Sobre el suelo se encuentran los grandes emisores de CO2 y otros gases de efecto invernadero, como fábricas y vehículos, por ello, aquí es donde se debería de realizar la captura de CO2 para evitar que éste suba a la atmósfera. Un prometedor sistema para lograrlo, son las membranas para capturar CO2, en las que la Universidad de Valladolid y el CSIC, han desarrollado unos filtros que son hasta cien veces mejores, y que están siendo probadas en plantas piloto de Corea del Sur.
El grupo de Superficies y Materiales Porosos (SMAP) de la Universidad de Valladolid, asociada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y a través del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros, han realizado importantes avances en la separación de las moléculas de CO2 respecto a otros gases, los cuales han publicado en la revista científica “Journal of Membrane Science”. Así, las nuevas membranas para capturar CO2 separan de manera más eficaz los componentes de una emisión de gases industrial.
Los resultados de este trabajo, el cual ha contado con la financiación de la Fundación Nacional de Investigación sobre Secuestro y Captura de CO2 de Corea del Sur, pueden aplicarse en la lucha por frenar la emisión de gases de efecto invernadero.
El equipo investigador del SMAP, en el que algunos miembros también pertenecen al Instituto Universitario “Centro de Innovación en Química y Materiales Avanzados” (CINQUIMA) de la UVa, ha optimizado los procesos de las membranas para capturar CO2, para lograr retener las moléculas señaladas y de interés. El resultado son membranas poliméricas en forma de tamiz fabricadas con materiales orgánicos de color amarillo y que adquiere tonalidades ocres cuando se modifica mediante un tratamiento a alta temperatura. Este tipo de criba deja pasar las moléculas de gases más pequeñas (CO2) y retiene el resto de gases que iban con él, a escala nanométrica.
Estas nuevas membranas para separar gases y capturar CO2, están destinadas a todos los emisores estáticos, como plantas de producción de electricidad o cementeras, ya que “aún en el caso de llegar a una economía global no basada en el uso de combustibles fósiles, quedarían estas fuentes de emisión por todo el planeta”, comenta uno de los investigadores.
Fuente: NCYT
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