Hace justo una semana, en la noche del lunes pasado se produjo un accidente marítimo: el buque granelero OS 35 que transportaba acero colisionó con un barco metanero que se encontraba anclado en la bahía de Algeciras (Gibraltar, España), cuando salía de puerto y resultó semihundido. Todas las personas a bordo, 24 tripulantes y 6 inspectores, fueron evacuadas, pero tras su inmovilización en una zona más segura, la Autoridad Portuaria de Gibraltar ha confirmado la existencia de una fuga de fuel-oil pesado, el cual se ha acabado escapando por el perímetro de la primera barrera de contención y ya ha tocado tierra en la playa de Poniente, pudiendo derivar en una catástrofe ecológica.
Según los datos del Gobierno gibraltareño, el OS 35, abanderado en Tuvalu, partía con rumbo Países Bajos con barras de acero como mercancía, junto a sus 215 toneladas de fuel-oil pesado, otras 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante. Se trata de un granelero (buque dedicado al transporte de cargas secas a granel) de tamaño medio, con 178 metros de eslora, 28 de manga y un calado de 10,7 metros.
Tras el accidente, el buque metanero Adam LNG (con bandera de las Islas Marshall) ha sufrido daños leves en el bulbo de la proa, pero sin que se haya producido “entrada de agua o contaminación”; mientras que el OS 35 ha acabado con una fuga de agua y de fuel, la cual ha provocado su final partición, mientras permanece varado de forma controlada a 200 metros de la costa gibraltareña, con la proa hundida y posada sobre un banco de arena a 17 metros de profundidad y escorado tres grados a estribor.
El ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, apunta la responsabilidad del capitán del OS 35, ya que una vez que sufrió el impacto al buque se le pidió que parara, pero «no paró, no siguió las instrucciones de Gibraltar y decía que no tenía ningún daño», asegura.
El buque «salía hasta el Estrecho para continuar su viaje y una vez en el Estrecho, contrario a las instrucciones de Gibraltar, la entrada de agua en el buque fue tal que el capitán no pudo seguir su viaje y tuvo entonces que aceptar las instrucciones de Capitanía de Gibraltar», ha narrado Picardo.
Así, el capitán dirigió el barco «al sitio donde era posible salvar las vidas». Según el ministro Principal de Gibraltar, «si lo hubiéramos traído de nuevo al puerto se hubiera hundido y hubiera habido un gran vertido de fuel». Asegura Picardo que «todos los técnicos avalan la decisión que tomó la Capitanía de Gibraltar… no es una decisión política, es una decisión técnica».
Con respecto a las medidas tomadas, en Algeciras el alcalde ha anunciado la activación del Plan Local de Actuación contra la Contaminación del Litoral en su fase de preemergencia. Asimismo, enseguida se desplegaron barreras de forma preventiva para actuar en caso de derrame de combustible. En la zona se situaron dos remolcadores y otras tres embarcaciones del Peñón que desplegaron 400 metros lineales de barreras para evitar vertidos.
Los equipos de rescate localizaron el origen de la fuga en dos respiraderos de los tanques de combustible del buque que, aunque habían sido sellados como medida de precaución, han cedido como consecuencia del desmoronamiento del depósito, según informó la oficina de prensa de Gibraltar en un comunicado. Los buzos desplegados en la zona pudieron restablecer los sellos.
La lancha de la Autoridad Portuaria de Gibraltar y el buque español de Salvamento Marítimo, Luz de Mar, han desplegado barreras en forma de J para contener el fuel que flota a la deriva. A eso se han sumado otros dos navíos que han acudido con sendas barreras para ayudar en las tareas de frenado y recogida de restos. Además, se ha desplegado un skimmer (un aparato para la recogida mecánica de un derrame de hidrocarburos que funciona como una batidora que aspira la mancha).
Según ha explicado el Gobierno gibraltareño en un comunicado, una cantidad de dicho vertido ha escapado del perímetro de la primera barrera de contención. “Aunque se trata de una fuga importante, la consistencia del fueloil bajo en azufre es más ligera que en otros incidentes ocurridos en la Bahía, lo que significa que debería ser más fácil de disipar y limpiar si alguna parte llegara a nuestras costas”. La mancha escapó parcialmente de las barreras y bordeó el Peñón hasta entrar en la bahía de Algeciras, según ha confirmado el alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco.
“Desde el principio ya dijimos que las barreras ahí no servían”, denuncia Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar Ecologistas en Acción. “El vertido se ha desplazado por debajo de la línea de flotación de las barreras”, añade, remarcando que había que haber hecho el traspaso del combustible antes: “Decían que era peligroso, pero más peligroso es hacerlo ahora, con el buque partido”.
No obstante, Gibraltar ha apuntado que hay tres niveles de contención y que más de la mitad de los filtrados de fueloil han sido recogidos. Una patrulla del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) ha recorrido los puntos de costa más próximos a Gibraltar en labores de reconocimiento y apoyo a las tareas de la Unidad de Contaminación Ambiental de Algeciras (UCAM), y no han hallado restos de combustible en la línea de costa.
En cuanto a la extracción del combustible del buque, el jueves por la mañana se empezaron con los trabajos. Una barcaza de lodos situada justo al lado del OS 35 es la que se está encargando de bombear el fuel desde el interior de los tanques. El combustible está repartido en tres tanques entre la proa y la popa (uno delante y dos detrás). El primero de ellos, es el que se encuentra en una situación más delicada, ya que se halla en la parte del barco semihundida y dañada. El combustible se tratará como residuo y probablemente se enviará para su reciclaje, según han detallado las autoridades gibraltareñas.
Se calcula que la operación supondrá unas 50 horas de bombeo, dado que las bombas a bordo del OS 35 tienen una capacidad para extraer aproximadamente 15 toneladas por hora. No obstante, el ángulo en que se encuentra el buque dificulta la extracción del fuel y, además, ha entrado agua en la sala de máquinas, por lo que el tiempo estimado se está alargando.
Por otro lado, el incidente se ha saldado con la detención del capitán del buque OS 35. El ministro principal de Gibraltar ya había señalado que la policía del Peñón había abierto una investigación contra él, después de que este no hiciese caso a las indicaciones del capitán marítimo del puerto tras el accidente. “Desobedeció las órdenes y el buque salió del puerto. El capitán del puerto tiene que hacerle muchas preguntas acerca del porqué”.
Y por otra parte, Verdemar Ecologistas en Acción recuerda que la zona donde ocurren todos estos accidentes, y donde se da la intensa actividad de carga de combustible en el mar, está catalogada como Lugar de Interés Comunitario y está dentro de la Red Natura 2000. “De todo esto no se habla, no está en las negociaciones del Brexit”, denuncia Muñoz, quien recuerda que “el impacto sobre la biodiversidad de la zona, área de paso de cetáceos, con varias colonias de delfines mulares y con especies en peligro de extinción como la Patella ferruginea, una lapa endémica de la zona”.
Fuentes: 20minutos, El País, Diario de Cádiz y El Salto