En la COP 15 de Biodiversidad de la ONU de 2022, los países de todo el mundo hicieron un acuerdo para proteger la biodiversidad, incluyendo el compromiso de proteger el 30% de los ecosistemas. Ahora, a pocos días de la celebración de la próxima COP 16 de Biodiversidad en Colombia, más de 130 empresas e instituciones financieras con ingresos combinados de 1,1 billones de dólares, han pedido a los jefes de Estado y de Gobierno del mundo que adopten y apliquen medidas políticas más estrictas y basadas en la naturaleza para alcanzar el objetivo de la ONU de detener la pérdida de naturaleza para finales de la década y poner en marcha el Plan de Biodiversidad para acelerar una acción empresarial decisiva en favor del medio natural.
Esta declaración empresarial es un llamamiento urgente de las empresas a los gobiernos «para que asuman de inmediato el liderazgo y refuercen, y no debiliten, las políticas, los incentivos y la legislación que impulsarán la acción empresarial necesaria para detener y revertir la pérdida de recursos naturales en esta década».
Así pues, en una carta compartida, las empresas exigieron acciones más contundentes sobre medidas que van desde la reforma de los subsidios hasta el uso del agua y las prácticas agrícolas. Asimismo, han hecho un llamamiento en favor de marcos normativos claros, así como mecanismos de incentivos que mejoren la rendición de cuentas financieras con condiciones equitativas tanto para las empresas como para las instituciones financieras.
Algunas han dicho que ante cualquiera que sea el costo financiero de las medidas preventivas, mucho mayor sería el de la pérdida de especies, ya que la producción de alimentos depende de un número cada vez menor de polinizadores, por ejemplo, y de sistemas hídricos alterados que dependen de ecosistemas vulnerables.
«Si no nos centramos en la naturaleza, si no nos centramos en la biodiversidad, el negocio que operamos puede que ni siquiera exista en los próximos años», dijo Rishi Kalra, director ejecutivo y director financiero del grupo Olam Food Ingredients, uno de los mayores proveedores de ingredientes para alimentos y bebidas del mundo y que depende de las abejas para polinizar sus plantaciones de almendras.
La deforestación de la selva amazónica en Brasil, por ejemplo, ha reducido las precipitaciones y ha modificado los patrones climáticos en áreas agrícolas críticas que suministran una parte importante de la soja y la carne de vacuno del mundo.
«Sin naturaleza, sin agua, es imposible que haya vida humana, ni siquiera que prospere, sino que simplemente exista», dijo el director ejecutivo de Nestlé Latinoamérica, Laurent Freixe.
Por otro lado, debido a que las estrategias respetuosas con la naturaleza pueden aumentar los costos en el corto plazo, algunas empresas se han mostrado reacias a actuar, a menos que los gobiernos establezcan reglas para todo el mercado u ofrezcan los incentivos necesarios para obligar a la acción.
La acción corporativa voluntaria no sería suficiente por sí sola, decía la carta, coordinada por el grupo de defensa Business For Nature, que ha elaborado recomendaciones políticas para la naturaleza que garanticen que las empresas y los agentes financieros protejan la naturaleza y restauren los ecosistemas degradados, además de garantizar el uso y la gestión sostenible de los recursos para reducir el impacto ambiental negativo.
Por ello, las acciones futuras deben también valorar e integrar la naturaleza en la toma de decisiones y la divulgación de información; adaptar y canalizar todos los flujos financieros hacia la transición a una economía equitativa, cero neta y positiva para la naturaleza; y reforzar acuerdos globales más fuertes para detener la pérdida de la naturaleza.
De llevarse a cabo estas peticiones audaces, se podrían desencadenar oportunidades para establecer el entorno propicio para la acción empresarial.
Fuentes: Reuters y Europa Press