En este artículo os contamos todo lo que se sabe acerca del Coronavirus de Wuhan, el virus que ha diezmado a la población china y se está expandiendo por el resto del mundo, causando la COVID19, pero no sin antes explicaros qué son los coronavirus, qué tipos hay descritos y qué síntomas causa su infección.
¿Qué son los coronavirus? Tipos de coronavirus
Los Coronavirus son un género de virus ARN que pertenecen a la familia Coronaviridae, del orden Nidovirales. Se descubrieron por primera vez en los años 60 y su nombre deriva de su aspecto visto bajo el microscopio electrónico, cuya envoltura está “coronada” con un anillo de estructuras proteicas redondeadas. Sus diferentes tipos provocan diferentes enfermedades, desde un resfriado, hasta un síndrome respiratorio grave. Los coronavirus se transmiten de forma limitada entre humanos, generalmente por vía respiratoria, y ciertos animales, como los murciélagos, actúan como reservorios.
Por tanto, existen muchos tipos de coronavirus, como coronavirus de murciélagos, de camellos, coronavirus canino, coronavirus gatos o felino, etc. A continuación, nos centraremos en los coronavirus humanos.
Hay 7 cepas de coronavirus humanos conocidas:
- Coronavirus 229E (HCoV-229E): uno de los primeros en ser descritos y que estaba presente en un resfriado común.
- Coronavirus OC43 (HCoV-OC43): otro de los primeros coronavirus en ser identificado, también en los catarros y resfriados.
- Coronavirus NL63 (HCoV-NL63, New Haven Coronavirus): identificado en 2004, presente en enfermedades respiratorias más graves que los anteriores.
- Coronavirus HKU1: informado en 2005, también presente en enfermedades respiratorias.
- Coronavirus SARS CoV (SRAG): Síndrome Respiratorio Agudo y Grave, surgido en China en 2002 y que causó más de 800 muertes. Es de los más graves y letales. Afecta tanto a las vías respiratorias superiores como inferiores, causando una neumonía grave.
- Coronavirus MERS CoV (síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio, Cornavirus Novel 2012, Coronavirus HCoV-CEM): Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, identificado en Arabia Saudí en 2012, con 2500 casos confirmados y 850 fallecimientos. Es el más letal hasta el momento.
- Coronavirus de Wuhan, coronavirus 2019-nCoV (Covid-19) o SARS-CoV-2, neumonía de Wuhan (coronavirus de china): notificados los primeros casos a finales de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan (China), es similar al SARS; aunque no parece tan letal como el SARS o el MERS es muy infeccioso.
El nuevo Coronavirus de Wuhan (China), Coronavirus 2019 nCoV o Covid-19
Se notificaron los primeros casos del Coronavirus de Wuhan, Coronavirus SARS-CoV-2 o Covid-19 (llamado Coronavirus 2019-nCoV provisionalmente al principio), a finales de diciembre de 2019 en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, una ciudad sin costa y de unos 11 millones de habitantes de China. Desde entonces, el goteo de nuevos infectados ha sido continuo.
El contagio por el coronavirus de Wuhan, se ha extendido ya a más de 100 países: Francia, que ha sido el primero en Europa, junto a Italia (el segundo país con más casos en darse a conocer), Alemania y España; así como le han seguido Australia, Malasia, Estados Unidos, Irán, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Vietnam, Nepal, Singapur, Filipinas, Emiratos Árabes, Rusia, Tailandia, Reino Unido, México y países de Latinoamérica; donde al principio de la pandemia, los infectados habían contraído la enfermedad en China.
[adinserter block=»4″]
Los expertos apuntan que la tasa de mortalidad del nuevo patógeno es baja, sobre el 6%, en comparación con virus similares. Al virus del SARS se le atribuye una mortalidad de entre el 10% y el 18% de los casos, y la del MERS alcanza al 35% de los enfermos notificados, según la OMS. Así que, por ahora, el Covid 2019 se puede considerar menos agresivo en sus consecuencias, comparado con el SARS y el MERS. Sin embargo, es mucho más contagioso e infeccioso. Además, el virus ya ha mutado y sus nuevas variantes son todavía más contagiosas, hasta un 70% más que el coronavirus original, por lo que hay que tener mucho cuidado.
El origen del brote, fue localizado en un mercado de «marisco y pescado» de la ciudad de Wuhan. Las autoridades chinas han confirmado que la transmisión no solo fue por contacto con animales, sino que también se transmite entre personas, mediante la saliva, tos e incluso objetos o sustancias contaminadas por el virus. El mercado ya fue clausurado el 1 de enero y se aplicaron medidas de desinfección, lo que está dificultando que se pueda trazar el origen de la infección; es decir, saber qué animal ha provocado el contagio. En este mercado se vendían tanto animales muertos como vivos, salvajes y domésticos, incluidas marmotas, pájaros, murciélagos y serpientes. No obstante, todo apunta a que en el origen de esta pandemia, un murciélago pasó el virus a un pangolín (una especie protegida y la víctima más traficada del mundo) que podría haber sido consumido clandestina e ilegalmente.
Según un informe publicado por científicos chinos en la revista Journal of Medical Virology, una posible fuente del coronavirus de Wuhan, podía ser una de las especies de serpiente que se vendían en dicho mercado. Otras posibles fuentes incluyen aves y mamíferos. Para realizar esa afirmación, han comparado el genoma de cinco muestras del nuevo virus con 217 virus similares obtenidos de otras especiales animales. Según los autores, el nuevo virus se parece genéticamente al que se halla en murciélagos, que son los reservorios naturales de otros coronavirus, pero es más similar al que se encuentra en serpientes.
No obstante, investigadores del programa de sanidad animal del IRTA, explican que han realizado una prueba y han estudiado las probabilidades de que el coronavirus proceda de serpientes “y la probabilidad era muy baja”. Además, no hay ningún precedente de un reservorio en reptiles en coronavirus. Según explican desde el CReSA-IRTA, los coronavirus “son enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmiten de animales a humanos, aunque también tienen capacidad para transmitirse entre humanos. Esto es posible, porque el virus adquiere una serie de mutaciones genéticas que le permiten infectar al humano y replicarse en sus células”.
En cuanto a las medidas tomadas por las autoridades contra el coronavirus de Wuhan, al principio, la OMS había determinado no tratar a la neumonía como una emergencia internacional, pero finalmente si ha tenido que hacerlo (el 30 de enero de 2020), y además, incide en que se tomen medidas de protección para el contacto con animales y se cocinen convenientemente todos los alimentos de origen animal.
En Wuhan, se designaron una serie de hospitales y clínicas que tratan específicamente a los pacientes con los síntomas descritos. Además, la ciudad cerró los mercados sospechosos de tener relación con el brote, incrementó el control a los animales, y todos los transportes se clausuraron para evitar la extensión del virus. Del mismo modo, las autoridades chinas decidieron suspender todo el transporte y pidieron a los ciudadanos que no salgan de sus casas sin «razones especiales».
Así pues, en Wuhan estuvieron las calles prácticamente vacías, las estaciones cerradas y en los supermercados apenas había alimentos. Mientras tanto, los hospitales de la ciudad no daban abasto y por ello, se pusieron a construir a toda prisa un hospital prefabricado con capacidad para albergar mil camas.
[adinserter block=»4″]
Otra de las urbes cercadas fue Huanggang, a 70 kilómetros de Wuhan. Además de detenerse el transporte público y los servicios de tren hasta nueva orden, se decretó el cierre de cafeterías y cines, y sus 7,5 millones de habitantes no podían abandonar la localidad, salvo en circunstancias especiales. Situación similar se vivió en Ezhou, de un millón de habitantes, donde también dejó de funcionar la estación de tren, así como Pekín también anunció la suspensión de sus servicios de autobuses interprovinciales, entre sus medidas para evitar contagios.
A nivel nacional, el Gobierno chino, decidió suspender los viajes organizados al extranjero. Las agencias de viaje chinas, no podían vender reservas en hoteles ni viajes para grupos. Además, el Consejo de Estado de China, también decidió que los pasajeros fueran sometidos a un control de temperatura en los aeropuertos, puertos, estaciones de autobuses y de tren. También, se hizo hincapié en la necesidad de un temprano diagnóstico y aislamiento médico para evitar contagios y dar un tratamiento adecuado.
Con decisiones así, el Gobierno buscó aislar a la población donde se originó el brote y evitar que se propagase en vísperas de que el país viva la mayor migración planetaria anual, con motivo del Año Nuevo Lunar, cuando se producen hasta 3.000 millones de desplazamientos. Y precisamente, Wuhan es un importante nudo de comunicaciones, donde por sus estaciones y aeropuertos, suelen pasar millones de personas en estas fechas.
Por su parte, el presidente de China, Xi Jinping, otorgó «máxima prioridad» a la erradicación de la enfermedad que, según la agencia estatal de noticias Xinhua, se ha convertido en «una emergencia de salud pública».
Asimismo, tanto aeropuertos de la gran mayoría de los países asiáticos, así como de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Rusia, entre otros, establecieron medidas de control con controles médicos para detectar viajeros procedentes de las zonas afectadas, aunque prácticamente todas las aerolíneas ya han dejado de volar desde el entorno de Wuhan.
Posteriormente, se ha informado del levantamiento de la cuarentena en Wuhan, así como en el resto de China, aunque de forma paulatina y con mucho cuidado.
Síntomas y tratamiento del coronavirus
No todos los coronavirus son peligrosos y muchos de ellos se pueden tratar de forma eficaz. Los coronavirus menos virulentos causan los resfriados, con síntomas importantes como fiebre e inflamación de las adenoides de la garganta, en los seres humanos, principalmente en las temporadas de invierno y primavera temprana. No obstante, los coronavirus pueden causar neumonía, ya sea directa neumonía viral o una neumonía bacteriana secundaria, y bronquitis, ya sea bronquitis viral directa o una bronquitis bacteriana secundaria.
En concreto, el coronavirus de Wuhan, infecta las vías respiratorias y causa síntomas que van desde un cuadro leve (tos seca, fiebre…), a graves dificultades para respirar y una neumonía potencialmente mortal. Sin embargo, cabe indicar, que al igual que ocurre en otros virus, los expertos consideran que es probable que haya casos asintomáticos de portadores.
Tal y como ocurre con el virus de la gripe, los síntomas más graves (y la mayor mortalidad) se registra tanto en personas mayores, como en aquellos individuos con inmunodepresión o con enfermedades crónicas como diabetes, algunos tipos de cáncer o enfermedad pulmonar crónica.
[adinserter block=»4″]
Para su diagnóstico, China compartió con la OMS la secuencia genética del virus, cinco días después de su identificación. Esto permitió crear un protocolo de diagnóstico específico con el que cuentan todos los países miembros. Sin los análisis, es prácticamente imposible distinguirlo de otro tipo de neumonía, o incluso de una gripe. Los test más extendidos se basan en la detección de los genes del virus por la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), pero a estas pruebas, se le están uniendo otras con los objetivos de abaratar el coste y acelerar el diagnóstico, test rápidos que no precisan el envío de las muestras a grandes centros automatizados, sino que pueden realizarse en los puntos de atención médica o incluso en el propio domicilio, como los test serológicos, que detectan los anticuerpos contra el virus en la sangre y permiten no solo diagnosticar a los enfermos, sino también detectar quiénes han superado la infección incluso sin síntomas.
Asimismo, el control de la temperatura (con cámaras térmicas y termómetros digitales) de las personas que llegan a un aeropuerto procedentes de zonas afectadas, ha sido una de las primeras medidas que se han puesto en marcha para detectar posibles casos del coronavirus de Wuhan, tal y como se hizo con brotes anteriores. También se realizan cuestionarios a los viajeros, y en caso de sospecha, se les somete a evaluación y, en su caso, se les traslada a centros sanitarios.
En cuanto a su curación, ya son muchas las organizaciones que han lanzado una vacuna, estando los Estados Unidos y China a la cabeza de este arduo trabajo, seguidos de Reino Unido.
Las investigaciones siempre parten de la premisa de que el desarrollo de vacunas se caracteriza por un alto nivel de fracaso, pero cabe indicar que nunca antes la comunidad científica internacional había actuado tan coordinadamente ni con tantos recursos para solucionar un problema.
Así pues, en EE. UU. han desarrollado una vacuna (denominada PittCoVacc) basada en el trabajo anterior de la Universidad de Pittsburgh contra el SARS y el MERS, que se ha probado en ratones y esperan poder empezar los ensayos en humanos en los próximos meses. Aquí también la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, elaboraron una vacuna basada en ARN mensajero que ha demostrado en los ensayos clínicos, una eficacia del 95% en todos los grupos de población, y además, no se ha detectado ningún problema de seguridad importante, salvo dos sanitarios británicos, con antecedentes de alergias severas, por lo que el Reino Unido ha recomendado no administrarla a pacientes con alergias severas. Mientras que la farmaceútica Moderna también desarrolló una vacuna de ARN mensajero, pero combinado con el código genético del virus y tiene una eficacia del 94%, de la que España participa en su proceso de producción.
[adinserter block=»4″]
Por su parte, China dispone de la vacuna CoronaVac, fabricada por la compañía biofarmacéutica Sinovac y que ya fue enviada a Indonesia para una campaña de vacunación masiva. Esta propuesta, parte de virus inactivos purificados y ha generado muchas expectativas. Sin embargo, no es la única en este país, ya que China también está desarrollando otros dos dos proyectos independientes entre sí y muy prometedores, detrás de los cuales está Sinopharm, el gigante farmacéutico de carácter estatal.
En cuanto a España, en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) se está trabajando en una vacuna contra el Covid-19 que tiene como fin activar el sistema inmunológico y producir anticuerpos y linfocitos T que ataquen el virus; así como la vacuna experimental RUTI, desarrollada por el Hospital Germans Trias i Pujol y fabricada por la farmacéutica Archivel Farma, ha sido la primera que ha recibido la autorización para realizar un ensayo clínico, aunque solo en Argentina.
Y por otra parte, en el campo de los nuevos tratamientos específicos contra el coronavirus de Wuhan, uno de los enfoques es el uso de anticuerpos monoclonales (moléculas similares a las que nuestro sistema inmune fabrica para combatir las infecciones diseñadas en el laboratorio para dirigirse contra ciertas partes del virus). Y un segundo enfoque, consiste en crear fármacos que interfieran con las proteínas vitales del virus. Sin embargo, cualquier nuevo tratamiento deberá superar un largo proceso de ensayos clínicos, lo que plantea un horizonte de años de espera, aunque, a fecha de octubre de 2021 ya se ha lanzado un medicamento concreto para el Coronavirus Covid-19. Asimismo, también se está probando el empleo de medicamentos para otras enfermedades, como el ébola o la malaria, y que muestren actividad contra el Coronavirus 2019.
[adinserter block=»4″]
Por su parte, la asistencia médica se centra en los síntomas y en dar soporte vital al enfermo, con antivirales, esteroides y oxígeno. Además, la tecnología se pone a favor de colaborar tanto en el diagnóstico como en el tratamiento del Covid 2019. Son ya varios los desarrolladores de software que han lanzado apps de móvil para hacer diagnósticos rápidos de la enfermedad, y por otra parte, científicos le encargaron a la máquina más rápida del mundo, el superordenador propiedad de IBM, ejecutar miles de simulaciones para encontrar compuestos farmacológicos capaces de combatir el coronavirus, el cual identificó 77 posibles tratamientos (de los que ya se escogieron los 7 más prometedores).
Finalmente, para su prevención, entre los consejos divulgados por los medios de comunicación chinos y la OMS, están el uso de las mascarillas para cubrirse la nariz y la boca, toser o estornudar hacia el codo, evitar el contacto con animales o usar protección para ello, lavarse las manos de manera frecuente, evitar salir de casa nada más que para lo imprescindible, además de contactar con los servicios médicos tan pronto como se identifiquen los síntomas.
Fuentes: Wikipedia, Cuídate Plus, RTVE, RTVE vacuna, El País, La Vanguardia y BBVA OpenMind
