Saltar al contenido
Greenteach

El desperdicio de alimentos acelera el cambio climático y éste lo acentúa más

21/12/2020
desperdicio de alimentos portada

Cuando se habla de cambio climático, se suele pensar más en la atmósfera, el clima y las emisiones de CO2, quedando en segundo plano otros factores, como en este caso el despilfarro de comida. Según la FAO, cada año se desperdician en el mundo 1300 millones de toneladas de alimentos, y el 30% de la tierra que se cultiva en el mundo, se utiliza para producir alimentos que se desperdician. Este problema no es solo ético y económico, sino que tiene un claro impacto en el calentamiento global: el desperdicio de comida es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, casi las mismas que el transporte por carretera, de modo que el desperdicio de alimentos acelera el cambio climático, siendo la tercera causa más importante de éste.

El cambio climático antrópico está causado por el consumo de combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, entre los que destaca el CO2, los cuales provocan el calentamiento global. Casi todo lo que compramos, consumimos, utilizamos y desechamos, necesitó en algún momento de los combustibles fósiles. Así pues, el despilfarro de alimentos y la cadena de producción de éstos, emiten hasta el 10% de esos gases de efecto invernadero, por ello, el desperdicio de alimentos acelera el cambio climático.

Pero, a su vez, el cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de las sequías, las inundaciones y las olas de calor, que pueden destruir irreversiblemente los ecosistemas naturales y provocar escasez de alimentos. Por tanto, se establece un bucle de retroalimentación o círculo vicioso entre el desperdicio de alimentos y el cambio climático. “El sistema alimentario es al mismo tiempo causa y víctima del cambio climático”, según Joao Campari, quien dirige la práctica alimentaria global de WWF.

desperdicio de alimentos acelera el cambio climatico

La pérdida de alimentos es enorme. Según la FAO, un tercio de los alimentos producidos jamás llegarán a la mesa del consumidor, sino que serán desechados por diferentes causas; mientras que, por otro lado, 821 millones de personas en todo el mundo padecen desnutrición.

En España tiramos 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año (el 42% del total en los hogares; el 39% en la fase de fabricación; en la restauración el 14% y en la distribución el 5%). Sin embargo, solo uno de cada diez españoles cree que el despilfarro de comida contribuye al cambio climático y se muestra preocupado por ello.

La FAO ha cuantificado las pérdidas de alimentos y las ha representado como si fuesen las emisiones de gases de efecto invernadero. Así pues, si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor, después de Estados Unidos y China, tal y como puede verse en la siguiente figura.

grafica desperdicio de alimentos y emisiones de CO2

Con respecto a las causas del desperdicio de alimentos, cabe señalar que éstas son diferentes entre los países ricos y los pobres. Así pues, en los industrializados se suele derrochar comida y se tira a la basura la sobrante o la que caduca porque se compra mucha y no hay reparo en aprovecharla toda, ya que su precio es asequible para las personas; mientras que en los países pobres o en desarrollo, el despilfarro de alimentos es debido a las carencias en la infraestructura, plagas, el transporte y el empaquetado de los alimentos desde su procedencia.

Se calcula que alrededor del 19% del desperdicio de comida en España, se produce en el sector de la hostelería y en los supermercados y comercios de alimentación, pero también hay que tener en cuenta que en los hogares se tiran muchos restos de comida a la basura y que la propia agricultura también desperdicia alimentos, así como genera gases de efecto invernadero (GEI).

En las etapas de la cadena de suministro de alimentos se produce una importante merma. Según la FAO, los alimentos se pierden o desperdician en toda la cadena, desde la producción inicial hasta el consumo final de los hogares. Antes de llegar a su fase de producto final o a la venta minorista, los alimentos pueden perderse o estropearse por diferentes factores: problemas en la recolección, almacenamiento, embalaje, transporte, infraestructura… Pero la disminución de alimentos, también puede ser intencionada, resultado de los mecanismos de mercado o de los precios. Asimismo, las reglas de fecha de caducidad rígidas o mal entendidas son un factor más a tener en cuenta.

cadena despilfarro alimentos

Por su parte, conjuntamente, la agricultura, ganadería y silvicultura, así como los cambios en el uso de la tierra, son responsables de aproximadamente el 25% de las emisiones antropogénicas de los GEI, principalmente en forma de metano del ganado y de la fertilización.

Además, aunque el desperdicio de carne en el mundo es menor que el de verduras y hortalizas, el sector cárnico genera impactos considerables en términos de ocupación del suelo y de huella de carbono, especialmente en los países de ingresos elevados y Latinoamérica, que, en conjunto, abarcan el 80% del total de despilfarro de carne.

Objetivo: reducir el desperdicio de alimentos para disminuir las emisiones de carbono. App Too Good To Go

La meta de la sociedad global, radica en reducir las emisiones de dióxido de carbono. Por ende, si desperdiciamos menos alimentos, reduciremos una fuente más generadora de grandes volúmenes de gases invernadero.

Hay que decir que, en realidad, se producen en el mundo más alimentos de los que se necesitan, pero cada día 40000 personas mueren de hambre. El 99% de las personas que pasan hambre seria, se halla en países pobres en o en desarrollo, por lo que el problema no es la escasez de alimento, sino el acceso a dichos alimentos que ya están en el mercado pero que no llegan a los platos.

De acuerdo con el Instituto Francés de Investigación Agraria (INRA), si se usaran y distribuyeran mejor los alimentos, el 14% de todas las emisiones provenientes de la agricultura podría evitarse en 2050. Concretamente, la agricultura podría compensar la emisión de 3.500 millones de toneladas de CO2 y reducir en hasta un 65% los efectos negativos de la tasa de carbono sobre la seguridad alimentaria.

En el año 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 29 de septiembre como Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre la importancia de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y la contribución de esas acciones al desarrollo sostenible.

Si se quiere alcanzar el objetivo de las Naciones Unidas de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030, los países deberían comenzar a medir el desperdicio y adoptar su propio objetivo de reducción; según Kneller, “No atajaremos el impacto del cambio climático si no arreglamos nuestro sistema alimentario global”.

Debemos cambiar nuestros hábitos alimenticios, dejando de arrojar tanta comida a la basura, mejorar los sistemas de producción, almacenamiento, transporte y repartición de los alimentos. Los científicos dicen que debemos cambiar inmediatamente la forma en que administramos la tierra y producimos alimentos, además de comer menos carne para detener la crisis climática.

desperdicio de alimentos en el hogar

Para el caso de los agricultores, es menester que los responsables den políticas y acciones para evitar que la producción agrícola no se pierda por falta de tecnología y medios para los cultivos, almacenamiento, transporte. Asimismo, plantar árboles tierras de cultivo (conocido como agroforestería), llevar a cabo una gestión sostenible del suelo y restauración de la tierra, permiten el embargo de carbono en el suelo y evitarlo en la atmósfera.

Y con respecto a los consumidores, quienes toman la decisión final con sus acciones, es imprescindible acercar la producción a éstos, promoviendo la compra en pequeños comercios locales o en ferias directamente. Además, como consejos para evitar el desperdicio de alimentos, los consumidores pueden planificar mejor la compra, preparando un menú semanal; prestar atención a las fechas de caducidad de consumo preferente y de caducidad de los productos que se compran; ser crítico con las ofertas; adquirir preferentemente alimentos de temporada; elegir productos con menor embalaje; y reutilizar los alimentos ya cocinados en otros platos.

Asimismo, hay que indicar que existen muchas campañas ante el desperdicio de alimentos, pero hay una aplicación que nos ha llamado la atención: Too Good To Go, la app que lucha contra el desperdicio de alimentos, desde donde hacen un llamamiento a la concienciación: «pues el desperdicio de alimentos es a día de hoy una de las mayores fuentes de emisiones de CO2 y reducirlo es una de las tareas que debemos llevar a cabo si queremos ayudar a controlar y revertir el calentamiento global», apunta Oriol Reull, director de la plataforma en España.

Lo que hace esta app móvil, disponible tanto para Android como iOS, es conectar a restaurantes, supermercados, panaderías, entre otros comercios, que tienen excedente diario de comida, con usuarios que compran esos packs con la comida que ha sobrado a un precio reducido. «Así hacemos que los comercios aprovechen al máximo su producto y reduzcan el desperdicio, al tiempo que los usuarios acceden a comida de calidad por menos dinero, y entre todos ayudamos a conservar el planeta», comenta Reull.

app Too Good To Go

La app ya está presente en 13 países y cuenta con más de 30.000 establecimientos y más de 13 millones de usuarios que ya han salvado más de 21 millones de packs, lo que equivale al ahorro de la emisión de más de 50.000 toneladas de CO2. En España, Too Good To Go ya está operando con más de 1.700 establecimientos en más de 20 provincias. En apenas un año, esta aplicación ya ha conseguido salvar en nuestro país más de 300.000 packs de comida de todo tipo de establecimientos de haber sido tirados a la basura al final del día, evitando así la emisión de más de 700.000 kilos de CO2 a la atmósfera.

Sin embargo, donde más desperdicio de alimentos se genera es en los hogares. Cerca del 57% de los consultados en la encuesta de Too Good To Go, asumen que es en casa donde tiran más comida. Es por ello, que la compañía ha puesto en marcha también su “Movimiento contra el desperdicio de alimentos”. «Nuestro objetivo es concienciar y empoderar a la sociedad en un problema tan grave como el desperdicio de alimentos dándoles las herramientas para combatirlo. Por ello, hemos lanzado un nuevo proyecto con el que nos hemos propuesto impactar en 4 niveles: negocios, hogares, educación y política», añade Reull.

Esperamos que este artículo sobre el desperdicio de alimentos y el cambio climático te haya ayudado a abrir los ojos y ser un poco más consciente y respetuoso con tus compras y acciones alimenticias.

Fuentes: La Provincia, Expansión y Energías Renovables

El desperdicio de alimentos acelera el cambio climático y éste lo acentúa más
Nombre del artículo
El desperdicio de alimentos acelera el cambio climático y éste lo acentúa más
Descripción
El desperdicio de alimentos es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que acelera el cambio climático, a la vez que resulta afectado por éste.
Autor
Web
Greenteach
Logo