En un estudio publicado en la revista Scientific Reports, investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina de Nueva York, afirman haber descubierto uno de los órganos más grandes del cuerpo humano desconocido hasta ahora: el “intersticio”. Éste consiste en una red de canales llenos de líquido y tiene una función protectora, pero, además, también permite el transporte de células cancerosas. Por tanto, el hallazgo del intersticio podría avanzar significativamente la comprensión científica del cáncer y otras enfermedades.
Más de dos tercios del cuerpo humano es agua, la mayor parte de la cual se encuentra dentro de las células. Y gran parte del resto, alrededor del 20 por ciento del fluido en el cuerpo, es «intersticial», una palabra latina que combina «inter», o «entre» y «sistere», o «colocar», «entre los otros lugares». El líquido intersticial es la fuente de la linfa, que envía los glóbulos blancos, los combatientes de la infección del sistema inmunológico del cuerpo.
El intersticio está prácticamente por todas partes, justo bajo la superficie de la piel, rodeando arterias y venas, revistiendo el tejido fibroso entre los músculos y cubriendo nuestros tractos digestivos, pulmones y sistemas urinarios. Tiene aspecto de malla. El intersticio es una capa de compartimentos llenos de fluido entrelazados en una red de colágeno y una proteína flexible denominada elastina.
Esta investigación, sugiere que el intersticio o espacio intersticial, es un órgano completo, es decir, un grupo de tejidos con una estructura única que realiza una tarea especializada, como el corazón o el hígado. En este caso, se cree que su función es amortiguadora y de protección. Entender el intersticio podría ser particularmente significativo en el diagnóstico y seguimiento de la propagación de los cánceres y otras enfermedades que se propagan por todo el cuerpo.
Si efectivamente estamos ante un nuevo órgano humano, ¿cómo es que no se ha descubierto antes? Nadie había visto antes el intersticio porque la forma en que los científicos examinan tradicionalmente el tejido humano, cortándolo y tratándolo con productos químicos para su identificación, drena sus canales. Entonces, las fibras de colágeno que le dan a la red su estructura, se colapsan sobre sí mismas, lo cual hace que los canales parezcan una pared dura de tejido protector denso, en lugar de una especie de bolsa llena de líquido.
Para descubrir el espacio intersticial, los investigadores estudiaron tejidos vivos en vez de tomar muestras de tejido muestro. Lo hicieron mediante una técnica llamada endomicroscopía por láser confocal. En 2015, los endoscopistas, médicos que miran dentro del cuerpo usando tubos largos y flexibles con cámaras, encontraron algo extraño cuando estaban usando esta nueva tecnología, que agrega un láser y un microscopio diminuto para iluminar los tejidos vivos y los patrones fluorescentes que emite son analizados por sensores, dentro del conducto biliar del paciente. Los científicos observaron, por casualidad, que el conducto biliar estaba rodeado por unos patrones extraños inexplicables en su tejido, en lugar de una pared dura y densa, como esperaban.
El intersticio ayudaría a propagar el cáncer
Además de contener linfa y proteger los órganos, esta red de canales contribuiría también a la propagación del cáncer, según las observaciones de los científicos. «Tenemos ante nosotros una nueva ventana hacia el mecanismo de diseminación tumoral», enfatizan los investigadores.
Cuando el equipo analizó muestras tomadas de personas con cánceres invasivos, encontraron evidencias de que las células cancerosas que habían salido de sus tejidos originales, habían sido transportadas a través de estos canales, que los llevaron directamente al sistema linfático.
Ahora, el siguiente paso es comprobar si analizar el líquido del intersticio, podría conducir a un diagnóstico más temprano del cáncer. Es más, los científicos creen que el nuevo órgano también podría estar involucrado en otros problemas, como los edemas, una rara enfermedad hepática y otros trastornos inflamatorios.
Fuentes: National Geographic, y euronews