Cada vez nos resulta más difícil conectar con la naturaleza, lo cual es algo esencial para los más pequeños, para poder aprender de la observación y mejorar su desarrollo. Por ello, un equipo de diseñadores con sede en Roma, ha presentado un proyecto en el que se integra ese contacto con la naturaleza en una escuela infantil para enseñar agricultura a los niños. Su propuesta, denominada “Nursery Fields Forever” ha ganado el Concurso Internacional de Ideas de AWR.
El objetivo de esta idea es enseñar agricultura a los más pequeños de una forma práctica, por lo que presenta tres enfoques de aprendizaje: aprender de la naturaleza, de la técnica y de la práctica. De esta forma, la escuela está diseñada como un conjunto de edificios junto a una gran variedad de parcelas y corrales de ganado, estando todo en un gran espacio abierto.
“Pensamos que los niños deben disfrutar de la naturaleza” dijo Edoardo Capuzzo Dolcetta, miembro del equipo, “así que diseñamos esta extraña escuela: no hay aulas, sino espacios donde las verduras crecen y los animales pueden ser demasiados. Es una mezcla de las dos cosas, escuela y naturaleza“.
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De modo que enseñar agricultura, cómo cosechar sus propios alimentos y cómo interactuar con los animales, a los niños, les ayuda a mejorar sus habilidades sociales mediante el trabajo en equipo, además de estimular su autoestima y motivarles hacia un estilo de vida saludable.
Por otra parte, la Escuela Waldorf de Cape Cod llevó a cabo un programa de jardinería para sus alumnos, mediante la instalación de un invernadero de 7 x 14 metros, en donde los niños cultivan distintas hortalizas e incluso plantas medicinales. Así, con este modelo práctico de cultivo de productos frescos y locales, todos aprenden los beneficios de la agricultura.
Fuente principal: Ecoinventos