La flor Camelia pertenece al género Camellia, el cual agrupa entre 100 y 250 especies originarias de las regiones tropicales y subtropicales de Asia, China y Japón. Todas las especies son arbustos y árboles, que pueden llegar a medir 10m de altura y que se encuentran en los bosques localizados a media altura sobre el nivel del mar.
La Camelia árbol es perennifolio, de tronco leñoso con una corteza muy lisa, y con hojas coriáceas de color verde oscuro brillante.
La Camelia flor, por su parte, es muy variada, tanto en color como en forma. Nace en las axilas de las hojas y generalmente es una flor grande, con cinco sépalos y cinco pétalos, aunque pueden ser dobles, gracias a la hibridación. Su corola puede ser de diversos colores: blanco, rojo, rosa, salmón, morado, amarillo, que pueden aparecer combinados o jaspeados.
La flor de camelia tiene un fuerte valor romántico, muy arraigado en China y Japón. La especie de camelia más extendida en jardinería es la Camellia japónica L., pero también es muy popular la Camellia sinensis (L.) Kuntze (1887), de cuyas hojas se obtiene el té.
Sin embargo, está claro que las camelias, además de ser bonitas, presentan propiedades beneficiosas. Carmen Salinero es impulsora de un proyecto de investigación que lleva años abanderando la Diputación de Pontevedra, situado en la estación fitopatológica de Areeiro (Galicia, España). Según ella, la flor Camelia tiene un potencial económico infinito, desde para hacer aceite, de igual o mejor calidad que el de oliva, hasta como reclamo turístico, pasando por el té, la elaboración de cosméticos y otros alimentos.
Asimismo, cabe indicar que algunas variedades de Camelia se emplean en la medicina tradicional china para enfermedades como asma, problemas cardíacos e infecciones bacterianas, desde hace ya mucho tiempo.
Aceite de Camelia, propiedades y beneficios
Salinero cuenta cómo hacer aceite de Camelia. Para ello, explica que trajeron una máquina de Japón para prensar las semillas de la flor de Camelia en frío. Analizaron el aceite extraído y vieron que era de una calidad extraordinaria.
En Areeiro se prensan mil kilos de semillas de Camelia al año, cuyo aprovechamiento es del 20%, obteniendo unos 200 litros de aceite anuales. Areeiro es el único centro de toda Europa donde se hace aceite de camelia, cuyas semillas proceden de particulares de toda España, a los que se les da el aceite a cambio de que dejen un 20% de sus semillas de camelia para investigación y divulgación.
Y es con esta otra idea, con la que Salinero elaboró unas completas unidades didácticas para que los escolares trabajen sobre la flor Camelia.
El aceite de camelia se utiliza con varios fines, desde el culinario hasta el cosmético y terapéutico. Su sabor y aroma como producto para la cocina, son ligeramente similares a los del té. Las especies que producen más aceite y de mejor calidad son Camellia japónica, C.oleífera y C. sasanqua.
El aceite de camelia, el cual empezó a ser consumido desde la dinastía Sui en China (600 a.C.), es rico en vitaminas A, B, D y E, y, aunque sus propiedades son muy similares a las del aceite de oliva, los beneficios son aún mayores debido, entre otros factores, a la presencia de ácidos araquidónico y mirístico.
En España, a pesar de que no está aprobada su venta para el consumo humano, grandes cocineros gallegos utilizan el aceite de la flor camelia en sus platos. Y yendo todavía más lejos, en la pontevedresa escuela de hostelería Carlos Oroza, no solo lo usan como condimento, sino que elaboran nubes de gominola, vermú, galletas y distintos tipos de recetas con la flor Camelia.
Y en cuanto al mundo de la cosmética, la alta concentración de ácidos grasos del aceite de camelia, hace que ayude a restablecer la elasticidad y suavidad de la piel.
Además, la camelia es muy hidratante, nutritiva y regeneradora, y puede utilizarse en pieles sensibles o con problemas como dermatitis, psoriasis y acneicas. En este último caso, también regula la secreción sebácea, desbloqueando poros e hidratando la piel, previniendo la formación de granos. Asimismo, también destaca como protectora de cabello y uñas.
Entre todas las propiedades del aceite de camelia, estas son las 10 que más sobresalen por su uso cosmético:
- Emoliente: El aceite de camelia es un magnífico humectante
- Antioxidante: El aceite de camelia es un excelente antioxidante, resiste fuertemente la rancidez.
- Acondicionador de cabello: Utilizado tradicionalmente desde la antigüedad en China como un tratamiento para el cabello por su poder restaurador y abrillantador.
- Cicatrizante: Promueve y ayuda en la recuperación de heridas y raspaduras.
- Anti-Aging: Protege la piel del daño de los radicales libres gracias a su acción antioxidante. Reduce el envejecimiento de la piel debido a los radicales libres ambientales.
- Anti-microbiano: Detiene la proliferación de microbios. Es especialmente notable por sus propiedades anti-fúngicas.
- Agente emulsionante: El aceite de camelia emulsiona rápidamente otras grasas. Esto hace que sea un excelente agregado en la formulación de productos cosméticos.
- Astringente: Tiene un efecto astringente suave que lo hace bueno para tratar heridas y cicatrices.
- Antiinflamatorio: Reduce la inflamación en la piel.
- Analgésico: El aceite de camelia es un analgésico 100% natural.
Por todas estas propiedades, las mujeres en china confían desde hace siglos en el aceite de la camelia para su belleza. Diversas marcas de la industria cosmética, emplean el aceite de camelia en la elaboración de cremas, champús, jabones y esmaltes de uñas.
Hay empresas, como Acemelia, una firma a medio camino entre Vigo y Pontevedra (Galicia, España), que, apoyándose en la labor investigadora de Areeiro, ha encontrado filón empresarial a la camelia y, vende crema anti edad hecha con el aceite de camelia. Otra marca destacable que trabaja con aceite de camelia es el Pazo de Rubianes.
Así pues, el aceite de camelia se puede comprar en diversas tiendas, aunque es difícil de encontrar en España, sobre todo para usos culinarios. Sin embargo, sí que hallaremos muchas marcas de cosmética que venden el aceite de camelia para este fin, o que lo emplean para elaborar sus productos.
Camellia sinensis, la planta del Té
La Camellia sinensis, es, por excelencia, la planta del té. Esta bebida es la más antigua elaborada por el hombre. Todos los tipos de té proceden de la misma planta, aunque el proceso para obtener esta infusión a partir de las hojas de Camellia sinensis puede dar lugar a cuatro tipos de té: blanco, verde, semifermentado (rojo) y negro.
Los brotes y las hojas de esta especie de Camelia, se usaron por primera vez para preparar el té tonificante bajo la dinastía Zhou de China (siglo XII-III a.C.). Todavía se cosechan y se tratan de diferentes maneras para obtener los diferentes tipos de té, mientras que se usan ramas y tallos para obtener el té Kukicha.
De la semilla de Camelia también se obtienen compuestos químicos
Además del aceite de Camelia, a partir de las semillas también extraen compuestos químicos interesantes, como la saponina A, la cual se emplea en ámbitos como medicina, agricultura y alimentación; taninos y carbonato potásico.
Fuentes: La Voz de Galicia, Wikipedia, Turismo Rías Baixas y Turismo Rías Baixas
