrosos. Por el contrario, la cripsis solo se produce cuando el animal trata de no ser visto confundiéndose con el medio.
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El objetivo del mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que conviven en el mismo hábitat, induciendo en ellos una determinada conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual, pero también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo, eléctrico o táctil, o una combinación de éstos.
En cuanto a la historia del camuflaje natural, tanto el camuflaje como el mimetismo, son producto de años y años de adaptación, al habitar en tiempo y espacio diferente especies. Hace 47 millones de años, una hoja ovalada se elevaba del suelo y echaba a andar en la cueva de Messel (Alemania). El tatarabuelo de los actuales insectos hoja, cuyo fósil salió a la luz en 2005, ya se servía de una útil estrategia de supervivencia: adoptar un aspecto similar al de las plantas cercanas para poder ver (presas) sin ser visto (por depredadores). “La naturaleza ha conservado la técnica del camuflaje porque resulta especialmente ventajosa en las especies pequeñas, lentas y carentes de armas defensivas”, según argumenta Javier de Miguel, profesor de Zoología en la Universidad Autónoma de Madrid.
Los investigadores, por su parte, siempre se han interesado por este fenómeno de imitación. Entre los investigadores que más destacaron en su estudio con animales camuflados, se mencionan a Kirby y Spence, como los primeros en utilizar el término “mimetismo”, a Darwin y Wallace, y a Bates y Müller, quienes algunos de ellos, como Wallace, se convencieron de la existencia de la selección natural en parte gracias al mimetismo y el camuflaje.
La naturaleza selecciona los rasgos más beneficiosos: los insectos capaces de mimetizarse con el entorno evitarán que los coman y tendrán más posibilidades de transmitir sus genes (y su disfraz natural) a las siguientes generaciones. Y como ejemplo, justamente adaptarse o morir, fue literalmente lo que les pasó a las mariposas del abedul (Biston betularia, Linneaus) que vivían en el Reino Unido cuando surgió la Revolución Industrial. Solo se había descrito una variedad blanca, pero en 1848 se avistaron en Manchester ejemplares negros, hasta entonces minoritarios e ignorados por la ciencia. En 1948, el 95% de las mariposas del abedul eran de la variedad oscura. La selección natural había actuado premiando a las que mejor se confundían con los paisajes ennegrecidos por el hollín de las fábricas.
Tipos de mimetismo y tipos de camuflaje animal
Existen cuatro grandes categorías para clasificar los diferentes tipos de cripsis o camuflaje animal: inmovilidad, coloración, patrón y no visual.
- Inmovilidad: es lo más básico y obvio del camuflaje. El movimiento indica vida y también peligro. Por tanto, una manera de pasar desapercibido es quedarse muy quieto. Incluso si es necesario, algunos animales que se inmovilizan también pueden intentar no respirar.
- Coloración críptica: la coloración es una de las formas de camuflaje mejor conocidas. Ser mimético con el entorno cambiando de color, es la técnica de supervivencia fundamental de animales como el camaleón, la sepia y la liebre ártica. Así, en muchas ocasiones, resulta difícil discernir entre paisaje y animal. Dentro de la coloración hay dos tipos: la coloración de protección, que es una adaptación en la que un animal toma entero el mismo color del ambiente en el que vive para ocultarse, y la coloración de contraste, donde diferentes partes del cuerpo del animal adquieren diferentes colores, tal y como ocurre en los peces que tienen el lomo más oscuro que el vientre, para que cuando sean vistos desde arriba, sean confundidos con el fondo del río, lago o mar; mientras que si son vistos desde abajo, el color plateado de su vientre se confunde con el color de la superficie del agua.
- Patrón: junto con la coloración, adaptar el patrón de textura del medio es una herramienta utilizada por animales como cebras y tigres. Siguiendo el tipo de textura que les rodea, esto las vuelve casi indetectables para el ojo ajeno, ya que la silueta prácticamente desaparece en el conjunto. Asimismo, la mayoría de los animales que pueden cambiar de color también suelen adaptar patrones.
- Cripsis no visual: además de camuflarse a la vista, existen otros métodos que engañan otros estímulos o sentidos, como el olor o el sonido. Como ejemplos de camuflaje no visual, las crías de ciervos y alces nacen sin olor para impregnarse de los del ambiente y no poder ser detectadas por los depredadores; asimismo, hay polillas que emiten ultrasonidos para despistar a sus depredadores murciélagos.
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Y en cuanto al mimetismo, podemos diferenciar estos tipos:
- Aposematismo: se trata de señales de advertencia, de modo que un animal inofensivo adopta rasgos de advertencia de otros peligrosos.
- Automimetismo: consiste en que una parte del cuerpo de un animal se mimetiza con otra más vulnerable, para así desviar el ataque de los predadores hacia partes menos vulnerables del cuerpo. Un ejemplo de automimetismo serían los ocelos que presentan orugas o mariposas en la cola y las alas respectivamente, y que se asemejan a los ojos de la cabeza del animal. Otro ejemplo claro son ciertas especies de reptiles escamosos, en los que la cola simula ser otra cabeza.
- Mimetismo batesiano: este tipo de mimetismo fue descubierto por Henry Water Bates en 1862, quien observó que, en ocasiones, una especie inofensiva se asemejaba a otra peligrosa o repugnante, ya sea en aspecto, forma o comportamiento. Puede ocurrir entre especies a priori muy distanciadas. Este fenómeno se puede observar en el caso de algunas moscas que emulan ser abejas o avispas, así como también es bien conocido en caso de la serpiente falsa coral.
- Mimetismo mulleriano: en 1879, el zoólogo Fritz Müller apreció que, a menudo, especies de animales miméticos coinciden, además de en la coloración, en la propiedad que los defiende frente a los depredadores, como el mal sabor. La razón de esto, es que de esta manera “educan” al depredador joven, puesto que éste no elude de manera innata a estas presas. Así, consiguen aumentar el efecto de asociación de peligro a su coloración en el depredador y dividir entre varias especies las posibles bajas que éste puede causar, hasta que aprenda a asociar la coloración del grupo al peligro que supone su ingesta. Otra diferencia con el mimetismo batesiano es que, al ser todas las especies igualmente desagradables, también son igualmente numerosas.
- Mimetismo peckhamiano: este mimetismo hace alusión a su descubridor G. Peckham en el año de 1883, y se refiere a que el animal depredador mimético y fuerte, logra escabullirse entre un grupo de individuos inofensivos o adopta una apariencia menos peligrosa y/o agresiva para engañar a su víctima.
- Mimetismo agresivo: este tipo de mimetismo ocurre en algunos depredadores y parásitos que comparten su apariencia con una especie inofensiva, engañando a las posibles presas o especies hospederas. Usan distintos tipos de mimetismo, pero en algunos casos imitan a la presa o especie huésped.
- Mimetismo no visual: la idea viene siendo la misma que en el camuflaje no visual, pero adoptando otras características de otros animales que no sean la coloración, para engañar a depredadores o presas, en vez de pasar desapercibidos en el ambiente. Un caso notable de mimetismo auditivo lo ofrece la lechuza terrestre o vizcachera, que anida en cavidades del suelo donde los pollos responden a la aproximación de potenciales enemigos emitiendo un sonido como el del cascabel de una serpiente.
Mimetismo, ejemplos de animales que se camuflan en la naturaleza
Como os explicamos, mediante colores, texturas y marcas, ciertas especies de animales logran camuflarse en lo que les rodea o mimetizar a otras, logrando un efecto de confusión que les da ventajas, ya sea al momento de la depredación o de ocultarse de los depredadores. Si quieres saber cuáles son los animales que se camuflan más populares, sigue viendo y leyendo este artículo, ya que, a continuación, te contamos y mostramos los nombres y fotos de animales camuflados y/o mimetizados más destacados.
Grandes animales que se camuflan, ejemplos
- Zorro polar ártico
El camuflaje estacional del zorro polar ártico (Vulpes lagopus, Linnaeus) resulta realmente asombroso. Durante los meses de invierno, a unos -50ºC, el zorro polar ártico cuenta con un pelaje espeso y blanco que le permite sobrevivir a las bajas temperaturas, así como pasar desapercibido ante sus presas y lograr acercarse a ellas, caminando sobre el hielo y la nieve que le rodea. En cambio, al llegar la primavera, su pelaje cambia drásticamente de color, contando con una coloración pardo-grisácea y menor densidad de pelo, camuflándose con las praderas de matorrales que persisten durante el verano y el inicio del otoño.
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- Guepardo
Es el animal terrestre más rápido del mundo y además, tiene otra potente arma: el camuflaje. Gracias a su pelaje moteado, estos animales se ocultan en la naturaleza y consigue jugar con el factor sorpresa a la hora de cazar.
- Pica americana
Es una especie de mamífero que vive en las montañas del oeste de América del Norte y frecuenta campos rocosos. Su tamaño y su color permiten que se camuflen entre las piedras.
- Leonas
Las leonas, encargadas de la caza para alimentar la manada, aprovechan sus tonos arena para esconderse entre las ramas y plantas de africanas.
- Sapo hoja
El sapo de cuernos malayo o sapo hoja malayo (Rhinella margaritifera, Laurenti) es una especie de anfibio restringido a las áreas de la selva tropical del sur de Tailandia y Malasia peninsular a Singapur, Sumatra y Borneo. Estos grandes anfibios se esconden entre la hojarasca del suelo, haciendo más difícil para los depredadores localizarlos y más fácil para ellos para capturar presas desprevenidas como arañas y lagartijas.
- Gecko de cola de hoja
Entre los animales que mejor se camuflan con el medio, podemos encontrar al Gecko de cola de hoja (Uroplatus phantasticus, Boulenger). Este pequeño reptil de Madagascar que puede medir entre 25 y 30 centímetros, cambia su piel para que coincida con su entorno. Su nombre se debe a la técnica que utiliza cuando están en reposo para defenderse de los posibles depredadores, ya que se camufla entre el follaje de los árboles tendiendo su cola, la cual imita una hoja seca. Además, sus venas simulan las nervaduras de las hojas e incluso su cola simula pequeñas mordeduras hechas por animales.
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- Camaleón
El camaleón es probablemente la criatura más famosa por su capacidad de camuflaje, pero lo cierto es que solo algunas especies de camaleón tienen la capacidad de cambiar de color. Además, a pesar de que nos gusten sus cambios de tonos de piel, éstos no responden a una acción de camuflaje realmente, sino que es la respuesta de su piel al ambiente y la temperatura, y para indicar su estado de ánimo o la intención de apareamiento.
- Búho nival
Se trata de un ave cuyo escenario perfecto es un paisaje invernal, ya que su plumaje blanco le permite integrarse en parajes nevados. Sin embargo, este plumaje cambia dependiendo del sexo. El macho es totalmente blanco, mientras que la hembra es de color blanco pero con manchas en sus alas y la espalda de color marrón, y cuánto más adultos son, más intensos son los colores.
- Autillo africano
El Autillo Africano (Otus senegalensis, Swainson) es uno de los búhos más interesantes del planeta, ya que utiliza el camuflaje para esconderse con los árboles de su hábitat. Se encuentra en bosques situados por todo el centro y sur de África y su plumaje, de colores marrones y grisáceos, se confunde fácilmente con la corteza de un árbol.
- Cocodrilo
Estos grandes reptiles semiacuáticos, habitan en la tierra desde hace millones de años. El cocodrilo es un animal que prefiere sorprender a su víctima antes de enfrentarse en campo abierto, ya que a pesar de que puede correr distancias cortas a casi 50 km/h, le gusta más acechar y atacar por sorpresa cuando sus presas se acercan a beber agua a los estanques, o incluso pasar por su lado sin darse cuenta del peligro que corren, por lo que suelen estar bien camuflados en su hábitat.
- Chotacabras
Se trata de un diminuto pájaro, presente en diferentes partes del mundo, incluyendo España. Tras esta especie hay una gran variedad de leyendas populares y todas la definen como un ave misteriosa, pues su actividad es sobre todo nocturna y se las encuentra cerca del ganado. Su plumaje también les permite camuflarse entre ramas y hojas secas.
- Lagarto Egeo
Estos lagartos eligen meticulosamente sus zonas de descanso, pues intentan que estas se parezcan lo máximo posible al color de su piel para así camuflarse. Sus depredadores principales son las aves, pero gracias a su técnica, pueden desvanecerse entre las rocas.
- Loro verde
Actualmente existen más de 300 especies de loros en todo el mundo. Estas aves se caracterizan físicamente por sus llamativos y variados colores, que abarcan desde tonos verdosos hasta intensos rojos o azules. En este caso, el plumaje de este loro se mimetiza con el vivo verde de las hojas del árbol.
- Víbora de Peringuey
La víbora de Peringuey habita en zonas desérticas de África y el sudoeste de Asia. Esta serpiente tiene la particularidad de reptar por la arena fácilmente empleando un movimiento lateral. Su facilidad para esconderse entre la arena, así como sus colores, hace que resulte casi imposible verla.
Los más increíbles insectos camuflados
La coloración de los insectos es muy importante como estrategia de caza o de camuflaje para los mismos y está en continua evolución por presión selectiva, de tal modo que les permite modificarla en periodos relativamente cortos de tiempo para adaptarse a cambios naturales o artificiales causados en el medio ambiente. A continuación, os mostramos algunos ejemplos de camuflaje de insectos sorprendentes.
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- Mantis orquídea
La mantis orquídea (Hymenopus coronatus, Olivier) es una imitación asombrosa de una orquídea, una auténtica belleza. Suele colocarse junto a los pétalos de estas flores asemejándose a una de ellas para atrapar así a los insectos polinizadores como las mariposas o la mosca de la fruta. Su atractiva coloración y forma atrae siempre a muchos incautos insectos que acaban en sus redes. Se encuentra en pluviselvas de Malasia, Indonesia, y Sumatra, y pueden ser rosas o blancas, según las flores que predominen.
- Mantis hoja muerta
Continuando con las mantis, la Deroplatys trigonodera (Westwood, 1889), es una de las más grandes que habita en Malasia. Las hembras miden aproximadamente 9 cm de largo, mientras que los machos son un poco más pequeños, con sus 7 u 8 cm. Su aspecto le da la apariencia de una hoja seca o en descomposición, camuflándose perfectamente entre la hojarasca.
- Mantis fantasma
La mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa, Burmeister), es una especie que también adquiere la apariencia de una hoja seca, pero cuyos colores son más oscuros y su textura más compleja. En su cabeza tiene un cono asombrosamente asimétrico que le ayuda a distorsionar el contorno de su cuerpo para parecer más una hoja. Su hábitat natural se encuentra en Madagascar y África continental.
- Saltamontes liquen
Este saltamontes de color liquen se camufla perfectamente en el tronco del árbol repleto de líquenes para esconderse de la depredación. Y aún más allá, este saltamontes come ese mismo liquen para que el color coincida perfectamente.
- Insecto hoja gigante
El insecto hoja gigante (Phyllium giganteum, Hausleithner) utiliza una coloración críptica para evitar a los depredadores. No solo se mimetiza perfectamente con la forma y el color de su entorno, sino que también se balancea hacia delante y hacia atrás mientras camina, imitando a una hoja mecida por el viento. Suele mantenerse inmóvil durante mucho tiempo y puede ser encontrado en los bosques tropicales de Malasia. Lo curioso de esta esta especie, es que solo existen hembras, ellas ponen huevos sin fertilizar desde los que nacen nuevas hembras.
- Oruga Verde
A las orugas se les suele confundir con gusanos, pero son especies bien distintas. Sus colores llamativos, generalmente de tonos verdes como las hojas, permiten que se escondan entre las plantas y advierten a los depredadores de su veneno, así como de su mal sabor.
- Oruga Geometridae
La coloración críptica y la forma semejante al nervio de una hoja, protegen a esta oruga, pero su manera de alimentarse es el toque maestro: se come las hojas siguiendo sus contornos aserrados y manteniendo la simetría para “disimular el daño que causa en la vegetación y no alertar a los depredadores de su paradero”.
- Oruga Cephise
La oruga de la especie de mariposa Cephise nuspesez (Evans, 1952), también tiene una cara falsa: sus manchas en forma de ojos pueden disuadir a los pájaros, pero también sigue una estrategia más enérgica y zumba como una avispa para que la suelten por temor al aguijón.
- Ninfa de chinche que imita a una hormiga
La ninfa de la chinche de cabeza ancha Hyalymenus sp. (Amyot & Serville, 1843) (boca arriba), ha evolucionado para parecerse a las hormigas chupadoras de savia y actuar como ellas, las cuales son criaturas mucho más feroces, capaces de picar e inyectar toxinas, además de ser más numerosas. Así, los depredadores que aprenden a evitar a las hormigas, también eluden a la impostora. Sin embargo, debe tener cuidado ya que si las hormigas descubren a la indefensa timadora, la atacarán.
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- Mariposas hoja seca
La mariposa Kallima sp. (Doubleday, 1849) parece una hoja seca por el color de sus alas. Es una polilla que se encuentra en Europa y el norte y el este de Asia. Su particularidad reside en que, cuando está en reposo, parece completamente una hoja seca de un árbol en color marrón. Suele tener una envergadura de entre 50 y 90 milímetros (las hembras son más grandes) y sus larvas se alimentan de sauce y roble.
- Polilla Hemeroplanes triptolemus (Cramer, 1779)
Es una polilla de la familia Sphingidae. Lo llamativo de esta especie, es que cuando se encuentra en estado larvario y se ven amenazadas, su cabeza tiene la capacidad de ampliarse hasta adoptar el aspecto de una serpiente.
- Mariposa Fulgora sp. (Linnaeus, 1767)
Esta mariposa (izquierda) está bien camuflada en el tronco de un árbol, pero como defensa, despliega sus alas dejando ver unas manchas en forma de ojos para espantar a los depredadores (derecha).
- Araña Paratropis tuxtlensis (Simon, 1889)
Esta araña fue descubierta en 2014 en México. Se caracteriza por camuflarse con el suelo gracias a su particular textura y color. Se distingue de otras especies por su piel rugosa, con una especie de escamas, de modo que se adhiere más fácilmente a las partículas del suelo.
- Araña Liquen
La araña Lichen es un arácnido que habita en las zonas de Australia, Nueva Guinea, y algunas islas de Indonesia. Esta clase de araña, ha desarrollado una gama cromática en su piel que se sincronizan perfectamente con los colores de su entorno.
- Insecto palo
La curiosa forma del insecto palo le convierte en invisible. Su alargado cuerpo le hace parecer una rama, tanto por su forma como por su color. Su gama cromática cambia con el paso del tiempo, al igual que las ramas: son verde claro de jóvenes y se van oscureciendo hasta alcanzar un marrón oscuro cuando son mayores. Además, caminan lentamente para parecerse a las ramas que se balancean en el viento.
Como dato curioso sobre su vida, los científicos han descubierto que si un pájaro se come un insecto palo, éste aún tiene una segunda oportunidad de producir descendencia post mortem, pues los huevos que se encuentran dentro del cuerpo del insecto pueden viajar a través del tracto digestivo del ave y salir por él sin sufrir daño. Después, dentro de los excrementos de las aves, los huevos pueden incluso eclosionar, dando a luz un nuevo insecto palo lejos de sus parientes.
Animales que se camuflan en el mar
Dentro del mundo acuático, los animales desarrollan las artes de camuflaje más sorprendentes. Por ejemplo, los pulpos y sepias tienen excelentes sistemas, más efectivos que los de los camaleones, ya que son capaces de cambiar de color y hasta de textura en cuestión de segundos. Su camuflaje puede ser tan bueno que, muchas veces, sus víctimas nunca llegan a saber qué les atacó.
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- Pulpo de anillos azules
Diversas especies del género Hapalochlaena, comúnmente conocidos como pulpos de anillos azules, son extremadamente venenosas y también expertas del camuflaje. Su piel es amarillenta y pasan completamente desapercibidos entre rocas y fondos oceánicos, hasta que se sienten atacados al entrar en contacto con otro animal, y entonces, cambian de color rápidamente, exhibiendo sus brillantes anillos azules. Este intenso color se debe a la presencia de ciertas bacterias tóxicas, las cuales liberan un poderoso veneno capaz de matar hasta 26 personas en pocos minutos.
- Pulpo mimo
La mayoría de los pulpos pueden cambiar su forma y su textura para fundirse con su entorno, pero el pulpo mimo va un paso más allá: puede hacerse pasar por otros animales, como las medusas, las serpientes marinas o diversos peces. Es el gran maestro del camuflaje.
- Sepia
Las sepias o calamares también son excelentes maestros del camuflaje. Pueden cambiar de color y de textura de la piel extremadamente rápido, a veces en menos de un segundo.
- Cangrejo decorador
El cangrejo decorador no nace con un disfraz sino que lo construye. Este cangrejo cubre su cuerpo con algas, esponjas, e incluso pequeños animales marinos, para mezclarse mejor con el entorno, ya sea para esconderse de los depredadores o para cazar con mayor facilidad.
- Pez Roca
Se trata del pez más venenoso de océano. El pez piedra o pez roca es un pésimo nadador que habita en las aguas australianas, pero sus tonos y textura, hacen que sea muy difícil de diferenciar del suelo marino. Además, posee hasta 13 aguijones con un fuerte veneno, que puede ser fatal incluso para los humanos.
- Caballito de mar pigmeo
El caballito de mar pigmeo o Hippocampus Bargibanti (Whitley, 1970), apenas supera los 2 centímetros, por lo que es uno de los caballitos marinos más pequeños, pero aun así necesita ocultarse y, para ello, toma la forma de gorgonias de su entorno. Su camuflaje es tan bueno, que no fueron descubiertos hasta que una de las gorgonias en las que se camuflaban fue analizada en el laboratorio.
- Dragón de mar foliáceo
El dragón de mar foliáceo (Phycodurus eques, Günther), es un pariente de los caballitos de mar. Es originario de las costas sur y oeste de Australia. Recibe su nombre debido a sus largas prolongaciones en forma de hoja, cuya principal función es la del camuflaje. El dragón de mar foliáceo se propulsa mediante una aleta pectoral ubicada en el filo del cuello y una aleta dorsal cercana al extremo de la cola. Estas son prácticamente transparentes y difíciles de ver, puesto que ondulan lo justo como para mover al animal suavemente, dando la impresión del animal como un alga flotante.
- Pez Solla
Los Pleuronéctido Platessa (Cuvier, 1816), también llamados Pez Solla, son peces que se caracterizan por tener los ojos en uno de los lados de su cuerpo, generalmente en el lado derecho. Se suelen desplazar a ras del suelo marino, por lo que su pigmentación hace que se camufle con la arena. Sin embargo, este color puede mutar, puesto que tiene la capacidad de adaptarlo e incluso imitar las rocas y demás objetos y tonos que encuentre a su paso.
- Pez leopardo
El pez leopardo (Bothus pantherinus, Rüppell) se encuentra entre aguas poco profundas, arenosas y con fango, próximas a arrecifes. Este tipo de lenguado es generalmente de tonos marrones con un moteado de manchas oscuras y blancas que se asemejan a la superficie por la que transita.
- Lenguado pecoso
Los lenguados pecosos (Citharichthys stigmaeus, Jordan et Gilbert) tienen un método infalible para pasar desapercibidos en el fondo del mar: cuando se sienten en peligro se quedan muy quietos en zonas en las que haya muchas piedras.
Fuentes: Wikipedia, National Geographic, Muy Interesante, Quo, Ecología Verde y Ciencia Canaria
