Una marea de pequeñas bolas de plástico procedentes de un barco de transporte ha llegado a la costa de las Rías Baixas de Galicia (España), generando un desastre medioambiental de contaminación de pellets de plástico.
Los pellets, también conocidos como nurdles o lágrimas de sirena, son pequeñas bolas de plástico de menos de 5mm de tamaño que se utilizan para fabricar productos de plástico. Se consideran microplásticos y suponen un peligro para el ecosistema marino, ya que, además de tener una alta toxicidad para los animales que los ingieren, atraen otras toxinas y las absorben, convirtiéndose así en una “esponja” altamente contaminante. Además, terminan fragmentándose en partículas todavía más pequeñas que son ingeridas por el plancton, la base de toda la cadena alimentaria marina.
En el caso de la contaminación de pellets de plástico en las costas de Galicia, desde el 13 de diciembre llevan apareciendo sacos de hasta 25 kilos de este material, así como bolitas de plástico dispersas en la arena y en las rocas en todas las Rías Baixas, pero especialmente en la Ría de Muros y Noia. Estas estaban identificadas como estabilizadores de luz UV de la empresa polaca Bedeko Europe y proceden de un barco carguero que a inicios de diciembre perdió seis contenedores cerca de Viana do Castelo, en el norte de Portugal, estando un contenedor lleno de estos sacos de pellets de plástico.
La asociación Noia Limpa relata que fue el día 13 cuando una vecina descubrió el primer saco en la playa de Espiñeirido (Ribeira) y ella misma puso en alerta a la Guardia Civil y a la empresa polaca de productos químicos, cuyo nombre aparecía rotulado en la bolsa. Desde finales de diciembre, la asociación lleva denunciando e informando en sus redes sociales sobre este hecho.
Noia Limpa ha ido situando sobre el mapa los puntos de la costa en los que se han encontrado estos plásticos y ha ido informando de los hallazgos a través de sus redes sociales, en las que ha pedido también colaboración para documentar lo que está ocurriendo. Según su información, al menos 60 sacos han llegado a la costa.
El primer punto en el que consta que dicha aparición es Corrubedo, en el municipio de Ribeira, el 13 de diciembre. Con el temporal de las últimas jornadas, han llegado a otros puntos más al norte, como en la playa de Area Maior, en Muros y en playas de la Costa da Morte, como las de Muxía; pero también, hacia el sur, en la Illa de Arousa.
Un total de ocho sacos cargados de bolitas de plástico se han retirado de la playa de O Vilar y A Muralla, ambas en el Parque Natural de Corrubedo, los cuales se suman a los 52 que sacaron de Balieiros y otros arenales.
En Porto do Son, el patrón mayor, Emilio Queiruga Santamaría, ha notificado a las autoridades la aparición de un rastro de bolas en la arena de la playa de Queiruga. Por su parte, el Servizo de Gardacostas, que interviene en el dispositivo de localización, retiró un saco detectado en la playa sonense de Caaveiro.
Debido a las corrientes marinas, las bolitas de plástico se han hido desplazando a otras zonas al sur como a la Ría de Vigo, pero también todavía más al norte, incluso ya fuera de Galicia, ya se han localizado pellets en playas de Asturias y se ha alertado al País Vasco.
Cabe señalar que, por su pequeño tamaño y peso ligero, resulta casi imposible recuperar las bolitas plásticas una vez que se esparcen por las playas. De hecho, ya se empieza a hacer comparativas de estos recientes hechos con el desastre del Prestige, el derrame de petróleo que tuvo lugar en el año 2002. Así pues, servicios de emergencias reconocen verse impotentes, porque las bolitas plásticas se extienden como migas de pan por la arena y carecen de medios efectivos para poder retirarlas: “Cando hai un montón xunto podémolo sacar ben, pero a maioría están moi esparcidas e son pequenas. Non se lle dá a importancia que ten”.
El gestor del barco había informado al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Fisterra que, a su vez, se lo comunicó a Costas y a la Delegación del Gobierno, y también se dio aviso a los ayuntamientos, según relatan los ministerios.
Según ha confirmado la Delegación del Gobierno, Bedeko ha reconocido que la carga es suya y se ha comprometido a recogerlas. La química ha pedido que se le notifiquen los sacos que van apareciendo para acudir a buscarlos.
Sin embargo, los ambientalistas aseguran que no es la primera vez que arriban estas bolitas de plástico a la orilla, sino que “es un tema recurrente” que haya barcos que pierdan parte de su carga en temporales. Los pellets de resina blanca han aparecido otras veces en la cornisa cantábrica y en la costa gallega. Estas bolsas llegan a la orilla o, simplemente, se van al fondo y, al descomponerse, liberan millones de pellets que pueden afectar a la fauna e invadir la arena.
Con la aparición de la contaminación de pellets de plástico en diferentes puntos de Galicia, los ayuntamientos han ido activando a sus propios equipos de limpieza. María Lago, alcaldesa de Muros, explica que son varios los arenales afectados en el municipio, que las labores de limpieza se estaban viendo dificultadas y que sus efectivos estaban literalmente barriendo la playa con una escoba porque los camiones de limpieza de playas tienen un tamiz por el que se cuelan. Asimismo, también recogieron un vehículo tipo pick-up lleno de sacos. Además, la alcaldesa se queja de la falta de apoyo de Xunta y Estado. En el caso de su municipio, solo disponen en estos momentos de dos trabajadores para hacer estas tareas. “Son los del servicio de emergencias y si, por ejemplo, hay un accidente tienen que dejar la playa e irse a atenderlo”, explica.
En Ribeira los servicios municipales de emergencias se hicieron cargo de la limpieza, aunque fuentes del Ayuntamiento consideran que no era su competencia. El alcalde, Luís Pérez Barral, explica que “por suerte” allí los sacos llegaron todavía bastante enteros y su contenido no se había dispersado tanto como en otros lugares en los días siguientes. Poco a poco, el material fue apareciendo más hacia el interior de la ría, en los municipios de Porto do Son y Noia, pero las playas de Muros son las que han recibido la peor parte.
Y hasta Noia se han desplazado el consejero del Mar, Alfonso Villares, y la consejera de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, donde hablaron de las medidas adoptadas por la Administración. Villares indicó que se ha activado el nivel uno del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Galicia. En cuanto a la limpieza, recalcó que compete a los ayuntamientos, pero precisó: «Imos activar persoal de Tragsa que axude aos concellos ao facer o traballo».
No obstante, varios grupos ecologistas demandan la acción de la Xunta y el Gobierno y piden tomar medidas inmediatas para evitar un desastre medioambiental.
Así pues, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), reclamó a través de un comunicado que la Xunta y la Demarcación de Costas de Galicia activen el plan de contingencias por contaminación marina accidental para hacer frente a la llegada de estos plásticos que, señala, pueden entrar en la cadena alimenticia.
Además, Adega denuncia que, pese a una primera alerta pública el 15 de diciembre, «ni la Xunta ni el Gobierno están haciendo nada para controlar los efectos de este vertido, detectar los puntos de contaminación o proceder a la retirada de los microplásticos». Mientras, algunos pescadores, servicios de protección civil, asociaciones locales y vecinas (como Noia Limpa), acuden ya de manera voluntaria a las playas para retirar estos plásticos de las costas.
Ante la gravedad de la actual situación, los miembros de Noia Limpa, que actualizan sus datos cada día y hacen un seguimiento exhaustivo a pie de playa, piden que se regule su transporte y que se creen protocolos en caso de vertidos como ya existe con los de crudo. Además, también reclaman una investigación para determinar la cantidad perdida de material y otra a los responsables.
Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica, asegura que, para movilizar sus medios, primero tendría que activar la Xunta su plan territorial y elevarlo a situación de emergencia 2 para pedir entonces medios del denominado Plan Ribera, previsto para episodios de contaminación en el mar. Señala que va a hacer un “seguimiento del vertido en la zona” y de la “potencial afección a las especies de fauna marina, en coordinación con las entidades e instituciones locales”.
Después de esto y tras las reclamaciones, la Xunta ha tenido que activar la situación de emergencia 2, tras la cual empeiza a llegar ayuda para la limpieza y retirada de los sacos a Galicia.
Fuentes: La Voz de Galicia, elDiario.es, El País y El Español quincemil