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La gestión de residuos textiles y el reciclaje de ropa para una circularidad textil

18/03/2023
reciclaje de ropa portada

Aunque los materiales textiles están presentes en muchos artículos de consumo, es indudable que la mayor contribución de residuos textiles que acaban en el vertedero causando contaminación, la realiza la industria de la moda, sobre todo debido al modelo “fast fashion” o ropa de “usar y tirar”, el cual es insostenible y ahora ha propiciado la transformación hacia un modelo de economía circular, impulsado desde Europa con la entrada en vigor de la Directiva 2018/851 sobre residuos, donde se establece que antes de 2025 todos los países de la Unión Europea deberán tener establecidos sistemas de recogida selectiva para la reutilización o reciclaje de los residuos textiles, quedando prohibida la incineración. Así pues, el mundo se está inclinando hacia el movimiento “zero waste” o “residuo cero”, en el que el reciclaje textil cumple un papel muy importante y en el que debe implicarse tanto la industria como los consumidores. En este artículo, vamos a ver cómo se hace una gestión de residuos textiles y un reciclaje de ropa correctos para lograr la circularidad textil.

Los residuos textiles se componen fundamentalmente de prendas de vestir, calzado, sábanas, toallas, etc. de los hogares o restos de piezas textiles de la industria textil que son desechados. Mediante el reciclaje de ropa circular o de ciclo cerrado (closed loop), se mantendrían los materiales originales de estos residuos fluyendo dentro de la cadena de procesamiento y uso sin que pierdan valor, como por ejemplo en el reciclaje fibra a fibra. Así, el reciclaje textil permite evitar (al menos en parte) el uso de fibras vírgenes en las nuevas producciones con la consiguiente reducción de transportes, consumo de agua y energía, productos químicos, pesticidas, insecticidas y emisiones de CO2.

Por otro lado, podemos definir la moda circular o la circularidad textil como aquella en la que se intenta eliminar el residuo y la contaminación, y los productos y materias primas se continúan utilizando durante el mayor tiempo posible, a través de la reutilización y el reciclaje de textiles, de modo que los materiales se puedan reconvertir en nuevos productos sin necesidad de extraer nuevos recursos, con el fin de mejorar el impacto y la relación de las fábricas con el medio ambiente.

The Circular Textiles Programme (CTP) fue el primer programa sectorial dentro de la economía circular. Su objetivo es lograr un futuro de “residuo cero” para la industria textil. Con el apoyo creciente de varias fundaciones, organizaciones benéficas y socios estratégicos, el CTP ya ha realizado diferentes proyectos dedicados al reciclaje, la infraestructura y la tecnología en la industria textil.

Cabe indicar que la Unión Europea tiene interés por el sector textil y, por ello, dedicó la Semana Europea de la Prevención de Residuos de 2022 a los textiles circulares y sostenibles. En este sentido, España se ha puesto en marcha con la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular, en el cual se señala a la industria textil como uno de los sectores estratégicos, con presupuesto para el ecodiseño, la inversión en infraestructura para la gestión de residuos y la trazabilidad, entre otros.

Con este proyecto estratégico, lo que se pretende es acelerar la transición hacia un sistema productivo eficiente y sostenible, en cuanto al uso de materias primas, que permita cumplir con los objetivos de la Estrategia Española de Economía Circular para 2030. Para lograr esto, el PERTE contempla tres objetivos fundamentales:

  • El desarrollo del ecodiseño: lograr productos más duraderos y reparables desde su mismo origen, reduciendo la generación de residuos.
  • Una mejor gestión de los residuos textiles: a través de plantas de tratamiento que incrementen la reutilización, el reciclado y la incorporación de materias primas recuperadas de la producción de nuevos bienes.
  • El impulso a la digitalización vinculada al ecodiseño y a la gestión de los residuos: para la mejora de la competitividad e innovación del tejido industrial.

reciclaje de ropa y circularidad textil

Con respecto a la gestión de residuos textiles, cabe señalar que se pueden gestionar los residuos textiles de prendas pre-consumo y de prendas post-consumo. El primer caso, se refiere a residuos tales como excedentes de producción, devoluciones, cancelación de prendas confeccionadas, prendas con taras, etc., que se tratan para darles una solución efectiva y convertirlos en recursos que se utilicen en la circularidad textil. Mientras que las prendas o productos post-consumo, son todos aquellos que ya han tenido una vida útil y han sido desechados por los consumidores y que son igualmente gestionados para ser aprovechados de alguna manera o reciclados.

Pasos del reciclaje de ropa para la circularidad textil

Después de haber utilizado y reutilizado las prendas de ropa o calzado, cuando consideramos que ya han agotado su vida útil, estas se deben depositar en contenedores adecuados para la gestión de residuos textiles por parte de las distintas empresas de gestión de residuos y reciclaje textil. Una vez que las recogen, se llevan a cabo los siguientes pasos para intentar cerrar el círculo de uso textil.

1. Clasificación

La ropa y calzado, recogida selectivamente, llega a la planta de tratamiento y clasificación, donde se inicia el proceso de gestión de esos desperdicios, cumpliendo los procesos que se indican en la jerarquía de residuos establecida en la directiva Europea 2008/98 CE.

En dicha planta se lleva a cabo un exhaustivo proceso de clasificación atendiendo a 350 criterios diferentes según el estado del textil, separándose diferentes fracciones: textiles o prendas adecuadas para la preparación para la reutilización, otras para reciclaje, y otras para valorización energética o para la eliminación.

2. Preparación para la reutilización

Las piezas recogidas que están en condiciones de continuar siendo utilizadas, si presentan un buen estado se pueden revender en mercadillos, tiendas vintage o solidarias, una vez higienizadas y acondicionadas; mientras que las prendas que tengan una calidad inferior se destinan a la exportación, principalmente en Emiratos Árabes, Togo, India, Pakistán y otros países centroafricanos que las necesiten.

clasificacion de ropa para reciclaje texil

3. El reciclaje de ropa

Los residuos textiles de las fábricas o las piezas de prendas que no se han podido reutilizar, pueden ser recicladas.

Por el momento, en la empresa el reciclaje es opcional, algunas se benefician directamente del material y lo convierten en un nuevo material que puede ser reutilizado o vendido como materia prima o es utilizado en la fabricación de un nuevo producto.

El reciclaje de ropa se puede dividir en dos procesos o etapas:

  1. Separación de las piezas

Todas las piezas se agrupan según el tipo de fibras, tipos de tejido, colores, tamaños, aprovechamiento, color, longitud, entre otras características.

Dado que esto es un proceso tedioso de realizar manualmente, se están probando e implementando tecnologías automáticas como el “Infrarrojo cercano IR”, el cual es capaz de separar por su composición, una pieza de ropa por segundo. Esto quiere decir que en 24 horas una línea podrá clasificar 86.400 prendas. Teniendo presenta que se calcula que en 1kg de ropa de ropa usada hay un promedio de 4 prendas, esto significa que en un día cada línea es capaz de clasificar 21.600 kg. Evidentemente, estos cálculos son orientativos, puesto que hay prendas complejas formadas por varias capas (tejido exterior, entretela y forro) en las que serán necesario además operaciones manuales previas para separar las partes.

  1. Reciclaje en sí mismo

El reciclaje de ropa se puede llevar a cabo a través de distintas metodologías (mecánicas o químicas) y utilizar diferentes tecnologías y recursos (como botellas, residuos de fabricación, alfombras, tejidos, etc.).

  • Reciclaje mecánico o trituración y desfibrado: una vez eliminados todos los complementos no textiles (botones, cremalleras, abalorios…) las piezas se trituran en pedazos muy pequeños hasta que el resultado final sean las fibras, las cuales se utilizan para crear nuevas telas o fibras no textiles. Las fibras que se suelen reciclar mecánicamente son el algodón, el poliéster, el nylon y la lana. Para ello, se utilizan trituradoras o máquinas desfibradoras gigantes, las cuales hacen pasar las telas a través de un par de rodillos o cilindros alimentadores que contienen sierras afiladas que abren el tejido hasta la obtención de los hilachos y de las fibras. Con este método, se pueden obtener también lo que se conoce como “regenerados”, trapos para la limpieza, rellenos de colchones, asientos y muebles, “borra” para hilos gruesos, napas o aislantes acústicos o térmicos; así como las fibras finales pueden mezclarse con fibras vírgenes para volver a realizar hilados y prendas nuevas. No obstante, estos nuevos hilos solo pueden contener una baja cantidad (aproximadamente del 15/20%) de fibra reciclada para garantizar una buena calidad en el hilo producido. Y como dato curioso, señalar que el polvo generado en todo este proceso se prensa en bloques que son utilizados en la industria papelera o en la fabricación de materiales aislantes para casas.
  • Reciclaje químico: este método busca la descomposición para la obtención de monómeros y/o productos químicos, que serán utilizados para la producción de otros materiales, como fibras recicladas o productos químicos puros como hidrocarburo, e incluye un amplio espectro de sofisticados tratamientos químicos que van desde la disolución de la celulosa para obtener posteriormente fibras de viscosa, nano celulosas u otros productos derivados de este material, a la despolimerización del poliéster para la obtención de un monómero polimerizable, para su posterior hilatura por fusión o bien la obtención de piezas rígidas de poliéster 100% reciclado. Este tipo de reciclaje, que todavía está en fase de desarrollo, sólo es posible si previamente hay una rigurosa clasificación de los residuos textiles por tipo de fibra. Sin embargo, su potencial es muy notable y constituye una esperanza para el tratamiento de grandes volúmenes de fibra que el reciclado mecánico no será capaz de absorber.

ropa reciclada en venta

Finalmente, hay que indicar que es importante no perder de vista las necesidades específicas de los clientes de la industria textil en términos de calidad, costes y diseño, a la hora de seleccionar las tecnologías de reciclaje. Por tanto, la circularidad textil debería incluir no solo diseñar utilizando residuos y reutilizando materiales, sino también considerar desde el punto de vista del diseño (ecodiseño) cómo se fabrica un producto, su uso y descarte final, teniendo en cuenta la utilización de monomateriales, asegurarse de que componentes como fornituras, costuras y cremalleras se puedan quitar fácilmente y se pueden recuperar para su reutilización, así como el uso de tintes no tóxicos.

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La mayor contribución de residuos textiles que acaban en el vertedero causando contaminación, la realiza la industria de la moda, y ahora esto ha propiciado la transformación hacia un modelo de economía circular. En este artículo, vamos a ver cómo se hace una gestión de residuos textiles y un reciclaje de ropa correctos para lograr la circularidad textil.
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