Cada vez más personas optan por instalar césped artificial en sus hogares, ya que éste es más fácil de mantener que tener un césped natural, es más duradero, resulta apto para cualquier ambiente, supone un ahorro de agua y un ahorro económico, puede ser reciclable o reutilizable, es antialérgico, y no necesita de la luz del sol, por lo que estará igual de bien tanto en zonas sombrías como en aquellas soleadas.
Sin embargo, a pesar de estas razonables e interesantes ventajas del césped artificial, se ha visto que éste no es tan bueno como parece, sobre todo para el medio ambiente y nuestra propia salud. A continuación, en este artículo os contamos los inconvenientes césped artificial más importantes.
Daños del césped artificial en el Medio Ambiente
El césped artificial es tóxico para el Medio Ambiente. Este revestimiento no es para nada natural y supone un problema ambiental.
Muchos de los céspedes artificiales están fabricados con cauchos de neumáticos y otros materiales peligrosos. Con las lluvias y la erosión, sufren un proceso de fragmentación y poco a poco se van desprendiendo microplásticos, los cuales van a contaminar el suelo (con su flora y fauna natural) y las aguas subterráneas circundantes.
Por otro lado, la alfombra de césped artificial para jardín, suele quedarse húmeda tras las lluvias, ya que su material no drena el agua. Esto ocasiona encharcamientos, problemas de humedades y hongos, y pudrición de los anclajes del propio césped.
Además, el tipo de césped artificial que se suele colocar en muchos parques infantiles públicos y campos de fútbol, desprende sustancias tóxicas a la atmósfera, causando contaminación del aire y problemas de salud.
Asimismo, otra de la desventajas del césped artificial, así como de otros revestimientos artificiales, es que se recalientan en exceso, y este calor es también irradiado al ambiente, contribuyendo a que las ciudades sean islas de calor. Frente al césped natural, el artificial puede suponer un aumento de las temperaturas de hasta 10 grados centígrados.
Consecuencias del césped artificial para la salud
Debido a la toxicidad del material con el que está fabricado, el césped artificial afecta a la salud. De hecho, se ha visto que existe una relación entre césped artificial y cáncer, y dicha sospecha del césped artificial cancerígeno, se remonta años atrás.
Los actuales modelos de césped artificial suelen estar compuestos de tres capas principales: fibras de hierba artificial (hechos con una mezcla de polietileno y nylon), un relleno hecho de gránulos de caucho o SBR (a veces es mezclado con arena) y una alfombra base (hecha de poliuretano). La polémica está principalmente en el relleno de caucho, el cual se obtiene principalmente por desintegración mecánica de los neumáticos fuera de uso. Este material contiene una variedad de contaminantes orgánicos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), y de metales pesados que pueden volatilizarse en el aire o filtrarse en el terreno cuando llueve, lo que plantea un riesgo potencial para el medio ambiente y la salud humana.
El polvo del caucho cancerígeno se respira, se pega al cuerpo y a la piel, al pelo y la ropa, y así entra en contacto con las personas. Dado el uso extendido de los céspedes artificiales en los campos de fútbol y en los parques infantiles, los niños y los futbolistas, sobre todo los porteros, son los más vulnerables a la toxicidad de éste.
El peligro que supone el césped artificial, ha sido ya establecido por la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC), que ha determinado que trabajar en una fábrica de caucho es cancerígeno. Sin embargo, para el caso de los céspedes artificiales, todavía no existen suficientes pruebas que demuestren este hecho, o eso es lo que indican las empresas que trabajan reciclando los neumáticos y los gobiernos.
Los investigadores advirtieron que los estudios eran «limitados» y que «sigue existiendo una brecha de conocimiento significativo que debe ser abordada con urgencia debido a la rápida expansión del mercado de césped artificial». Estas lagunas se refieren principalmente a la ingesta o al contacto con la piel de estas partículas y también a su efecto en niños.
El investigador Van den Berg señala principalmente a los hidrocarburos aromáticos policíclicos como una fuente importante de preocupación, dado que sus «niveles en los gránulos de caucho pueden ser de hasta más de 100 mg/kg, mientras que los niveles de seguridad propuestos en la normativa actual son de 1 o 0,5 mg/kg para todos los bienes de consumo destinados a los niños», explica el investigador.
Como comentábamos, estos compuestos pueden volatilizarse y entrar en el organismo de los pequeños con el aire que respiran, aumentando el riesgo si el espacio de juego está cerrado. Una buena parte de los hidrocarburos policíclicos aromáticos son cancerígenos y favorecen las malformaciones de nacimiento. Los ftalatos, por su parte, interfieren el funcionamiento del sistema endocrino y pueden producir trastornos en el desarrollo del sistema reproductivo (como criptorquidea, alteración en el descenso de los testículos) y favorecer la aparición de cánceres con relación hormonal. Debido a sus efectos, uno de los ftalatos que se encuentran en mayor cantidad en el caucho de las zonas de juego infantiles, el Di(2-etilhexil)ftalato (DEHP), ha sido prohibido en Francia para su uso en los espacios hospitalarios de pediatría, neonatología y maternidad.
Todo esto, ha llevado a las autoridades a tomar cartas en el asunto y en la actualidad, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), está trabajando en colaboración con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y con la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
Asimismo, varios clubes en Holanda han suspendido sus partidos tras un reportaje de televisión en el que se ponen en cuestión estos campos de fútbol; así como indican precauciones a tomar con los menores, ya que su sistema inmunitario está todavía inmaduro, tales como que “es mejor que solo se practique deporte y no jueguen, para evitar que los pequeños toquen las bolitas de caucho”.
¿Cuál es el mejor césped artificial?
Como medidas preventivas, cabe indicar que existen otras alternativas, como el césped artificial sin caucho, o los que llevan fibra de coco o de corcho, aunque siempre el más recomendable será el césped natural.
Si aun así sigues queriendo comprar un césped artificial, para saber cuál es el mejor césped artificial del mercado, asegúrate que no contenga materiales plastificantes, ni caucho, ni metales pesados. También es importante que sea ignífugo, fácil de mantener, resistente, sobre todo a los rayos UV, que su hilo sea de calidad, y que cumpla con la normativa de la C.E.
Fuentes: El Diario, El Correo del Sol y Hogarmania
