Desde el descubrimiento del primer fósil de un neandertal en la cueva del Sidrón (Asturias) en 1994, se han extraído más de 2500 fósiles pertenecientes a trece individuos, seis adultos y seis menores, de una misma familia; así como también se ha podido “pescar” ADN mitocondrial de sedimentos de la cueva mediante un nuevo método.
Aplicando un protocolo de excavación limpia para evitar cualquier contaminación por parte de los investigadores, se han podido realizar los siguientes descubrimientos, a partir del análisis de los fósiles extraídos de la cueva del Sidrón:
- Tenemos ADN neandertal: entre el 1 y el 4% del ADN de las personas de ascendencia europea, es herencia directa de los neandertales.
- Los neandertales ya podían hablar: ya tenían el gen FOXP2 con las dos mutaciones, igual que nosotros. El gen FOXP2 es un factor de transcripción que activa otros genes, interviniendo así en múltiples funciones; mientras que las dos mutaciones, permiten el desarrollo de las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje.
- Las mujeres abandonaban el clan: esto se deduce tras el análisis del ADN mitocondrial, el cual se hereda de la madre, y que ha permitido reconstruir las relaciones de parentesco entre los neandertales de la cueva del Sidrón. Los tres hombres adultos tenían el mismo ADN mitocondrial, siendo parientes cercanos, mientras que las 4 mujeres tenían este ADN diferente, procediendo de otras familias. Y los menores, tenían todos el ADN mitocondrial igual que alguna de las mujeres, por que serían sus madres, tías o abuelas. Todo esto indica que las mujeres abandonaban el clan al llegar a la edad de reproducción.
- Eran pelirrojos y de piel clara: analizando el gen MC1R de los fósiles de la cueva del Sidrón, el cual determina el color del cabello y de la piel, se vio que esos neandertales tenían el pelo rojizo y la piel clara.
- Se automedicaban: el análisis genómico del sarro acumulado en los dientes ha revelado que uno de los adultos estaba enfermo y había ingerido componentes de un árbol que contiene ácido salicílico y hongos del género Penicillium. Además, una de las mujeres había ingerido manzanilla y aquilea.
Por primera vez se halla ADN neandertal en sedimentos, en donde no había huesos
Por otro lado, se ha conseguido por primera vez, hallar ADN de neandertales y denisovanos, junto a otras especies, donde no había huesos; gracias a una innovadora técnica desarrollada por un equipo internacional en el que participan también científicos españoles del CSIC, la Universidad de Oviedo y el Instituto de Biología Evolutivo de la Unversitat Ponpeu Fabra.
«Hemos podido extraer ADN mitocondrial contenido en los sedimentos de ocho yacimientos arqueológicos. Hasta la fecha, el ADN procedía siempre de restos físicos de neandertales, denisovanos y otras especies de homínidos», explica Antonio Rosas, investigador del CSIC en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid y que ha participado en el estudio. El ADN mitocondrial es una molécula que porta la información genética de las mitocondrias, los orgánulos de las células que heredamos de nuestras madres. A diferencia del ADN nuclear, el cromosoma mitocondrial tiene una estructura circular y cuenta con un número mucho más pequeño de «letras», lo que facilita su análisis.
En el estudio, los investigadores analizaron en total 85 muestras de sedimentos de hace entre 550.000 y 14.000 años, procedentes de ocho yacimientos arqueológicos situados en diferentes localizaciones de Europa y Asia. El equipo estudió distintas cuevas situadas en Rusia, Francia, Croacia, Bélgica y España, entre ellas, la cueva del Sidrón (Asturias).
La principal novedad de la técnica es que permite aprovechar lo que hasta ahora se desechaba, el sedimento del suelo, que en realidad puede contener secuencias de ADN de los seres vivos que ocuparon ese terreno. Así, han encontrado ADN mitocondrial procedente de animales como hienas, caballos, vacas, ciervos o perros en algunas de las localizaciones estudiadas, además de las secuencias genéticas que corresponden a neandertales y denisovanos.
En el caso de la cueva del Sidrón, los científicos analizaron una sola muestra de sedimento, la cual ha resultado ser positiva para el ADN mitocondrial de Homo neanderthalensis. Sin embargo, Antonio Rosas puntualiza que aún no saben si el ADN hallado en El Sidrón correspondería a algunos de los individuos descubiertos en la extracción de fósiles, o si, por el contrario, las secuencias genéticas estudiadas pertenecen a un decimocuarto homínido.
«Este es un primer paso: nuestro objetivo no era tanto identificar individuos, sino más bien encontrar ADN de neandertales en el sedimento donde parecía no haber nada”, comenta Rosas. Además, a medio y largo plazo, su metodología quizás también pueda aplicarse a la investigación forense.
Fuentes: La Vanguardia e Hipertextual