Una investigación conjunta del Grupo de Ciencias Planetarias y Astrobiología (GCPA) y el Grupo de Fisiología del Estrés y Biodiversidad en Plantas y Microorganismos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), ha concluido que los psicrófilos, unos organismos amantes del frío cuya supervivencia está ligada a temperaturas por debajo de los 20ºC, podrían incluirse en biofertilizantes con el fin de mejorar las condiciones de siembra en regiones desérticas y así utilizar estos microorganismos de la Antártida para cultivar en suelos infértiles.
Para llegar a esta conclusión, las investigadoras recogieron muestras de estos microorganismos de la Antártida para cultivar en suelos infértiles, en la isla de Media Luna (Antártida). Teniendo en cuenta que en la superficie solo habría una capa de hielo y que por debajo de los 15 cm solo se encontrarían organismos anaeróbicos, durante la expedición se tomaron muestras de sedimentos que se encontraban entre estos rangos de profundidad, utilizando una pala estéril y bolsas que impidieran su contaminación, además de conservar la cadena de frío.
Una vez en el laboratorio, las muestran fueron disueltas y diluidas en una solución salina estéril hasta obtener una cantidad limitada de microorganismos para su estudio y conteo. A continuación, se hizo un cultivo de las muestras con temperaturas iniciales de 4 oC, que después debieron pasar a 15 oC, con el fin de agilizar el proceso de análisis.
Como resultado de este trabajo, se obtuvieron 98 diferentes morfotipos de estos microorganismos de la Antártida para cultivar en suelos infértiles, cuya apariencia variaba según su color, elevación, textura y tonalidad. Después, con una “tinción de Gram”, evaluaron la pared celular para establecer pruebas específicas para establecer su género y potencial en múltiples procesos.
Así pues, pruebas para determinar la capacidad de solubilizar fosfato, fijar nitrógeno y otras seis actividades implicadas en los ciclos del nitrógeno, el fósforo y el carbono, permitieron establecer que 96 de estos microorganismos podrían ser de gran ayuda para el crecimiento vegetal.
Cabe indicar que, además de poder utilizar estos microorganismos de la Antártida para cultivar en suelos infértiles de nuestro planeta como desiertos, «la importancia de estos estudios es que, al enviar una sonda a otro planeta, esta podrá identificar vida, gracias a que cuenta con unos patrones que le permitirán hacer comparaciones», precisa la investigadora y profesora María Angélica Leal, del Grupo de Ciencias Planetarias y Astrobiología (GCPA).
Fuente: Agencia UNAL (Universidad Nacional de Colombia)
