Por primera vez, científicos chinos han llevado a cabo la clonación de primates, utilizando la misma técnica que dio lugar a la famosa oveja Dolly en 1996, lo cual abre la puerta a la posibilidad de poder clonar humanos. Los detalles de la investigación, que se realizó en el Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencias, en Shangái, se han publicado en la revista “Cell”.
Zhong Zhong y Hua Hua, dos macacos cangrejeros de cola larga (Macaca fascicularis (Raffles, 1821)) son los primeros primates clonados. Son genéticamente idénticos y proceden de una célula no embrionaria. Estos dos monos clonados crecen con normalidad, como cualquier otro primate de su especie y edad. Los investigadores han afirmado que esperan que nazcan más clones de macacos en los próximos meses.
Aunque la clonación se ha logrado ya en 23 especies de mamíferos, hasta ahora había sido imposible en los primates, dando lugar a malformaciones y abortos espontáneos. Sin embargo, el primer mono clonado, Tetra, nació ya en 1999 en Estados Unidos, pero para crearlo se utilizó una técnica diferente que emula la división de un embrión en dos para generar gemelos, la cual o sirve para crear copias clónicas idénticas.
En este nuevo caso de clonación de primates, los científicos chinos han empleado la técnica de transferencia nuclear somática, que permite desarrollar clones idénticos a partir de una única célula de un individuo. Para ello, los investigadores utilizaron un fibroblasto (un tipo de célula) del tejido conectivo de un feto de mona. El núcleo de esta célula se introdujo en un óvulo vacío que, una vez fertilizado, fue incubado por una madre hasta el momento del parto. El embrión resultante tiene el material genético idéntico al de la célula (fibroblasto en este caso) del donante, siendo exactamente iguales.
Para lograr la clonación de primates y obtener dos individuos, los científicos desarrollaron 109 embriones transferidos con fibroblastos, de los que solo consiguieron 6 embarazos y que dos nacieran sanos. «Hemos intentado varios enfoques diferentes, pero solo uno ha funcionado», ha reconocido Mu-ming Poo, director del centro de investigación y coautor del trabajo. “Se trata de un proceso aún «muy ineficiente» en esa especie, por lo que queda mucho progreso por hacer», ha reconocido el investigador.
”Sigue siendo un procedimiento muy ineficiente y peligroso”, ha admitido Robin Lovell-Badge, experto en clonación del Instituto Francis Crick de Londres, que no participó en el trabajo chino. ”Este trabajo no es un trampolín directo para establecer un método de obtención de clones humanos nacidos vivos, sigue siendo una locura intentarlo”, ha añadido Lovell-Badge.
Los científicos planean continuar mejorando la técnica, que también se beneficiará del trabajo futuro en otros laboratorios, y monitorear el desarrollo físico e intelectual de Zhong Zhong y Hua Hua.
Controversia: ¿clonación de primates para investigar fármacos con ellos o para lograr clonar humanos?
En principio, los investigadores del Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencias en Shanghai, han explicado que este proyecto de clonación de primates debería servir de gran ayuda para la investigación médica, dado que permite el estudio de enfermedades en poblaciones de monos genéticamente uniformes. Estos animales son útiles para este fin ya que los factores de confusión causados por la variabilidad genética en animales no clonados, pueden complicar los experimentos. Así, los clones podrían usarse para probar nuevos medicamentos antes de su uso clínico.
Sin embargo, la investigación puede resultar polémica porque acerca la posibilidad de clonar otras especies de primates e incluso humanos, como han reconocido los responsables de la investigación. “No hay barreras para clonar primates, por lo que la clonación de humanos está más cerca de hacerse realidad”, ha explicado Mu-Ming Poo. “En cualquier caso nuestro objetivo es producir primates no humanos para investigación, no tenemos ninguna intención de extender esta investigación a personas, la sociedad no lo permitiría”, ha añadido. En la misma línea, Sun Qiang, director del Centro de Investigación de Primates No Humanos en la Academia China de Ciencias, ha añadido: «Además de responder a las muchas preguntas que quedan sobre la biología de los primates, este avance debe sobre todo ayudar a crear modelos de investigación para enfermedades humanas causadas por mutaciones genéticas como el cáncer, la disfunción inmune o trastornos metabólicos».
Gracias a este avance, es posible crear poblaciones de investigación de monos idénticos y personalizados, que reducirían la cantidad de primates utilizados en los experimentos de laboratorio. «Al trabajar en un pequeño grupo de animales genéticamente similares, es posible probar más rápidamente nuevas moléculas». Además, “para muchas dolencias, sobre todo mentales, necesitamos nuevos modelos animales más parecidos a los humanos que los ratones. Muchos fármacos que resultan efectivos en ratones contra enfermedades cerebrales resultan inefectivas en humanos y causan efectos secundarios serios”, argumenta Poo.
Así, este tipo de animales podría incluso reducir el número de simios usados en investigación. “Las compañías farmacéuticas emplean decenas de miles de monos cada año en ensayos preclínicos de fármacos. Necesitan muchos animales porque tienen una genética muy variada. Usar monos clonados reducirá el número de ejemplares en estudios farmacológicos, con lo que en este sentido sería mucho más ética”, opina Poo.
No obstante, no todos comparten ese punto de pista. “No me parece ético tener que usar tantos embriones de mono para conseguir modelos que podrían obtenerse más fácilmente y con menos embriones y gestaciones a través de edición genética”, opina Lluis Montoliú, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y miembro de su comité de ética. Las tasas de éxito obtenidas para monos son muy similares a las de hace 20 años, es decir, la biología sigue resistiéndose a la clonación. “Este experimento hubiera tenido muchísimo más impacto si hubiera llegado antes de 2013, antes de conocer CRISPR”, resalta; ya que “este nuevo método para editar genomas a voluntad, puede añadirse a otras técnicas para desactivar genes que podrían evitar el uso de animales clonados”, argumenta.
Por otro lado, Josep Santoló, miembro del Comité de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona y del comité de ética en experimentación animal y humana de la Autónoma de Barcelona, coincide con los investigadores chinos en que los monos clonados pueden resultar únicos y necesarios para investigar enfermedades neurológicas. “El mayor problema es que cada vez estamos más cerca de la clonación humana. Si esta técnica se perfecciona y se garantiza que no produce abortos ni malformaciones, probablemente haya que revisar el convenio de Oviedo que prohíbe la clonación reproductiva por dignidad, para pasar a evaluar basándose en el criterio de proporcionalidad, es decir, si los beneficios son mayores que los riesgos o viceversa. Si los beneficios son mayores, ¿por qué no clonar humanos?”, reflexiona.
Mientras que Ángel Raya, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, incluso explica que una investigación como esta podría desarrollarse en España. “Las leyes europeas no prohíben usar primates para investigación, pero su uso está “muy restringido”. Hay enfermedades en las que hay que usar monos para probar nuevos fármacos, como por ejemplo el párkinson, una de las pocas enfermedades para cuya investigación se siguen empleando primates en Europa, no vale hacerlo en ratones”, explica.
Los responsables de la investigación quieren ahora perfeccionar la técnica. En un futuro próximo, señalan, se podrá usar para clonar chimpancés, orangutanes o gorilas. “En principio esta técnica podría ayudar a conservar primates en extinción”, concluye Poo.
Fuentes: La Vanguardia, El País y El Periódico