El Mar Menor está en una situación extremadamente crítica que amenaza con repetir otro episodio de anoxia y peces muertos. La llegada de polvo sahariano y las lluvias torrenciales, junto a los continuos vertidos de nutrientes, están llevando al Mar Menor al colapso una vez más.
El pasado mes de marzo fue el más húmedo en la región de Murcia en los últimos 62 años y ha coincidido, además, con dos episodios de calima de especial intensidad. Estas anomalías climáticas, unidas al estado de alta concentración de nutrientes ya existente en la laguna salada, forman un cóctel perfecto para otro episodio de anoxia por eutrofización que arrastraría al Mar Menor al colapso.
Las lluvias de las últimas semanas en Murcia, han provocado, además del aporte de agua dulce, el arrastre de una buena cantidad de nutrientes al frágil ecosistema que han florecido tras rebosar el acuífero ya contaminado. También dieron paso a una subida considerable de las temperaturas que han propiciado el comienzo del proceso de eutrofización en el Mar Menor, causante de la falta de oxígeno y que lleva al Mar Menor al colapso.
Por otro lado, la calima mantuvo en el ambiente infinitas partículas, como cuarzo, arcilla, carbonato cálcico, feldespatos, óxidos de hierro, etc., las cuales son potentes fertilizantes. Cuando la calima se disipó, las partículas permanecieron depositadas y favorecieron aun más el proceso de eutrofización.
En este sentido, Pedro García, director de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), asegura que “lo que cabe esperar es que, cuando la temperatura vuelva a aumentar y haya sol, se acelere el proceso de eutrofización y la coloquialmente sopa verde se pueda desatar con rapidez”. Además de esto, el experto asegura que ninguna de las actuaciones contempladas en el Mar Menor, se pueden ejecutar en el corto plazo, por lo que “lo más probable es que la laguna empeore nuevamente”.
Y por otra parte, la red de alcantarillado supone otro problema añadido, porque cuando se producen lluvias torrenciales, no hay suficiente capacidad para conducir las aguas a las depuradoras y, como cuenta García, “acaban reventando y llevando esa carga al Mar Menor, que aunque vaya diluida con el agua de lluvia, también supone más aportes de nutrientes, además de los que ya genera la agricultura”. Respecto a esto, el Gobierno ha dedicado una partida importante de unos 30 millones de euros para crear redes separativas de aguas fecales y pluviales, pero esto es algo que, como apunta García, “aún está por desarrollar y cualquier lluvia torrencial que se produzca puede suponer el colapso del Mar Menor”.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha elaborado un informe a solicitud del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a raíz del episodio de lluvias torrenciales del pasado marzo, que señala el riesgo de un episodio de agotamiento de oxígeno y muerte masiva de organismos en el Mar Menor. Asimismo, el informe incide en el papel determinante del aporte de nutrientes y materia orgánica como motor de eutrofización de la albufera.
El informe advierte de que las fuertes lluvias provocaron también una brusca caída de la salinidad, una variable de gran importancia en el Mar Menor. Tras las precipitaciones, y a consecuencia de la elevación del nivel freático, continúan los aportes de agua dulce a la laguna con alto contenido en nutrientes, lo que interferirá en la dinámica estacional de la salinidad en el sistema lagunar.
Además, los expertos del IEO han detectado un notable aumento de la turbidez de la columna de agua a partir de febrero de 2022. Este nuevo episodio, responde fundamentalmente a los aportes de materiales durante los episodios de lluvias, pero podría mantenerse en las próximas semanas o incluso meses por el desarrollo de comunidades de fitoplancton. De hecho, el último dato disponible muestra un brusco incremento de la clorofila que es probable que continúe creciendo debido al aumento de temperaturas y horas de sol propios de la primavera.
Concienciación sobre la situación sobre el Mar Menor y toma de medidas para evitar su colapso
La voz de alarma sobre el actual estado del Mar Menor la dio el presidente regional, Fernando López Miras, quien advertía de que la cubeta sur de la laguna se encontraba en una situación “crítica”, en la que se estaban formando nuevas bolsas sin oxígeno, por lo que urgió a que se permita abrir la gola de Marchamalo para mejorar la situación y evitar así la muerte de miles de ejemplares de la fauna y flora del ecosistema murciano.
«En La Manga, donde las playas se suelen encontrar en buen estado, hay una extensión de más de dos kilómetros de algas filamentosas con una anchura aproximada de 50 metros desde la orilla. La situación enla zona de Los Urrutias y Los Nietos es aún peor, ya que la anchura de la biomasa supera los cien metros”, explica Ramón Pagán, presidente del Pacto por el Mar Menor.
Ante esta situación, lo único que se puede hacer ya es retirar las algas, que pronto comenzarán a descomponerse, formando así el fango que mancha la costa marmenorense y provocando mal olor. «El problema es que es una labor titánica y prácticamente imposible», advierten desde Pacto por el Mar Menor, que recuerdan que llevan años alertando de que la única manera de recuperar la laguna es «controlando y reduciendo el uso de fertilizantes» en la agricultura del Campo de Cartagena. «Mientras no se haga, seguirán entrando en el Mar Menor y provocando constantemente estos procesos de eutrofización», sentencian.
La asociación señala a las administraciones central y autonómica por lo ocurrido. Al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), porque «debía haber iniciado con mucha más celeridad» las actuaciones para recuperar el ecosistema; y al Gobierno regional, porque «no se cumple la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor».
Desde el Ayuntamiento de Los Alcázares pidieron a las administraciones competentes que actúen «de manera inmediata» para evitar un nuevo episodio de ‘sopa verde’ o de mortandad de peces en el Mar Menor y prevenir así una nueva catástrofe medioambiental. Recuerdan que Demarcación de Costas se comprometió a la retirada de espigones de sus playas para mejorar así su limpieza y evitar la acumulación de suciedad y lodos, «una actuación que aún no se ha llevado a cabo«. Asimismo, el consistorio también va a retirar los muertos o anclajes que tradicionalmente utilizan los barcos para fondear de manera ilegal. “Esta retirada se debe llevar a cabo en zonas arenosas, donde no existe fauna, con el objetivo de evitar la proliferción sobre ellos de alga Caulerpa y frenar su avance en las distintas playas”.
Mientras, en San Javier piden al Gobierno central que actúe deteniendo la entrada de agua dulce con nitratos desde las ramblas y poniendo en marcha el bombeo de la rambla del Albujón a pleno rendimiento para rebajar el nivel del freático, “tal y como venía reflejado en el plan de vertido cero al Mar Menor publicado en 2018 en el BOE”.
El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, lamentaba que tras varias visitas de la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, prometiendo dinero para la recuperación del Mar Menor, «a día de hoy y al inicio de una nueva temporada turística, no se ha ejecutado ninguna acción prioritaria ni tomado ninguna medida por parte del Gobierno de la Nación». El alcalde solicita «con urgencia» la puesta en marcha de «medidas contundentes» ante el agravamiento de la situación del Mar Menor y queda «a disposición de las administraciones competentes para colaborar en cuantas acciones sean necesarias».
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Antonio Campoy, visitó en barco algunas de las zonas donde está aflorando gran cantidad de algas en suspensión y afirmó que desde el Ayuntamiento están «dispuestos a colaborar, fuera incluso de nuestras competencias, para llevar a cabo de manera urgente la recogida de algas en suspensión antes de que se pudra y genere un problema mayor».
Asimismo, el comité científico reunido en la Consejería de Medio Ambiente, acordó también llevar a cabo una modelización para analizar de forma ‘simulada’ el intercambio de agua con el Mediterráneo y evaluar así el alcance de la recuperación del calado de la gola de Marchamalo, al tiempo que avanzar en la definición de los protocolos con que se llevaría a cabo tal actuación.
No obstante, durante su comparecencia, el responsable de Medio Ambiente advirtió de que, si finalmente la laguna sufriese otro episodio de anoxia, el Gobierno regional «no podría hacer nada porque venimos pidiendo al Ministerio que nos autorice a oxigenar el agua, pero no nos ha dejado».
El Mar Menor es el primer ecosistema de Europa con derechos propios
Coincidiendo con esta situación que está llevando al Mar Menor al colapso, el Congreso de los Diputados aprobó iniciar la tramitación de una ley para que el Mar Menor y toda su cuenca tengan personalidad jurídica, con lo que desde su aprobación en julio de 2022, el Mar Menor es el primer ecosistema de toda Europa con derechos propios, como si fuera una persona o una empresa. El objetivo es dotar de derechos propios al Mar Menor dada “la falta de eficacia de las normas jurídicas actuales y la inacción de los poderes públicos”.
Todos los grupos, excepto Vox, han dicho sí a convertir en proposición de ley la iniciativa legislativa popular (ILP), avalada por más de 600.000 firmas que se presentaron ante la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados, antes de su tramitación parlamentaria.
La iniciativa defiende un “cambio radical” en el paradigma aplicado hasta ahora, de forma que la naturaleza, en este caso el mar Menor, pasa de ser tratada como “un objeto al servicio de la humanidad” a ser “un sujeto de derechos”, “de ser un esclavo a ser un ciudadano”, explica la profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Murcia Teresa Vicente, una de las impulsoras de esta medida.
También supondrá un antes y un después en la forma de defenderla, porque al convertirse en un sujeto de derecho, cualquier ciudadano podrá denunciar ante los tribunales agresiones como, por ejemplo, un desarrollo urbanístico o una nueva explotación agraria, que viole un derecho del mar Menor y lo ponga en peligro. “Cuando la ley esté en vigor podrás ir al contencioso y pedir una paralización como medida cautelar sin necesidad de estar afectado de forma directa”, señala Eduardo Salazar, abogado ambientalista. En este momento, solo las ONG pueden ejercer esa acción popular y “se trata de abrirla a la ciudadanía”, añade.
La proposición de ley se tramitó por la vía de urgencia para acelerar su aprobación definitiva. Acortar los plazos es vital para un ecosistema en estado crítico. Si se aprobase como proyecto de ley, sentaría precedente en Europa y cualquier ciudadano podría acudir a los tribunales en defensa del Mar Menor.
Fuentes: el Periódico de España, elDiario.es y El País