Cada vez que viajamos en coche, cargamos el móvil, jugamos online o ponemos la lavadora, emitimos gases de efecto invernadero (GEI) que sobrecalientan el planeta y aceleran el cambio climático. Asimismo, también las empresas y organizaciones emiten estos gases a la atmósfera, ya sea de forma directa o indirecta. Por tanto, saber nuestro impacto ambiental, en este caso a través de la huella de carbono, es importante para ser conscientes y pasar a ser parte del cambio con acciones más respetuosas medioambientalmente.
Así pues, en este artículo explicamos qué es huella carbono definición, para qué sirve la huella de carbono, cómo se mide y calcula, las ventajas que nos ofrece el calcularla y os damos ideas para reducirla, todo acompañado de imágenes y huella de carbono ejemplos.
Qué es la huella de carbono. Definición y Significado
Viendo la huella de carbono que es o huella de carbono significado, tenemos que ésta es un indicador medioambiental de la cantidad de emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero de una persona, empresa, organización, evento, producto o servicio; el cual se expresa mediante emisiones de CO2 equivalentes (CO2e o CO2eq), es decir cuántas emisiones de CO2 se corresponden con cierta actividad, cuya suma total daría la huella de carbono mundial.
Y en cuanto a para qué sirve la huella de carbono, ésta permite medir el impacto de las actividades humanas sobre el Medio Ambiente, en concreto sobre el calentamiento global, siendo una herramienta útil para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos, para ayudar a mitigar el cambio climático.
Asimismo, la huella de carbono nos da la posibilidad de saber con más certeza la manera en que los GEI contribuyen al calentamiento global y aceleran el cambio climático.
Hasta ahora, la huella de carbono no ha parado de crecer (se ha multiplicado por 11 desde 1961) y ya supone el 60% del impacto total del hombre en el medio ambiente, según estima la Global Footprint Network.
Cabe destacar que, en la última década, los países emisores que están a la cabeza son China, Estados Unidos, Reino Unido e India. A pesar de la apuesta por las energías renovables y su eficiencia energética, las emisiones siguen incrementándose en países que necesitan cubrir sus necesidades de desarrollo. Como huella del carbono ejemplos, tenemos principalmente el transporte internacional, el cual supone el 65% de las emisiones contaminantes.
Cómo se mide la huella de carbono
La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq), ya que el CO2 es el gas más abundante entre los GEI y se utiliza como referencia en la medición del resto de los elementos. Esta unidad, a su vez, se cuantifica por medio de toneladas.
La huella de carbono se calcula mediante un inventario o análisis acorde a la naturaleza del emisor, según estándares internacionales. Así, se distinguen hasta 5 perspectivas o enfoques:
- 1. Huella de carbono empresas, corporativa o de una organización: Las entidades realizan actividades que producen gases de efecto invernadero como, por ejemplo, durante la fabricación, el transporte o el consumo energético. La huella carbono empresas mide todas las emisiones GEI de una organización a lo largo de un año o periodo determinado, generando un inventario de las mismas. La manera más utilizada para medir la huella de carbono es el Protocolo GHG, método que separa las emisiones de gases en tres alcances: el alcance 1 corresponde a las emisiones directas por el consumo de combustibles de una empresa u organización, el alcance 2 incluye emisiones indirectas por la energía comprada, y el alcance 3 agrupa al resto de emisiones indirectas en la cadena de valor. Esta perspectiva, se utiliza regularmente para redactar reportes o informes dentro de la comunicación del desempeño de una empresa ante el cambio climático.
- 2. Huella de carbono de un producto o servicio: Los servicios y los bienes de consumo también emiten gases de efecto invernadero antes, durante y después de su vida útil. Se miden, por tanto, las emisiones de GEI realizadas durante su ciclo de vida, es decir, se miden las emisiones de gases de efecto invernadero de mercancías o servicios, como la huella carbono alimentos, en toda su cadena de producción y, a veces, hasta en su consumo o desecho final, pudiendo ser útil para detectar posibles mejoras ambientales. Esta huella ha tenido mucho impacto en Europa y Japón, y se ha extendido cada vez a más países.
- 3. Huella carbono personal: Es la que origina un solo individuo en su vida cotidiana al desplazarse, consumir, alimentarse y utilizar recursos como la energía. Aquí se evalúan las emisiones de GEI directas e indirectas de un individuo en un periodo de tiempo específico. Se requiere conocer los hábitos de consumo y posesiones de una persona para calcularlo, y permite conocer su participación en el incremento del calentamiento global. La ONG ambiental The Nature Conservancy estima que cada habitante del planeta genera una media de casi cuatro toneladas anuales de CO2, mientras que en países como Estados Unidos esta cantidad se cuadruplica por persona y año.
- 4. Huella de carbono de eventos: Se contabiliza la huella de carbono durante la planificación y realización de algún evento (desde el uso de energía y transporte, hasta la preparación de alimentos o la papelería). Con frecuencia, sirve para emprender acciones que compensen las emisiones y así certificarse como un “evento carbono neutro”, así como también es un método muy habitual para recopilar información y obtener datos de consumo sobre la facturación.
- 5. Huella carbono territorial: Se miden las emisiones de GEI en un área específica, limitada geográfica o políticamente. Funciona para determinar el impacto global del cambio climático en un área y emprender planes de mitigación. La Isla de Pascua fue uno de los primeros territorios que calculó su huella de carbono.
Ventajas de Calcular huella de carbono
Para conocer la cantidad de gases de efecto invernadero que emite un particular, producto u organización, es fundamental calcular la huella de carbono. Solo después de esto, se podrán poner en marcha las políticas medioambientales adecuadas para conseguir neutralizar estas emisiones.
Además, el cálculo huella carbono o huella de carbono calcular, tiene las siguientes ventajas:
- El cálculo de la huella de carbono se caracteriza por ser una herramienta con doble finalidad. Por un lado, reducimos los costes del consumo de energía y, por otra parte, las emisiones de GEI.
- Es un indicador fácil de comprender.
- Se puede aplicar tanto para personas, como productos, empresas, eventos y territorios, tal y como vimos antes.
- Al efectuar una reducción de las emisiones, se puede optar por un “certificado de emisiones reducidas” (CER) o bono de carbono. Cada certificado significa que se ha reducido una tonelada de CO₂.
- Permite identificar nuevas oportunidades de reducción de emisiones contaminantes, con el ahorro energético que esto supone.
- Podemos formar parte de proyectos de compensación voluntarios para absorber el dióxido de carbono.
- Mejora la reputación de la empresa u organización por este compromiso social.
- Ayuda a descubrir otras oportunidades de negocio para atraer inversores sensibilizados con el medioambiente.
- La reducción de la huella de carbono suele implicar reducción de uso de energía, aumento de eficiencia, mejor gestión de recursos, mejor gestión de residuos…etc., por tanto, es un indicador bastante completo.
- Puede utilizarse como herramienta divulgativa para sensibilizar sobre el coste ambiental, ayudando a crear conciencia sobre el calentamiento global y el cambio climático.
- Es una herramienta efectiva para la gestión ambiental y energética.
Además, esta huella ha sido esencial para la implementación de medidas locales, regionales e internacionales; como por ejemplo el Acuerdo de París.
En cuanto a cómo se calcula la huella de carbono, ésta se obtiene multiplicando los datos de las actividades realizadas o datos de consumo de energía, por los factores de emisión respectivos a cada actividad. Los datos de consumo definen el nivel de la actividad generadora de las emisiones de gases de efecto invernadero, como por ejemplo, la cantidad de gas natural utilizado en la calefacción; mientras que los factores de emisión son facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica de España y son establecidos en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.
Para poder llevar a cabo este cálculo de la huella carbono, en Internet podemos encontrar un gran número de calculadora de huella de carbono, como la de la ONU, de Greenpeace, Carbon Clear, CeroC02, etc., tanto para calcular la huella de carbono personal como de una empresa u organización. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las cuantificaciones para medir las emisiones de gases de efecto invernadero varían de un país a otro, por tanto, esto se debe tomar en cuenta a la hora de las mediciones.
En España, tenemos la calculadora de la huella carbono miteco, desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica que facilita el cálculo de la huella de carbono de una organización y la estimación de las absorciones de dióxido de carbono que genera un proyecto de absorción.
También la Oficina de Cambio Climático ha elaborado una huella carbono calculadora para los ciudadanos, que consiste en una herramienta interactiva para que cualquier persona pueda calcular rápidamente su huella de carbono. Finalizado el cálculo, la herramienta entrega una identificación de las principales fuentes de emisiones, junto con prácticos consejos y recomendaciones para la reducción de emisiones y la eficiencia en el uso de recursos.
Asimismo, cabe indicar que en 2014 el Gobierno de España creó el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂. Este registro es gratuito y voluntario, y está gestionado por la Oficina Española de Cambio Climático. Orientado principalmente a las pequeñas y medianas empresas, permite la obtención de un Sello Oficial emitido por la OECC que indica si la empresa ha calculado, reducido o compensado su huella.
Cómo reducir huella de carbono
Finalmente, os damos algunas ideas o consejos para reducir la huella de carbono, ya sea a nivel personal como empresarial:
- Si eres una empresa, puedes ver de incluir una ecoetiqueta que indique la huella de carbono de tus productos; y si eres consumidor, intenta fijarte en si lo que compras presenta esa ecoetiqueta y apuesta por aquellos artículos con la menor huella de carbono. No obstante, cabe indicar que no hay una ecoetiqueta única, lo que puede llevar a la confusión entre los consumidores.
- Utiliza menos tu secadora de ropa, así reduces la cantidad de CO2 que emiten estos aparatos y la electricidad que consumen.
- No dejes conectado tu cargador del móvil más tiempo del necesario, ya que consume energía.
- Revisa tu refrigerador: si lo limpias, ayudas a que tu electrodoméstico consuma un poco menos de energía para enfriar.
- Reduce el consumo de carne, puesto que las actividades ganaderas son grandes emisores de GEI. Si todos consumiéramos menos, haríamos una diferencia enorme para disminuir su impacto.
- Usa eficientemente el aire acondicionado y la calefacción, es decir, apágalos cuando no son verdaderamente necesarios.
- Evita desplazarte siempre en automóvil, utiliza el transporte público o la bicicleta. Si no te queda más remedio, intenta que todas sus plazas vayan ocupadas y mantenlo en perfecto estado.
- Reduce los viajes en avión, apuesta más por el tren.
- Apuesta por un consumo responsable, basado en productos de proximidad y elaborados de forma sostenible.
- Elige un consumo de energía de origen 100% renovable.
- Adquiere electrodomésticos de bajo consumo.
- Disminuye la cantidad de residuos: reutiliza tus envases, recíclalos y, si no es posible, tíralos al contenedor correspondiente.
- Utiliza bolsas de tela para ir a la compra, para evitar el plástico.
- Utiliza termos o botellas reutilizables que no sean de BPA o de plástico.
- Planta árboles o forma parte de organizaciones de plantación de árboles.
- Conciénciate a ti mismo y a los demás sobre la importancia de reducir la huella de carbono.
- Las empresas pueden mejorar su eficiencia energética consumiendo energías renovables.
- Las organizaciones también pueden realizar campañas de sensibilización e invertir en proyectos medioambientales, abonando impuestos verdes o comprando toneladas de CO2 en el mercado internacional de emisiones.
- Las empresas deben apostar por embalajes reciclados y/o reciclables, así como deben reducir el uso de plástico.
- Las organizaciones pueden establecer planes de reciclado, reparación o reutilización de productos vendidos y que no se llegaran a vender.
- Las empresas deben apostar por materias primas más naturales y locales.