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El insecto palo gigante que regresó de la extinción y está algo cambiado

25/04/2018
insecto palo gigante Portada

A comienzos del siglo XX, las ratas acabaron con la especie de insecto palo gigante Dryococelus australis o “langosta de árbol”, que vivía en la Isla de Lord Howe (Australia). Sin embargo, sorprendentemente, esta especie ha reaparecido en otro islote a 23 kilómetros de distancia del original, tras analizar la población localizada en 2001, la cual presenta algunas diferencias respecto a la primigenia, lo que hacía creer que se trataba de otra especie. Debido a esto, se le denomina “el insecto más raro del mundo”.

El insecto palo gigante de Lord Howe es una especie de insecto fasmatodeo de la familia Phasmatidae. Los ejemplares adultos pueden llegar a medir hasta 15cm y pesar unos 25g, aunque las hembras son más grandes que los machos, denominándose por ello, “langostas de suelo” o “salchichas con patas”. Su cuerpo es alargado y poseen patas robustas. Carecen de alas pero pueden correr muy rápido.

Cabe indicar que su comportamiento es poco habitual. Normalmente el macho sigue a la hembra, dependiendo sus actividades de lo que haga ella. Durante la noche, la pareja duerme junta y tres patas del macho abrazan a la hembra.

insecto palo macho abrazando a hembra

En la isla Lord Howe, el insecto palo gigante era usado como cebo para la pesca. Se extinguieron en 1918, cuando el barco Makambo encalló en la isla y trajo hasta allí una plaga de ratas que se alimentaron de ellos. Desde 1930 la especie se consideró extinta.

En la década de 1960, un grupo de escaladores visitó la Pirámide de Ball o Ball’s Pyramid, a 23 kilómetros al sureste de la isla Lord Howe, e informaron que habían visto insectos muertos que eran muy parecidos al insecto palo Dryococelus australis.

No se vio ninguno vivo hasta que en 2001, un grupo de entomólogos y conservacionistas descubrió una población (taxón lázaro) de 24 individuos viviendo bajo un único arbusto de Melaleuca en Pirámide de Ball. No obstante, estos insectos descubiertos presentaban ciertas diferencias respecto a los originales: eran negros en lugar de marrones y sus patas eran más finas.

insecto palo gigante isla Lord Howe

Debido a estas diferencias, durante décadas se creía que estos nuevos tipos de insecto palo gigante eran otra especie, hasta que por fin un equipo de biólogos logró secuenciar completamente el ADN de ambos tipos de insectos y compararlos. Cabe señalar que esto ha sido bastante complicado para los investigadores, ya que los únicos ejemplares que quedaban del insecto palo gigante de Lord Howe estaban disecados y expuestos en museos y además, su genoma superaba los 4GB.

Después de este trabajo, concluyeron que los ejemplares nuevos hallados en 2001 eran genéticamente la misma especie que los originales de la isla de Howe; por lo que sus diferencias podrían ser cambios debidos a la adaptación al medio, ocurridos por la evolución a lo largo del tiempo. Con esto, se asegura que el insecto palo gigante de Lord Howe en realidad sobrevivió a la invasión de las ratas.

“Pensábamos que lo habíamos perdido pero es realmente milagroso que tengamos la oportunidad de traerlo a la vida de nuevo”, celebra el autor principal del estudio Alexander Mikheyev, que trabaja para el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón).Y es que, según el experto, “el insecto palo gigante se ha convertido en un símbolo de la fragilidad del ecosistema del lugar, ubicado a unos 600 kilómetros al este de la costa australiana”.

insecto palo gigante original

Por ello, el científico recomienda eliminar a las ratas de ese entorno, con el fin de reintroducir de nuevo el insecto a su hábitat natural, pues se cree que estos roedores ya han acabado allí con el devenir de cinco especies de aves y trece de invertebrados. Actualmente, el insecto palo gigante está siendo reintroducido en la isla de Howe.

En el 2003, un equipo de investigación del National Park and Wildlife Service de Nueva Gales del Sur, regresó a la Pirámide de Ball para recoger dos parejas reproductoras. Una de ellas fue llevada a un criador privado en Sidney y la otra, al zoo de Melbourne. Finalmente se logró reproducir en cautividad. En 2006 la población era de 50 miembros y miles de huevos y dos años más tarde, pasó a 700 individuos y 11.376 huevos. No obstante, los biólogos quieren comprobar si, una vez introducidos, con el paso del tiempo y las generaciones, los insectos recuperan su color y contextura originales o cambian de nuevo.

Fuentes: Gizmodo, Wikipedia y La Vanguardia