Percibimos el océano de color azul o verde debido a una interacción de la luz del sol con las moléculas de agua y con lo que en ella hay. Las moléculas de agua absorben todo menos la parte azul del espectro de la luz solar y por ello se ve azul el mar, pero el agua se ve más verde cuando tiene más fitoplancton, el cual usa pigmentos como la clorofila para capturar, principalmente, las porciones azules del espectro de la luz solar. Un estudio publicado en la revista Nature Communications y elaborado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), ha concluido que el cambio climático está cambiando el color de los océanos, debido a que está modificando los tipos y la ubicación del fitoplancton. Sin embargo, este cambio de color de los océanos, no es algo radical o muy llamativo, ya que, por el momento, es más evidente a través de sensores ópticos que del ojo humano. Esencialmente, el cambio climático hará que los azules del océano se vuelvan más azules y los verdes más verdes.
Los científicos ya eran conscientes de que el cambio climático estaba afectando al fitoplancton, pero los cambios que se estaban produciendo no eran sencillos de detectar. Por eso, según Stephanie Dutkiewicz, principal investigadora del MIT, decidieron usar un nuevo método: estudiar los cambios en el color del agua, los cuales se producen de manera lenta y son sutiles, pero existen.
El fitoplancton cumple la doble función de absorber y reflectar diferentes longitudes de luz solar y que aparecen con colores diferentes. Así, cuantas más algas u organismos, más verdosa será la mancha cromática oceánica, mientras que cuantas menos profusa, más azul.
Stephanie Dutkiewicz, autora principal del estudio, sostiene que ese mismo modelo se ha utilizado para observar cómo el calentamiento de los mares cambiará el comportamiento del fitoplancton. Tiene en cuenta los ciclos vitales y los movimientos del fitoplancton en patrones marinos naturales. Usando este mismo modelo, estimaron la cantidad de luz que habría en una región cualquiera basándose en la cantidad de organismos allí presentes.
Para ello, el grupo de investigación empleó satélites para medir la luz reflejada en su conjunto. Los datos obtenidos fueron procesados de cara al futuro elevando la temperatura global en 3ºC y el resultado fue un cambio considerable en el color de los océanos.
Tras esto, los científicos llegaron a la conclusión de que el cambio climático está cambiando el color de los océanos, ya que percibieron ese cambio de color viendo los cambios en el fitoplancton.
Se sabe que los cambios estacionales modifican el color del agua con regularidad, pero unos mares en calentamiento podrían alterar de manera permanente los mosaicos de azules y verdes observados desde el espacio. El cambio climático está alterando las corrientes oceánicas, lo que significa que habrá menos nutrientes para que el fitoplancton se alimente en algunas áreas, por lo que disminuirá su número en esas regiones.
Así, el estudio predice que el color azul del mar se intensificará, muy probablemente, en las regiones subtropicales, donde disminuirá el fitoplancton. Estas son áreas cercanas al ecuador, como las Bermudas y las Bahamas, que ya son bastante bajas en fitoplancton. Mientras que las regiones donde hay muchos nutrientes, como en el Océano Austral o en partes del Atlántico Norte, verán fitoplancton de crecimiento más rápido porque esas aguas se están calentando con el cambio climático, y se verán más verdes.
Este cambio del color del océano debido al cambio climático, es malo para el planeta, ya que el fitoplancton elimina casi tanto dióxido de carbono del aire como las plantas y ayuda a regular nuestro clima, así como también es clave para la supervivencia de otros animales.
Por tanto, el resultado del estudio es importante porque alerta sobre un cambio que se está produciendo de manera lenta, pero que resulta evidente. Y también porque sirve de señal, una más, sobre el cambio climático y el calentamiento global que está produciendo, en este caso, estragos en nuestros océanos.
Fuentes: CNN español, National Geographic y Aquae Fundación
