La Cumbre del Clima 2019 es la COP que se acaba de celebrar desde el día 2 de Diciembre en Madrid, también conocida como COP25 o COP 2019. Esta COP ha estado más presionada que nunca por una sociedad que exige a gritos medidas contundentes a los Gobiernos para ajustarse a las recomendaciones de los científicos contra el cambio climático.
Políticamente, la COP25 supone una oportunidad para que todos los países tomen decisiones ambiciosas e informen sobre sus planes de reducción de emisiones. Europa ya ha dado un paso al frente, siendo la primera en declarar la emergencia climática el 28 de noviembre. También es el momento de dotar a las comunidades más pobres y vulnerables al cambio climático, de los recursos necesarios para afrontar los graves impactos del calentamiento global.
En cuanto a participantes de la Cumbre del Clima 2019, la Unión Europea está representada por dos vicepresidentes de la Comisión Europea, entre ellos el responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, así como por varios comisarios y una delegación de eurodiputados, en la segunda semana de dicho evento.
Con respecto a ONG y grupos y asociaciones ecologistas, bajo el lema ‘Es tiempo de actuar’, WWF participa en la COP25 en Madrid. En WWF trabajan para frenar la pérdida de biodiversidad en el planeta reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera. Según sus palabras, “en esta Cumbre del Clima, debemos avanzar con mayor contundencia y urgencia y otorgar a la conservación de la naturaleza su potencial para lograr una mejor adaptación y mitigación al cambio climático. Por ejemplo, los bosques y océanos absorben grandes cantidades de C02 de la atmósfera”.
Además del equipo de WWF España, otros miembros de la red de WWF expertos en biodiversidad y en clima y energía, estuvieron presentes en el pabellón Panda HUB dentro del Espacio Azul en el Ifema. “Nuestra presencia en el Espacio Azul es estratégica para trabajar con los políticos en la obtención de objetivos más ambiciosos, ya que es en esta zona de acceso restringido donde tienen lugar las reuniones y debates con las delegaciones de todos los países participantes. Somos la única ONG con un pabellón (el número 6) en la zona azul”. Asimismo, en el Espacio Verde (habilitado para que cualquier ciudadano/a pueda participar en esta Cumbre Climática), hubo charlas y talleres para sensibilizar e informar a la sociedad sobre la emergencia climática, entre los cuales WWF estuvo presente.
Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción, se ha referido al transporte como el sector que más gases de efecto invernadero (GEI) genera «con mucha diferencia», por lo que ha demandado al nuevo Ejecutivo que impulse una movilidad «no motorizada». Ha defendido la fiscalidad verde como una herramienta «con gran potencial para incentivar una economía baja en carbón» y en este sentido, se ha referido a la necesidad de fomentar los vehículos cero emisiones o el ferrocarril público electrificado, frente a la alta velocidad o el transporte aéreo.
Blanca Ruibal, coordinadora de Amigos de la Tierra, ha subrayado que la transición ecológica «implica un cambio sustancial de nuestra economía muy rápido que tiene que tener enfoque en la transición justa, para que estos cambios no dejen a nadie atrás». Ha abogado por modificar el impuesto de la electricidad «para incentivar el ahorro» o gravar la ganadería industrial, «uno de los sectores que más emiten», así como luchar contra el desequilibrio territorial o el abandono rural «desincentivando el cambio de uso rural a uso urbano».
Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, ha recordado la necesidad de «elevar la voz por la biodiversidad, la eterna olvidada en las políticas ambientales y la única aliada posible para que la transición ocurra». En su opinión, el nuevo Gobierno «debe tener en cuenta las soluciones basadas en la naturaleza como única posibilidad de ganar en ambición», y para ello, «hay que pedir que la financiación esté a la altura de una política de Estado».
Sin embargo, los grandes protagonistas de la Cumbre del Clima 2019, son los activistas de “Jóvenes por el Clima” y “Fridays for Future”, con Greta Thunberg como líder y estrella principal. Así pues, la gran manifestación multitudinaria “Marcha por el Clima 2019”, ha recorrido las calles de Madrid el viernes 6 de diciembre con Greta Thunberg como protagonista.
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La manifestación ha sido convocada por las plataformas Fridays For Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima, con el apoyo de las organizaciones chilenas Cumbre de los Pueblos, Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) y Minga Indígena. Asimismo, se sumaron diversas organizaciones, plataformas y movimientos sociales, sindicales y ambientales. Los organizadores de la manifestación, aseguran que 500.000 personas han secundado la Marcha por el Clima, por lo que sería de las más importantes celebradas en el mundo contra el cambio climático.
Todos ellos, «exigen medidas reales y ambiciosas a la comunidad internacional reunida en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25)». Entre las medidas que reclaman están: «lograr una reducción del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030», «limitar el calentamiento del Planeta a 1,5ºC según el Climate Action Tracker», y «ajustar en las fronteras de la Unión Europea las emisiones de carbono».
La Marcha por el Clima comenzó a las 18.00 horas en Neptuno, en lugar de Atocha, como estaba previsto, debido a la gran cantidad de manifestantes que se había reunido. Desde ahí, continuó por el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, hasta terminar en Nuevos Ministerios.
La manifestación estaba formada por dos bloques: el primero dedicado a los chilenos y los indígenas y, el segundo, con el movimiento “Fridays For Future”. Así, la cabecera principal de la marcha, cuyo lema es “El mundo despertó”, estaba copada por representantes de los pueblos indígenas y de la sociedad civil. A continuación, estaba la cabecera de “Fridays For Future”, acompañada de una decena de grupos con sus propias pancartas, todos los colectivos ecologistas, feministas, profesores, sindicatos, médicos, etcétera.
Ha sido significativa la presencia latinoamericana en la Marcha por el Clima. Por ejemplo, Gilena Cricachí ha venido desde la Amazonia brasileña a Madrid con una representación indígena brasileña para clamar contra el presidente Bolsonaro y luchar «por la salud del planeta y la defensa de la vida».
Bajo una pancarta que rezaba “Católicos por el cuidado de la casa común”, distintas asociaciones católicas también se unieron a la marcha. “No hemos querido hacer distinción de organizaciones para mostrar una Iglesia unida, más allá de los nombres”, explicó el coordinador en España del Movimiento Católico Mundial por el Clima, Gabriel López Santamaría. Entre las citadas organizaciones figuran Cáritas, Manos Unidas y la Conferencia Episcopal, que ayer también organizaron un encuentro en la Fundación Pablo VI en torno a tres aspectos: la educación como motor del cambio social, las inversiones éticas y la desinversión en combustibles fósiles. “Distintas entidades de la Iglesia en España ya estaban realizando acciones en torno al cambio climático, pero el anuncio de que Madrid acogería la cumbre funcionó como aglutinante”, señala López.
Por otro lado, además de la gran manifestación, también se llevaron a cabo numerosas actividades y foros paralelos, de la mano de empresas, ONG y científicos. Así, en la denominada Zona Verde de la Cumbre del Clima 2019, se analizó el papel de las áreas marinas protegidas, la importancia de la comunicación desde la educación, o los desafíos climáticos del sector alimentario. En esta zona, también intervino el actor Javier Bardem, en un evento sobre la protección de los océanos.
Fuera del recinto de la COP25, además de la manifestación, el Eje cultural-ambiental “Castellana Verde” acogió visitas guiadas al jardín vertical de Caixa Forum y talleres del grupo de arquitectos ante el cambio climático. Además, en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, tuvo lugar la reunión para impulsar acciones que protejan la salud ante los efectos del cambio climático y que pretende alimentar los debates de la Cumbre del Clima COP25. En esta reunión, intervinieron, entre otros, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus (por vídeo); la ministra española de Sanidad, María Luisa Carcedo; la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet; y la directora de Salud Pública de la OMS, María Neira.
Asimismo, el Real Madrid también se ha unido a la Cumbre del Clima 2019 con la instalación en la fachada principal del Santiago Bernabéu de una lona ecológica hasta el día 13 de diciembre. Esta lona es microperforada e ignífuga, y tiene un tratamiento ecológico que transforma la polución y la suciedad en vapor de agua, haciendo que se eliminen las bacterias. Así, cada tres metros cuadrados de lona, aspira la cantidad correspondiente de dióxido de nitrógeno que desprende un vehículo durante un año, explicó el club.
También cerraron la Marcha por el Clima, algunos rostros conocidos, como el actor Javier Bardem y el cantante Alejandro Sanz, así como Amaral y Maccaco dieron un concierto para concluir el acto. Este último, ha sido galardonado con un Ondas por su capacidad de llevar el mensaje de conservación a las nuevas generaciones.
El actor Javier Bardem ha dicho en primer lugar, durante un debate sobre la Antártida y el océano, que “el cine debería centrarse más en el cambio climático porque hasta ahora se han hecho películas sobre catástrofes naturales, pero no se ha puesto el foco en este problema. En España ya hay más conciencia porque el rodaje de una película tiene mucha huella ecológica», opinó el actor, y también aseguró que “ya hay iniciativas como prohibir las botellas de plástico de un solo uso”. En el acto final de la Marcha por el Clima, Bardem explicó que «tenemos 10 años para frenar el cambio climático. Exigimos más ambición a las potencias mundiales. No queremos palabras sino hechos ya». Sin embargo, también leyó un manifiesto en el que protagonizó el momento más polémico de la noche, cuando insultó al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, así como al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Y por su parte, Alejandro Sanz, que ha inaugurado la sesión de Alto Nivel de la Cumbre del Clima 2019, ha anunciado que medirá la cantidad de CO2 que emiten sus conciertos y que hará todo lo posible por reducir su huella de carbono. También ha pedido a los políticos allí reunidos que pensasen en los niños y les pidió que fuesen valientes para avanzar en las medidas frente al cambio climático.
Greta Thunberg, la estrella de la Cumbre del Clima 2019
Sin embargo, y sin duda alguna, quien se ha llevado todo el protagonismo en esta Cumbre del Clima 2019, ha sido la activista sueca de 16 años Greta Thunberg. Ella ha logrado lo que ninguna otra voz para aumentar la visibilidad del problema del cambio climático. Un movimiento de millones de personas originado por una adolescente con asperger que un día de agosto de 2018 faltó a clase para protestar con una pancarta en la que se leía «Skolstrejk för klimatet« (“en huelga escolar por el clima”, en sueco) en las calles de Estocolmo. Esta es la segunda cumbre climática a la que Thunberg acude, siendo la primera a la que fue la COP24 de Katowice (Polonia), y ya se ha convertido en una estrella mediática e icono de la lucha contra el cambio climático.
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Para llegar a la Cumbe del Clima 2019, Thunberg ha ido primero a Lisboa y luego, de ahí a Madrid. Partió de los Estados Unidos utilizando el barco ecológico “La Vagabonde” y tras 21 días de travesía, llegó al muelle de Santo Amaro en Lisboa, con 4 horas de retraso.
Una vez allí, en Lisboa, ofreció una rueda de prensa. Además, también se reunió con jóvenes activistas y con el alcalde, Fernando Medina, y una delegación de parlamentarios lusos. «Estamos en emergencia climática, precisamos de un punto de vista global, trabajar en conjunto para garantizar condiciones de vida para la humanidad en el futuro», ha afirmado la joven en sus primeras declaraciones.
Para trasladarse de Lisboa a Madrid, Greta Thunberg ha optado por el tren nocturno Lusitania, tras rechazar viajar en avión por la alta emisión de gases contaminantes y otras ofertas tan dispares como ir en vehículo eléctrico o en burro.
Tras su llegada a Madrid, casi sin que nadie lo supiera, se acercó al Ifema, donde no la esperaban hasta la siguiente semana. Allí, sobre las 11 de la mañana del viernes 6 de diciembre, Greta Thunberg se paseó por el recinto y se unió a una sentada de chicos de su edad de “Jóvenes por el Clima”, que luego se cogieron de la mano, coreando canciones y lemas. Además, ha mantenido un encuentro con la joven activista india de 8 años, Licypriya Kangujam.
Posteriormente, ofreció el mismo viernes 6 de diciembre, a las 16:30 horas (un par de horas antes de la manifestación “Marcha por el Clima”), una conferencia de prensa en el centro cultural La Casa Encendida, cerca de la plaza de Atocha, junto con otros integrantes del movimiento “Fridays for Future” y “Juventud por el Clima”.
«En Suecia estamos aprovechando el impulso y volviéndonos cada vez más grandes, se escuchan nuestras voces cada vez más, pero por supuesto, esto no se traduce en acción política, como imagino que ocurre en la mayoría de países», ha lamentado Thunberg en su primera respuesta y reclama que «necesitamos más activistas climáticos. «No tenéis que escucharme a mí antes que a otra persona», ha afirmado. “Una figura como yo no es mucho, soy una pequeña parte de un gran movimiento», ha sentenciado. Preguntada por el papel de la Cumbre del Clima, ha respondido: «Espero que la COP25 lidere y llegue a algo concreto y produzca consciencia a más población». «Es imposible que nadie sepa cómo será el aspecto del mundo en 10 años. Tenemos que adaptarnos y solventar los problemas y hacer todo lo posible. A todos lo que no están aquí, les digo que no podemos permitirnos más días sin que se tomen acciones reales».
Thunberg, en la respuesta final de la rueda de prensa: «Hemos logrado muchas cosas. Hemos logrado concienciación y creado debate, y ese es un gran paso, pero no suficiente. Las emisiones de CO2 no se están reduciendo, sino aumentando. Así que, evidentemente, no hay victoria. Queremos ver acciones reales y estas no han tenido lugar».
Sin embargo, el discurso más duro corrió a cargo de Vanessa Nakate, representante de “Fridays For Future” en Uganda: “En mi país y en otras naciones africanas, la gente se ha quedado sin hogares, se han quedado huérfanos. Recordad que ya están muriendo personas como consecuencia de esta crisis. No es sólo sobre el futuro, es ahora. Si no pueden hacerlo por nosotros, háganlo al menos por sus hijos y nietos”.
Shari Crespi, de “Fridays For Future España”, también fue explícita cuando argumentó: “Llevamos tiempo discutiendo sobre las causas del cambio climático y no nos damos cuenta de que la gran causa es el colonialismo. Les pido a los políticos que no dejen que se ponga precio a la vida”.
En la manifestación “Marcha por el Cima” y bajo el lema “El mundo despertó ante la emergencia climática”, la presencia de Greta Thunberg fue intensa, pero breve. A pesar de que en la cabecera habían preparado una zona de seguridad, ella apareció en otro lugar de la manifestación, y debido a la imposibilidad de poder avanzar a pie y por recomendación de las fuerzas de seguridad, abandonó el lugar en un vehículo eléctrico, hasta que volvió a aparecer al término de la marcha, en Nuevos Ministerios, donde leyó su manifiesto.
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En este acto, en primer lugar, dice en español que está muy contenta de estar en Madrid y da las gracias a los asistentes por venir. Luego, continua en inglés: «Vosotros sois la esperanza. Tenemos que hacer que se escuchen nuestras voces. Los líderes nos están traicionando y decimos basta ya porque no tenemos otra opción», ha sentenciado antes de abandonar el escenario.
Ya el domingo, la activista ha acudido a la Cumbre Social por el Clima, más conocida como “la contracumbre” alternativa a la COP25, que se celebra en la Universidad Complutense de Madrid. Este evento se organizó de acuerdo a seis ejes temáticos, con el eje central de los «límites planetarios» del agua y la energía. En la jornada del domingo, había programadas cerca de 70 actividades, entre charlas, debates, talleres y ponencias sobre diversos temas relacionados con la lucha contra el cambio climático, la defensa del medio ambiente y los derechos humanos, desde conciencia ecológica, cicloturismo, justicia climática, activismo o feminismo, entre otros muchos. «El objetivo de la Cumbre Social es funcionar como movimiento de contestación frente a la Cumbre oficial para decir lo que no se está diciendo entre las cuatro paredes de la Cumbre oficial», señala uno de los portavoces de la iniciativa y responsable de Internacional en Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa.
Al día siguiente, lunes 9 de diciembre, Greta Thunberg participó en el acto “Niños y jóvenes ante el cambio climático”, junto a la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore, así como con otros jóvenes activistas de distintas partes del mundo. En este acto, Thunberg cedió la palabra a esos jóvenes activistas ya que, según dijo, «sus historias deben ser escuchadas en un contexto como este donde somos objeto de tanta atención mediática».
Asimismo, en otro momento de su intervención, la activista se refirió a los pueblos indígenas: “los pueblos indígenas están sufriendo y son los más afectados por la violencia, los que están más expuestos a las consecuencias del cambio climático, ya que tienen que estar en equilibrio con la naturaleza. Por eso tenemos que ayudarles, porque son muy valiosos por su conocimiento de la naturaleza, algo que nos puede ser útil para luchar contra el cambio climático”, subrayó.
El martes, la activista aprovechó su poder para atraer a la prensa a un acto con científicos en la Cumbre del Clima 2019 de la ONU. Su mensaje se oyó en un auditorio de la zona azul, donde se realizaron las negociaciones de representantes de cerca de 200 países. «Mi voz ha sido escuchada demasiadas veces», dijo Thunberg al comienzo. «Tenemos una plataforma que debe usarse y por eso hemos creado este evento, para que las voces de los científicos se hagan más fuertes». La joven espera presionar con el evento a los líderes políticos para que escuchen la voz de la ciencia, en lugar de a las empresas.
La conversación fue moderada por su colega alemana Luisa Neubauer. Les acompañaron dos vicepresidentes del IPCC, el panel internacional de expertos que asesoran a la ONU, Ko Barrett y Youba Sokona; Rachel Cleetus, una economista de la Unión de Científicos Preocupados; Sivan Kartha, del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo; y William Moomaw, de la Fletcher School (Universidad de Tufts, en Estados Unidos).
Los científicos hablaron sobre la urgencia de la situación, citando algunos de los reportes que la ONU ha elaborado sobre los daños en los océanos o las tierras de cultivo. Asimismo, han agradecido a los jóvenes porque han «catapultado» el impacto de sus investigaciones. Barrett dijo que la contribución de los jóvenes o los indígenas ha enriquecido la conversación. «Tal diversidad de perspectivas han hecho nuestras investigaciones más robustas y más representativas», afirmó.
Finalmente, el miércoles, Greta Thunberg tuvo su última intervención en la Cumbre del Clima 2019, en el plenario de la misma. La activista pronunció un discurso delante de los representantes de 196 países, en el que tuvo un tono menos victimista, lanzando incluso reproches a los políticos: “el mayor peligro no es la inacción, es cuando los políticos hacen como que actúan y en realidad no hacen nada. Lo que se debe hacer en la COP, es encontrar soluciones holísticas pero, por el contrario, parece haberse convertido en una especie de oportunidad para que los países negocien lagunas y eviten aumentar la ambición”, ha lamentado.
«En solo tres semanas entraremos en una nueva década, una década que definirá nuestro futuro. Ahora mismo estamos desesperados por alguna señal de esperanza, y les digo que hay esperanza, la he visto, pero no viene de los Gobiernos o las corporaciones, viene del pueblo. Cada gran cambio en la Historia ha venido del pueblo», ha dicho la adolescente sueca.
Thunberg ha citado varios datos de reportes científicos para apoyar su llamada a la acción. Ha recordado que para tener un 67% de posibilidades de evitar que la temperatura media global suba un grado y medio, los científicos concluyeron en 2018 que solo podrían ser emitidas 420 gigatones de CO2 adicionales, y al ritmo actual de emisiones, esa cifra se alcanzaría en solo ocho años más.
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Según la joven, en las cuestiones relacionadas con el cambio climático, “no existe una equidad”, por lo que Thunberg ha llamado a que los países ricos sean los primeros en reducir sus emisiones y llegar a emisiones cero, para que después puedan hacerlo los estados más pobres. “Los países del G-20 representan casi el 80 por ciento de emisiones totales. El 10 por ciento de la población más rica produce la mitad de las emisiones de CO2, mientras que el 50 por ciento de los países más pobres, solo una décima parte. Tenemos trabajo que hacer, pero algunos tienen más trabajo que otros”, ha espetado.
Y tras su discurso, la activista ha puesto marcha a su viaje de vuelta a su casa en Suecia. Para esta ocasión, viaja en tren, autobús eléctrico y coche eléctrico, acompañada de su padre.
Otros jóvenes activistas menos escuchados
Sabemos que la aparición de Greta Thunberg ha inspirado a muchos jóvenes en todo el mundo, no obstante, ya antes que ella, había por ahí otros niños activistas defendiendo el Medio Ambiente en su país, pero que no han sido tan reconocidos. A continuación, os nombramos algunos de ellos:
- Licypriya Kanguajam: es una niña india de solo 8 años que también ha acudido a la Cumbre del Clima 2019 en Madrid, donde se ha reunido con Greta Thunberg. En la Cumbre, Licypriya ha hecho un llamamiento a las autoridades de su país con el objetivo de que pongan en marcha leyes contra el cambio climático. Esta misma niña, ya con 7 años, creó el Movimiento Infantil para exigir a los líderes de su país actuar a favor del medioambiente. Su protesta la ha llevado a dejar su escuela y protestar frente a la sede del Parlamento Indio para exigir las medidas necesarias.
- Vanessa Nakate: es una joven de Kampala, Uganda (África), la cual también ha acompañado a Greta Thunberg en algún discurso en la Cumbre del Clima 2019, contando su propia historia.Vanessa Nakate, se mantiene en huelga escolar para salvar la Cuenca del Congo, el segundo bosque tropical del mundo en tamaño de la Amazonia.
- Wu Guanzhuo: esta adolescente china, obligó a cerrar una fábrica contaminante en su país en el 2017, cuando tenía 15 años, recogiendo muestras de agua de río contaminada por dicha empresa y llevándolas a un juicio. Ahora, con 17 años, su propósito es concienciar a la población local de la necesidad de reducir la huella ecológica y lo hace de muchas maneras. Por ejemplo, distribuyendo bolsas reutilizableso folletos en los que informa sobre el daño que hacen los residuos plásticos.
- Artemisa Xakriabá: es una joven de 19 años natural de São João das Missões (Brasil) que se presentó en la huelga climática de Nueva York el pasado mes de septiembre, para defender la selva amazónica y compartir su objetivo de poner fin a la destrucción ambiental en su país. La joven pertenece a la tribu Xakriabá, también es la representante de la Alianza Global de Comunidades Territoriales de las comunidades indígenas, que denuncia el “genocidio” de la Amazonia por parte del presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
- Yero Sarr: es un joven senegalés de 18 años que ha llevado a su país el espíritu del movimiento “Fridays for Future”. Inspirado por el discurso de Thunberg, el estudiante decidió crear una cuenta de Twitter para empezar a compartir noticias sobre cambio climático y, al poco tiempo, fundó el movimiento climático juvenil de Senegal.
- Ayakha Melithafa: se trata de una adolescente sudafricana de 17 años que se convirtió en laimpulsora de todas las iniciativas en defensa del medioambiente realizadas en su comunidad y pasó a formar parte de la iniciativa Project 90 para 2030 YouLead. Además, actúa como oficial de reclutamiento para la Alianza Africana del Clima y trata de trasladar su aprendizaje, contando en su entorno sus experiencias como activista. Esta joven se unió a Thunberg y a otros 14 activistas climáticos de todo el mundo para firmar una queja legal ante la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
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- Ridhimia Pandey: a sus 11 años, Ridhima Pandey es una activista experimentada. Con nueve años denunció al gobierno de su país, India, ante el Tribunal Verde Nacional por no tomar acciones medioambientales ytambién se unió a la petición ante Naciones Unidas. Asimismo, Pandey ha lanzado numerosas sugerencias a los políticos: que se alejen de los combustibles fósiles, que protejan los bosques o que mejoren las prácticas agrícolas y forestales, son algunas de ellas.
- Alexandria Villaseñor: es una joven de 14 años de California (EE.UU) que se comprometió con el Medio Ambiente tras el incendio forestal de su país sufrido el año pasado. El 14 de diciembre de 2018, inspirada por Thunberg, empezó a protestar frente a la sede de Naciones Unidas. Tiempo después fundó su propia organización “Earth Uprising” y fue una de las jóvenes que lideró la primera huelga estudiantil contra el cambio climático en su país.
- Luisa Neubauer: es una joven alemana de 23 años que estudia Geografía. Conoció a Thunberg en 2018 durante la Cumbre del Clima de Katowice, en Polonia, y le hizo reflexionar sobre todo lo que está en juego. Así decidió organizar la primera manifestación en defensa del medioambiente en Berlín, a la que se fueron sumando numerosos jóvenes de Alemania. La joven lidera ahora el movimiento “Fridays for Future” en su país. Además, es militante de Los Verdes y embajadora de Juventud Política de Desarrollo de la ONG ‘ONE’.
Primeras negociaciones y acuerdos de la COP25 o COP 2019
El martes 10 de diciembre, se inició el tramo de alto nivel de negociaciones de la Cumbre del Clima 2019, inaugurado por el músico Alejandro Sanz. Además de la activista Greta Thunberg y el exvicepresidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz, Al Gore, también han intervenido con discursos jefes de Estado y de Gobierno, y se han llevado a cabo las declaraciones de los grupos regionales, de los ministros y de los jefes de las respectivas delegaciones nacionales, así como de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
Cabe indicar que Estados Unidos, cuyo presidente ha dado instrucciones para comenzar el proceso de salida del país del Acuerdo de París, está muy presente en la cumbre de Madrid. El Centro de Acción por el Clima de Estados Unidos ha abierto en la COP2019 un importante pabellón con el que quieren mostrar que este país está en muchos ámbitos muy comprometido con la lucha contra la emergencia climática, y ha programado numerosos eventos en los intervendrán representantes de varios estados, ayuntamientos, empresas y universidades.
Muchos países han logrado diseñar alianzas, en su mayoría de alcance regional, como la que han conseguido cerrar los ministros de Agricultura de Latinoamérica para impulsar una Plataforma de Acción Climática en el sector silvoagropecuario. Este acuerdo es especialmente relevante para un sector que es responsable de un alto porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero que es especialmente vulnerable a la crisis climática, vital para asegurar la seguridad alimentaria e imprescindible para capturar y almacenar carbono.
La protección de la salud frente al cambio climático, es una de las medidas incluidas en la mayor parte de las agendas políticas de los países, si bien son pocos los que cuentan con fondos para hacerla efectiva, según la encuesta ‘WHO Health and Climate Change Survey Report’, elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ‘The Lancet Countdown’ y que ha sido presentada en Madrid. Así, tras analizar los planes llevados a cabo en esta materia por 101 países, el informe ha puesto de manifiesto que la mayoría no cumplen plenamente con sus propios planes para salvaguardar la salud de los efectos del cambio climático y sólo el 38 por ciento cuenta con recursos financieros para ejecutar, «aunque sólo sea de forma parcial», su estrategia nacional. Además, menos del 10% destina los recursos suficientes para su plena ejecución. La OMS, asimismo, aboga por integrar la salud en los procesos de toma de decisiones que afectan a la reducción de las emisiones de carbono y tener en cuenta los beneficios que tiene para la salud la adopción de medidas relacionadas con el clima. «El cambio climático no es solo una factura que deberán pagar las generaciones venideras, sino que se está pagando ya ahora a través de la salud de las personas. Es un imperativo moral que los países dispongan de los recursos necesarios para luchar contra el cambio climático y salvarguardar la salud actual y futura», ha zanjado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por su parte, Chang Tzi-chin, ministro de la Administración para la Protección Medioambiental de Taiwán, tiene el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para legar un planeta mejor a las generaciones futuras. Es el mismo compromiso que tiene la Organización de Naciones Unidas, grupo al que Taiwán no puede pertenecer por no ser reconocido como país por la organización, pese a ser una nación independiente de facto de China.
“Es nuestra responsabilidad proteger nuestro medio ambiente para ofrecer un mejor futuro a las próximas generaciones. Me gustaría destacar que nosotros no formamos parte de las Naciones Unidas, pero estamos trabajando para cumplir todos los objetivos porque si tomamos medidas inmediatas puede haber oportunidades. Una de las medidas que hemos llevado a cabo es eliminar poco a poco la energía nuclear en Taiwán y de la energía que utiliza combustibles fósiles. Para ello, es necesario contar con energía renovable. El primer parque eólico de Taiwán se inauguró este 12 de noviembre y con él tenemos la expectativa de suministrar energía a 128.000 viviendas. Y además de este proyecto, hemos trabajado con empresas conocidas mundialmente, como Siemens, y vamos a seguir haciéndolo para conseguir producir energía eólica en el mar”.
“Nosotros buscamos un equilibrio entre el desarrollo de la economía y la protección de nuestro medio ambiente y en Taiwán lo hemos conseguido. En 1987 aprobamos una ley para evaluar a las empresas y su sostenibilidad antes de que pongan en marcha su actividad. Hoy en día las grandes compañías necesitan realizar un consumo de agua y electricidad muy alto. Por lo tanto, cada vez que ellos quieren llevar a cabo proyectos, uno de los requisitos es que utilicen electricidad que provenga de una fuente de energía renovable”.
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“En Taiwán las personas separan entre un 50 y un 60% de sus residuos y las empresas, un 70%, algo imprescindible para conseguir una economía circular. Además, impulsamos la utilización de coches eléctricos y fomentamos que los ciudadanos no tengan que comprar un coche para desplazarse a través del programa iRent. Se trata de una plataforma gracias a la que pueden alquilar un vehículo cuando lo necesiten si no quieren utilizar el transporte público”.
“Hace años, aprobamos una ley que prohíbe el uso y las ventas de todos los cosméticos que llevan microplásticos para poder impedir la contaminación de nuestro océano y también hemos prohibido el uso de los cubiertos y pajitas de un solo uso».
“Además, también tenemos un proyecto llamado “Homenaje a nuestro mar”, con el que queremos impedir la contaminación desde el origen para que no llegue al océano. Para ello, se hace una limpieza periódica a toda la costa recogiendo los deshechos, las redes para pesca que pueden afectar a la biodiversidad; y las recogemos periódicamente.
“Para el año 2050 queremos reducir la emisión de los gases un 50% respecto a 2005 y un 20% en 2030. No importa de dónde eres o en qué país vives, creo que tenemos que luchar conjuntamente contra el cambio climático”, ha concluido Chang Tzi-chin.
El miércoles, tuvo lugar el Pacto Verde Europeo, en el que la nueva Comisión plasma su compromiso con el cambio climático y su objetivo de que Europa sea el primer continente en alcanzar la neutralidad en carbono (en 2050).
Aunque de esta Cumbre del Clima no tiene que salir de forma oficial ningún acuerdo que comprometa a los países a asumir una mayor ambición, la Presidencia chilena ha trabajado durante los últimos meses para reforzar la Alianza por una Mayor Ambición Climática. De todas maneras, no será hasta el próximo año cuando los países tengan que fijar de forma oficial y vinculante sus nuevos y más ambiciosos compromisos (las llamadas Contribuciones Nacionales Determinadas o NDC), lo cual deberán presentar en la COP26, que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow. Por tanto, Chile ha optado por relevar el asunto de los océanos y ha planteado que sea incluido en dichas Contribuciones Nacionales, y ha incidido en dejar patente la importancia de los mares para cumplir el Acuerdo de París.
En cuanto a España, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha asegurado que su departamento está trabajando con el objetivo de que el sector del transporte en España emita un 32% menos de gases contaminantes a la atmósfera en el horizonte del 2030. Además, Ábalos afirma que se va a estimular el uso de los medios de transporte de bajas emisiones y ha indicado que tanto la liberalización del sector ferroviario como el trasvase modal, o el uso de vehículos ecológicos para servicios en aeropuertos, estaciones y para el mantenimiento de carreteras, son los primeros pasos efectivos de esta estrategia.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha comprometido a aprobar una ley de cambio climático en el inicio de la legislatura tras expresar su apoyo a la Marcha por el Clima en Madrid. «Me solidarizocon la Marcha por el Clima y sobre todo quiero trasladar a la gente joven que el Gobierno de España a lo largo de estos 17 meses ha puesto unas bases, unos pilares. En cuanto eche a andar la legislatura, aprobaremos una ley de cambio climático», dice el mensaje de Sánchez en Twitter.
Asimismo, Pedro Sánchez, ha mantenido breves encuentros con personalidades políticas estadounidenses como Al Gore y John Kerry, y también con el actor Harrison Ford, que estaba de visita en la COP25 y ha pedido reunirse con él. En su cuenta de Twitter, el presidente en funciones, ha calificado de “productivo” el encuentro mantenido con Al Gore, en el que han tratado el problema de la reforestación en España y EE.UU., la eficiencia energética, la movilidad del futuro y su repercusión en la creación de empleo. Además, según Sánchez, “Al Gore ha valorado muy favorablemente” el Plan de Energía y Clima de su gobierno”.
Al presidente de la Asamblea General de la ONU, Sánchez ha ofrecido el apoyo de España para la celebración del 75 aniversario de Naciones Unidas y le ha trasladado la necesidad de impulsar el multilateralismo para abordar la crisis climática, según otro tuit publicado en su cuenta. Y con el presidente de la FAO, ha tratado el impacto de la crisis del clima en la agricultura y la lucha contra el hambre, así como el papel de las nuevas tecnologías en la agroalimentación o el potencial de la acuicultura, de acuerdo con otro mensaje publicado en Twitter.
Por otro lado, las negociaciones de la Cumbre del Clima 2019 (COP25) han encallado en el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París, es decir, en los sistemas por los que se intercambian unidades o derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) entre países y entre empresas. Y, según alertaban algunos negociadores, se corre el riesgo de que de nuevo se posponga el desarrollo de este punto otro año, ante la imposibilidad de poner de acuerdo a los casi 200 países que participan en la cumbre.
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Y otro gran punto de fricción, se refiere a la doble contabilidad. Kioto dividió al mundo en dos: los países desarrollados obligados a recortar sus emisiones y los países en desarrollo, que no estaban obligados a ello, por lo que había claros compradores y vendedores de unidades. Sin embargo, el Acuerdo de París iguala a todos: cualquier país que firme el pacto debe presentar planes de recorte de las emisiones. Y la cosa se complica, porque, según la mayoría de los países que negocian en Madrid, se debe crear un mecanismo robusto para evitar la doble contabilidad, es decir, que una misma unidad no pueda ser utilizada en el plan de recorte de emisiones del país donde se desarrolla el proyecto que lo respalda y del país que adquiere esa misma unidad. Y en este contexto, Brasil es el país que más problemas pone al desarrollo de esos mecanismos para evitar la doble contabilidad. Pese a las dificultades, han salido adelante los primeros textos de trabajo.
En lo que sí se ha conseguido avanzar, es en la creación de una tasa a las transferencias de derechos de emisiones, fundamentalmente, entre empresas. Los fondos recaudados se destinarían a ayudas a los países con menos recursos a adaptarse a los impactos de un calentamiento global que ya se considera irreversible.
Y además de este inconveniente con el Artículo 6, según Janine Felson, representante del grupo de pequeños estados insulares, “la COP25 corre el riesgo de socavar su reclamo principal de ambición. Algunas partes muy influyentes han obstaculizado los esfuerzos en la primera semana para responder a la emergencia climática”.
Además, muchos países son negativos a incluir la agenda de género diseñada en la pasada Cumbre de Polonia (COP24) en los compromisos para frenar el cambio climático. Para solucionar esto y llegar a acuerdos, han recurrido a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, nombrada “facilitadora”, para desatascar la situación.
Fuentes: El Mundo, El País, La Vanguardia, El Periódico, Europa Press, RTVE, El País, Última Hora, El País, ABC, El País, ABC, RTVE, ABC