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Los microplásticos y sus consecuencias en el Medio Ambiente

29/11/2019

La contaminación por plásticos está afectando ya a todos los rincones de nuestro planeta. Cada año, llegan a los océanos entre seis y ocho millones de toneladas de basura marina, de la que el plástico representa el 80%, estando éste formado por macroplásticos y microplásticos o partículas más pequeñas, las cuales son en realidad las más peligrosas.

Estos plásticos de las basuras marinas, afectan a animales, a ecosistemas enteros y a la salud humana, teniendo consecuencias letales y subletales, tal y como veremos en este artículo.

Junto con el cambio climático, la contaminación del plástico es una de las mayores amenazas a nivel mundial de este siglo. Por ello, cada vez son más las voces de la comunidad científica, gestora, y medioambientalista, así como miembros de la industria y la sociedad civil, que señalan como solución a la lucha contra el problema en su origen, aplicando el principio de las 6 Rs: Reducir, Reutilizar, Reciclar, Rediseñar, Recuperar y Reemplazar.

Los microplásticos, ¿qué son?

Los microplásticos o micro plásticos son pequeñas partículas de plástico que no superan los 5 milímetros de tamaño, pero que en realidad resultan ser los más dañinos y peligrosos para el medio ambiente y para nosotros mismos.

Los residuos de plástico se pueden diferenciar en macroplásticos y microplásticos. Estos últimos, son partículas de plástico que tienen un tamaño máximo de 5mm y cuyo límite inferior no está definido. A pesar de haber sido descritos a principios de los años 70, no ha sido hasta hace unas décadas, que los micro plásticos alcanzaron mayor relevancia gracias a investigaciones sobre su presencia en el medio y organismos marinos.

Muchos de ellos provienen de productos de cuidado personal, como los microplásticos cosméticos de geles limpiadores faciales o cremas exfoliantes, así como también están presentes en dentífricosdetergentes y otros productos industriales. Aunque también pueden derivar de la degradación de otros objetos de plástico como envases, bolsas, juguetes, etc., tanto por degradación física (erosión y radiación UV), como por degradación química (oxidación e hidrólisis).

En Estados Unidos las microesferas ya han sido prohibidas, mientras que otros países occidentales como el Reino Unido, Australia y Francia se lo están planteando, pero en España ni siquiera se ha abierto el debate, según denuncia Greenpeace.

microplasticos cosmeticos

Los plásticos engloban a un grupo de componentes artificiales o de fibras sintéticas procedentes del petróleo de distintos tamaños, texturas y colores: desde textiles como forros de poliéster, hasta material quirúrgico, pasando por todo tipo de piezas de aparatos electrónicos e industriales, material agrícola, enseres, juguetes y envases. Y el 50% de todos estos productos plásticos están destinados a ser de un solo uso.

A medida que pasa el tiempo y bajo el efecto de la radiación solar y otros procesos químicos, físicos y biológicos, los plásticos pierden resistencia y se fragmentan en partículas (microplásticos) sin sufrir necesariamente una alteración de su composición química.

Según la degradación química que experimenten, los plásticos se pueden clasificar en convencionales, oxo-degradables y bioplásticos. A estos últimos se les añaden compuestos que aceleran su degradación o grasas vegetales que reducen el tiempo de permanencia en el medio terrestre, pero no en el marino. Además, los bioplásticos representan otro tipo de problemas socio-ambientales como la competición por el uso del suelo fértil destinado a su producción en lugar de alimentos.

Tipos de microplásticos

Hay autores que profundizan en la clasificación de los microplásticos según su tamaño, característica físicas e impactos biológicos que pueden ocasionar. Así, se distinguen: los mesoplásticos (500µm – 5mm), los microplásticos en sí (50 – 500µm), y los nanoplásticos (<50µm).

Cabe indicar que la producción de nanoplásticos ha crecido en los últimos años, a pesar de que esta fracción de microplásticos es la menos conocida pero la más peligrosa, ya que son susceptibles de ser ingeridos con mayor facilidad, incluso por los organismos que forman parte de la base de la cadena trófica (plancton y fitoplancton), pasando luego a través de ésta y llegar finalmente al hombre. Y en nuestro organismo, podrían atravesar membranas celulares, alterando sus funciones fisiológicas, o llegar a tejidos de órganos importantes. Además, es importante señalar que los nanoplásticos son capaces de retener mayores concentraciones de elementos tóxicos o metales pesados que otros microplásticos, con el riesgo mayor que esto conlleva para la salud.

tipos de microplasticos microscopio

Por otra parte, se denominan “microplásticos primarios” aquellos que son manufacturados ya con un tamaño microscópico, como las famosas microesferas de productos de cosmética, las mezclas utilizadas para el arenado, los microplásticos empleados como vectores de medicamentos y los usados en impresión 3D; así como también los pellets, de tamaño algo mayor. Éstos son capaces de sortear la red de alcantarillado y sistemas de saneamiento, llegando intactos o casi al mar.

Mientras que los “microplásticos secundarios” son aquellos que proceden de otros plásticos de mayor tamaño que siendo residuos, son expuestos a condiciones externas que causan su degradación.

Impacto ambiental de los plásticos

El impacto ambiental de los plásticos comienza en tierra, cuando se arrojan los plásticos al suelo, y después, éstos acaban en el mar (al menos un 80%).

Entre las fuentes terrestres, destaca la basura proveniente del arrastre de aguas sin depurar o de tormentas, residuos procedentes de vertederos ubicados en la costa o transportados en aguas fluviales, y basura abandonada por la población y turistas.

Y en cuanto al origen de los vertidos desde el mar, el más abundante es el de embarcaciones (mercantes, cruceros, embarcaciones deportivas, barcos pesqueros, etc.) o desde plataformas petroleras, siendo especialmente dañinas las artes de pesca abandonadas, como restos de redes pesqueras, las trampas, etc.

entradas plastico en el mar

Sin embargo, lo peor de todo es que el mar no conoce fronteras y arrastra los plásticos y microplásticos de un lugar a otro, haciendo que no sólo las playas de los países que producen toneladas de basura diaria estén afectadas, sino también las de lugares en donde no hay un desarrollo tan amplio o incluso donde no hay una civilización.

Así, se ha visto que el 100% de las muestras de arena de playas de todo el mundo contienen contaminación por microplásticos. Así como también se han encontrado trozos de plástico en lugares tan remotos como la Antártida. Además, ya se están formando «playas de plásticos» donde las partículas de plástico compiten con la arena natural, como Kamilo Beach, en el sur de Hawaii.

playa Hawai contaminacion plasticos

Tampoco no nos debemos olvidar de las enormes concentraciones de plásticos en los principales giros subtropicales de los hemisferios norte y sur de los océanos Atlántico, Pacifico e Índico, llamadas “islas de plástico”, “isla de basura”, “mar de plástico” o “parches de plástico”.

Hoy en día se han encontrado plásticos y microplásticos en casi todos los hábitats acuáticos del planeta, desde el océano abierto, ríos, mares, aguas superficiales, y también en la columna de agua e incluso en los sedimentos, tanto playas como profundos.

A continuación, en este artículo os contamos los impactos ambientales o consecuencias que tienen estas partículas de plástico en el Medio Ambiente, tanto terrestre como marino.

Consecuencias de los residuos plásticos en tierra

A pesar de las millones de toneladas de plástico que hay en los mares y océanos, los efectos de la contaminación por plástico sobre la tierra son una amenaza más peligrosa de lo que se pensaba. Muy poco plástico que desechamos es reciclado o convertido en energía a través de la incineración. Gran parte de estos materiales termina en vertederos, donde puede demorar hasta 1000 años en descomponerse mientras liberan sustancias potencialmente tóxicas al suelo y al agua.

Las aguas residuales son un factor importante en la distribución de microplásticos. De hecho, entre 80% y 90% de los microplásticos, como las fibras de prendas de vestir, persisten en los lodos de las aguas residuales. Y estas aguas, a menudo, se aplican como fertilizante, lo que significa que varios miles de toneladas de microplásticos terminan en nuestros cultivos cada año. Estas partículas incluso se pueden encontrar en el agua del grifo.

Minúsculas fibras de acrílico, nylon, spandex y poliéster, se desprenden cada vez que lavamos nuestra ropa, y son llevadas a las plantas de tratamiento de aguas residuales o directamente al Medio Ambiente. Según un estudio, más de 700.000 fibras microscópicas de plástico podrían liberarse al ambiente en cada ciclo de una lavadora.

Además, las superficies de los pequeños fragmentos de plástico pueden ser portadoras de organismos causantes de enfermedades y actuar como vectores de éstas. También pueden interactuar con las criaturas que viven en el suelo, afectando a su salud y las funciones de la tierra. «Las lombrices de tierra, por ejemplo, crean sus madrigueras de forma diferente cuando los microplásticos están presentes en el suelo, lo que afecta la aptitud física de la lombriz y el estado del suelo», dice un artículo en Science Daily.

El plástico también puede liberar sustancias químicas nocivas en el suelo como los ftalanos y el bisfenol A (BPA) cuando se descompone, y que luego pueden filtrarse a las aguas subterráneas u otras fuentes de agua circundantes, y por ende a los ecosistemas. Esto puede causar un rango de efectos potencialmente dañinos en las especies que beben el agua.

impacto plasticos en tierra

Las zonas de vertederos o rellenos de basura, permanentemente almacenan grandes cantidades de numerosos tipos de plásticos. En estos rellenos, existen numerosos microorganismos que aceleran la biodegradación de los plásticos.

En lo que respecta a los plásticos biodegradables, al irse descomponiendo, liberan metano, el cual es un poderoso gas de efecto invernadero que contribuye de manera significativa al calentamiento global. Sabiendo esto, algunos rellenos han comenzado a instalar dispositivos para capturar el metano y utilizarlo para producir energía, pero muchos aún no han incorporado esta tecnología. Además, cabe indicar que la liberación de metano no solo ocurre en los rellenos, ya que los plásticos biodegradables también se degradan solos si se dejan sobre el terreno, en cuyo caso la degradación tarda más tiempo.

Por otro lado, los sedimentos marinos, los cuales abarcan desde los profundos fondos oceánicos abisales hasta las playas, engloban una amplia variedad de ambientes en los que también se han encontrado plásticos, tanto en forma macroscópica como microscópica.

Una vez llegan al mar, gran parte de los plásticos flotan en la superficie y son transportados durante largos periodos de tiempo, lejos de sus fuentes originales. Pero finalmente, una gran proporción se hunde y se acumula en el fondo marino y en las costas de todo el mundo, generando impactos negativos sobre la vida silvestre.

Un estudio publicado en 2014, advierte que las profundidades oceánicas se están convirtiendo en un gran depósito de residuos de plástico y que en cada km2 de sedimentos marinos pueden encontrarse alrededor de 4.000 millones de microplásticos. Esto corrobora la presencia de estos elementos a lo largo y ancho de los mares del planeta.

basura marina en playa

Entre los posibles impactos en ambientes costeros que pueden generar los plásticos, y más concretamente en los sedimentos de playas y otras zonas costeras, se incluyen: la ingestión por parte de diversos organismos, contaminación de sedimentos por aditivos de los plásticos o por los contaminantes persistentes adsorbidos en ellos, y enmallamiento, tanto de organismos marinos como de buceadores o nadadores. En el caso de los microplásticos, pueden además alterar las propiedades físicas de los sedimentos, afectando a la distribución de nutrientes e incluso a la temperatura, lo cual es muy determinante para el sexo de los hijos de tortugas; así como pueden favorecer la formación de biofilms de bacterias y la persistencia de patógenos sobre ellos.

Plástico basura en el mar, consecuencias

Hoy en día, la contaminación marina por plástico está siendo un grave problema medioambiental. El medio marino es el más afectado por los plásticos y su degradación aquí es más perjudicial que en tierra. Además, el mar recibe el mayor porcentaje de deshechos plásticos, según informes, recibe más de 200 kilos de plástico por segundo.

La fuente de entrada de las basuras marinas al medio ambiente ha ido cambiando a lo largo de las décadas. Los primeros trabajos sobre la composición y distribución de las basuras en el mar, indicaban los pellets de plástico como uno de los elementos más abundantes del material flotante de los mares e ingerido por los animales. Más tarde, mediante el estudio de aves como vector para determinar el contenido de los residuos marinos, otros investigadores encontraron que el tipo de basura ingerida por estos animales, había cambiado de los pellets a utensilios de plástico y fragmentos de objetos más grandes.

No obstante, los trozos de poliestireno y nurdles (pellets) son los tipos más comunes de contaminación marina por plástico, y junto con las bolsas plásticas y los envases de comida, constituyen la mayor parte de la basura de los océanos.

Aunque los vertidos desde tierra se producen debido a diversas fuentes y factores, es importante la entrada directa de residuos plásticos en el mar desde la línea de costa, estando esta entrada muy relacionada con la densidad de población y la presencia de industrias, vertederos, etc.

contaminacion marina

Como hemos dicho, una vez en el mar, los plásticos y microplásticos se mueven y acumulan por todo el planeta. De hecho, recientemente se han encontrado grandes concentraciones de basuras en cañones submarinos, lo que demuestra la movilidad y la acumulación en lugares remotos de estos residuos. Asimismo, los micro plásticos se encuentran en sitios tan lejanos de las fuentes, como los mares polares, habiéndose encontrado, entre otros, plásticos en el mar de Barents y en el estrecho de Fram, en el Ártico.

El movimiento de los residuos plásticos por el mar se debe a las corrientes marinas, en concreto a la circulación termohalina, la cual distribuye el calor de los trópicos a latitudes más elevadas, haciendo que muchos plásticos se concentren en el mar de Barents y de Groenlandia, donde la presencia de tierra y el agua dulce del deshielo frenan su avance. Sin embargo, cabe destacar que la superficie del agua no es el destino final del plástico, ya que con el tiempo acabará sedimentándose en el fondo marino, donde tendrá otras consecuencias más dañinas.

Las interacciones que se producen entre las basuras marinas y el medio ambiente marino son diversas y complejas. Por un lado, las de mayor tamaño, además de producir interferencias estéticas, pueden llegar a causar daños económicos y sociales por interacciones con la pesca, aparejos y otras actividades marítimas. Asimismo, son cada vez más numerosos los impactos en la biota marina, como veremos más adelante.

Por otro lado, con el incesante ritmo de producción de plástico de un solo uso y de una vida media tan corta, los microplásticos son, hoy en día, uno de los factores de contaminación marina más extendido y crónico. Su presencia en la diversidad de hábitats oceánicos, y acuáticos en general, no hace sino incrementar el número de ecosistemas y organismos vulnerables a su exposición.

plasticos flotan en el mar

Además, cabe indicar que las características físicas y químicas debidas a la composición del propio material del plástico, afectan también a la distribución de estas partículas en el medio acuático. De esta forma, los plásticos compuestos por polímeros más ligeros, permanecerán en la columna de agua o en las aguas superficiales, mientras que aquellos de mayor densidad o colonizados por organismos marinos, se hunden hacia los fondos marinos.

En general, los plásticos tardan un año en degradarse en los océanos, pero no por completo, y en este proceso, ciertos elementos químicos tóxicos, tales como bisfenol A y poliestireno, pueden ser liberados por determinados plásticos hacia las aguas.

Consecuencias de los microplásticos en animales

La polución por plástico ocasiona diversos daños a los animales. Los microplásticos pueden envenenar a los animales cuando son ingeridos, lo cual puede afectar de manera negativa al suministro de alimentos del ser humano. Asimismo, existen registros que indican que más de 260 especies, incluidos invertebrados, han ingerido plástico o han quedado enredados en elementos de plástico. Cuando un animal se enreda, sus movimientos se ven seriamente limitados, por lo cual le es sumamente difícil poder procurarse su alimento. Al quedar enredados, por lo general, mueren de hambre o de cortes profundos y úlceras.

Los plásticos de gran tamaño causan graves daños e incluso la muerte, a animales como aves marinas, cetáceos, tiburones y tortugas. Se ha estimado que más de 400.000 mamíferos marinos mueren cada año a causa de la contaminación por plástico de los océanos. En el año 2004, se estimó que las gaviotas en el mar del Norte, tenían en sus estómagos una media de treinta trozos de plástico.

Por su parte, los atrapamientos o enmallamientos en basuras marinas, en especial los provocados por aparejos de pesca abandonados o perdidos en el mar, son de los impactos más evidentes y visualmente reconocidos. Las especies afectadas por esto son numerosas y los efectos que estas basuras pueden provocar van desde lesiones físicas que impiden o disminuyen la capacidad natatoria o móvil de los animales, hasta otros efectos indirectos como malformaciones o disfunciones en algunos de los apéndices derivados del propio enmallamiento.

enmallamiento foca plasticos

Sin embargo, aunque los microplásticos no tienen un efecto tan visible, son más dañinos porque, según Greenpeace, debido a su pequeño tamaño, afectan a muchas más especies. Así, se han hallado partículas en el fitoplancton del que se nutren muchos otros seres vivos. Los mariscos de concha, como los mejillones y las ostras, los retienen durante el filtrado del agua con el que se alimentan. Y hay incluso algunos peces de pequeño tamaño que los ingieren al confundirlos con huevas.

Además de estas formas ampliamente documentadas, se están explorando nuevos efectos de estos elementos de plástico en el medio marino, ya que parecen afectar de forma más global a los ecosistemas. Por ejemplo, los fragmentos de plástico pueden hacer de “transportadores” o “ascensores” de otras especies, desplazándolas horizontal o verticalmente en la columna de agua y haciéndolas llegar a nuevos ecosistemas, facilitando así nuevos hábitats para especies que de otra manera no se desarrollarían. Los microplásticos también pueden llegar a colmatar zonas del fondo marino o de la superficie, produciendo efectos de asfixia de algunos ecosistemas. Asimismo, también pueden proporcionar hábitats para invertebrados, bacterias y virus, favoreciendo la propagación de patógenos a mayores distancias, así como también sirven de sustrato para los huevos de algunos insectos, sirviendo, por tanto, como vectores de transporte, tanto para patógenos como para especies oportunistas y exóticas.

A continuación, vamos a ver qué efectos tienen los plásticos dentro de los propios organismos marinos.

Ingestión de macro y microplásticos

 La ingestión de plástico por organismos marinos es menos evidente que los atrapamientos o enmallamientos; sin embargo, también ha sido documentada ampliamente. Las basuras marinas, y en especial los plásticos, suelen ser confundidos con alimento, provocando disrupciones estomacales o alterando otras funciones de los organismos como, entre otras, la reproducción.

Tradicionalmente, los mamíferos marinos, tortugas y aves marinas, han sido los testigos mortales más evidentes de estas afecciones, si bien cada vez es más amplio el rango de organismos afectados, incluyendo especies de peces e invertebrados, hasta los diminutos copépodos.

Actualmente, se han documentado casos de ingestión de macroplásticos en un amplio abanico de organismos, incluyendo cetáceos dentados, como los zifios, delfines y los cachalotes, hasta algunas especies de peces de valor comercial, como el arenque y la caballa, los atunes del Mediterráneo y el bacalao del Atlántico. Y según un estudio, el número de especies de aves, tortugas y mamíferos marinos afectados por esta causa ha aumentado de 143(33%) a 233(44%), y en particular, para el caso de las aves, la presencia de plásticos en su ingesta es cada vez mayor.

La estrategia de alimentación parece ser un factor clave a la hora de determinar si una especie tiende a ingerir más o menos plástico. Según un estudio en el que se analizó la ingestión de plástico por diferentes especies de aves marinas, las buceadoras son las que tienen mayor probabilidad de ingerirlo, seguidas por las que capturan el alimento de la superficie del mar. Por otro lado, las que se alimentan de crustáceos o cefalópodos, ingieren más que aquellas piscívoras, mientras que las omnívoras tienen a confundir más frecuentemente el plástico con su alimento.

plasticos en estomago ave marina

En cualquiera de los casos, tener una dieta especializada no parece ser el antídoto para evitar la ingestión de plástico. Existen varios estudios en los que se han encontrado evidencias de cómo tanto aves como tiburones han mordido pedazos de plástico, indicando una prueba de haber confundido este material con alimento. Y en el caso de los mamíferos marinos, tanto las ballenas, cuya estrategia alimenticia es filtradora, como los delfines, animales dentados que utilizan la ecolocalización para capturar a sus presas, pueden ingerir plástico en porcentajes similares. Incluso en las aves, un estudio centrado en albatros, petreles y pardelas, ha demostrado que éstas son más propensas a ingerir plástico debido a su capacidad para identificar el sulfuro de dimetilo (DMS), un compuesto bioquímico que segrega el fitoplancton en descomposición y que les ha indicado tradicionalmente donde se encontraba el alimento. Dado que las basuras marinas están en contacto con el mar y se impregnan también de este olor, pueden ingerir cinco veces más plástico que otras especies que no cuentan con esta estrategia alimenticia.

La ingestión de plástico, bien sea intencionada o accidental, puede causar la muerte directa del animal a través de la obstrucción física del estómago, o afectar a los organismos mediante disfunciones estomacales varias, entre ellas efectos químicos derivados. Igualmente, la ingestión de pedazos de plástico similares a las bolsas, pueden cubrir parte de la superficie de absorción de nutrientes del estómago y afectar a la eficiencia de la nutrición o generar úlceras. Cabe indicar que tampoco es necesaria una obstrucción total del estómago, sino que la misma sensación de estar saciado es suficiente para anular la búsqueda de alimento, y que la consecuente falta de nutrientes acabe ocasionando la muerte indirecta del organismo. Sin embargo, probablemente sean más importantes los casos de efectos subletales por la degradación de los plásticos ingeridos en los estómagos de los organismos y la consecuente liberación de contaminantes orgánicos persistentes y aditivos, tal y como veremos más adelante.

No obstante, los microplásticos de entre 1 y 5mm resultan más susceptibles de afectar a la alimentación y digestión de ciertos organismos, mientras que aquellos del tamaño de micras, pueden ser ingeridos de manera activa por pequeños invertebrados, pero también excretados, como ocurre en los poliquetos. Un caso importante es el de los nanoplásticos, que en algunos casos, pueden incluso permear en las membranas celulares de los organismos, alterando su estructura, actividad, y por tanto su función.

microplasticos ingeridos invertebrado

Dado que hay gran variedad de microplásticos cuya densidad les mantiene flotando cerca de la superficie, éstos se encuentran disponibles para un amplio rango de organismos que forman parte del plancton, como las larvas de importantes especies de interés comercial. A grandes rasgos, un amplio espectro de organismos marinos, incluidos corales, invertebrados como moluscos y crustáceos, peces, aves, tortugas e incluso cetáceos, pueden ingerir microplásticos directamente, o bien incorporarlos mediante la ingesta de presas, a través de la cadena trófica. Además, las rutas de exposición e incorporación de microplásticos, no tienen por qué ceñirse solo a la ingesta propiamente dicha, sino que, en algunos casos, como en el de los cangrejos, estos también pueden incorporarse a través de las branquias hacia el sistema circulatorio.

 Así pues, como comentábamos, la ingestión de microplásticos por organismos de los eslabones inferiores de la cadena trófica (fitoplancton y zooplancton) puede ser una ruta de entrada para niveles superiores de la cadena alimenticia, a través del consumo de presas previamente contaminadas por estos elementos. Además, el hecho de que parte del zooplancton realice migraciones diarias a diferentes profundidades, le convierte en un vector de transporte de los microplásticos hacia mayores profundidades de las que habitualmente se encuentran estos elementos, estando disponibles para diversas cadenas alimenticias.

Aunque todavía son escasos los estudios de transferencia trófica hasta los eslabones superiores de aves acuáticas y mamíferos marinos, algunos trabajos, como por ejemplo el realizado por Ericksson y Burton en 2003, ya han demostrado esta transferencia. En este caso, encontraron microplásticos en lobos marinos y determinaron que la presencia se debía a la ingesta de una especie de pez linterna que a su vez, había obtenido los microplásticos ingiriendo copépodos.

microplasticos cadena trofica

La mayoría de los estudios han detectado la presencia de microplásticos en los intestinos de los animales pero también en otros tejidos como el hígado. Su principal efecto negativo en la salud de los peces e invertebrados es el bloqueo intestinal, dificultades en la reproducción y un debilitamiento que los hace más vulnerables a los depredadores.

La contaminación por plástico es altamente dañina para los grandes mamíferos marinos

La contaminación de los mares por microplásticos es una gran amenaza para los animales que se alimentan a través del filtrado de agua de mar, como lo hacen varias especies de rayas, tiburones y ballenas. Además, por si no fuera poco, éstas, como muchas otras especies en la actualidad, se encuentran en peligro de extinción.

Estos representantes de la megafauna marina, necesitan tragar miles de metros cúbicos de agua cada día para poder capturar el plancton o krill que les sirve de alimento, y es en este esfuerzo, en el que ingieren el microplástico directamente del agua, o indirectamente cuando ingieren a sus presas, que ya están contaminadas con estas pequeñas partículas.

Elitza Germanov, investigadora de la Fundación Megafauna Marina y especialista en microbiología y biología marina, considera que “es vital comprender los efectos de la contaminación microplástica en los gigantes del océano, ya que casi la mitad de las rayas mobula, dos tercios de los tiburones que se alimentan por filtración y más de una cuarta parte de las ballenas barbadas figuran como especies amenazadas a nivel mundial y su conservación es una prioridad de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)”.

Germanov agrega que “estos animales son particularmente susceptibles debido a sus estrategias de alimentación, es decir, se alimentan de plancton y otros organismos que están al final de la cadena alimenticia, además, sus hábitats se superponen con zonas de contaminación microplástica. Todavía estamos tratando de entender la magnitud del problema. Sin embargo, ha quedado claro que la contaminación con microplásticos puede reducir aún más el número de poblaciones de estas especies, muchas de las cuales son de larga vida y tienen pocos descendientes a lo largo de sus vidas”.

microplasticos en mamiferos marinos

Los investigadores de la Fundación Megafauna Marina estimaron que los tiburones ballena pueden estar ingiriendo 171 artículos de plástico diariamente. Mientras tanto, en el mar Mediterráneo, se cree que las ballenas de aleta tragan miles de partículas microplásticas cada día.

“Nuestros estudios sobre los tiburones ballena en el Mar de Cortés (Golfo de California) y sobre las ballenas de aleta en el mar Mediterráneo confirmaron la exposición a sustancias químicas tóxicas, lo que indica que estas especies están ingiriendo microplásticos en sus zonas de alimentación. La exposición a estas toxinas asociadas al plástico representa una gran amenaza para la salud de estos animales, ya que puede alterar las hormonas, que regulan el crecimiento y desarrollo del cuerpo, el metabolismo y las funciones reproductivas, entre otras cosas”, añade la profesora e investigadora Cristina Fossi, de la Universidad de Siena, Italia.

Efectos tóxicos de los microplásticos

Los microplásticos que están presentes en los entornos marinos y que fácilmente ingresan a las cadenas tróficas, son portadores de toxinas. La primera advertencia de esta amenaza se reportó en el año 2012 para el caso concreto de las ballenas barbadas, pero actualmente se puede extender para todos los organismos que los ingieran.

Está asumido de manera general, que los microplásticos pueden actuar como vectores para el transporte de compuestos químicos, bien sean compuestos directamente relacionados a la fabricación de plásticos para proporcionarles ciertas propiedades (aditivos), como los ftalatos (sustancias usadas para plastificar y que los hacen más maleables), el Bisfenol A, los retardantes de llama, los antimicrobianos y aquellos que evitan los daños oxidativos (nonilfenoles); o bien sean metales pesados y contaminantes orgánicos hidrófobos (COHs) que se adsorben en ellos, como cobre, zinc, plomo, bifenilos policlorados (PCBs), hidrocarburos aromáticos policiclicos (PAHs).

Estos aditivos y COHs pueden interferir con procesos biológicos importantes y pueden tener efectos como disruptores endocrinos, produciendo efectos en la movilidad, la reproducción y el desarrollo, en los sistemas neurológicos e inmunológicos, o bien tener efectos carcinogénicos.

Dichos químicos y contaminantes asociados con el plástico, también pueden acumularse durante décadas en el organismo de las especies y alterar los procesos biológicos. En consecuencia, el crecimiento, desarrollo y reproducción de estos animales se verían alterados y su fertilidad reducida.

“El plástico no se descompone por completo, pero se rompe en pequeñas partículas y estos también pueden albergar altos niveles de toxinas y contaminantes orgánicos persistentes (COP). Los organismos que ingieren microplásticos pueden bioacumular estas toxinas durante décadas”, señala Cristina Fossi.

bioacumulacion microplasticos

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la degradación de los microplásticos puede conllevar que sus propiedades de adsorción/absorción y transporte de contaminantes varíen, y por tanto, que vaya cambiando su capacidad para actuar como vector. Otro factor adicional a tener en cuenta, es el tiempo que estos microplásticos estén dentro del tracto gastrointestinal, lo que dependerá de sus características y de las del organismo, lo que posibilitará un mayor o menor intercambio de compuestos químicos entre los tejidos del organismo y los micro plásticos. Asimismo, es importante tener en cuenta, además de todo lo anterior, ciertos factores que pueden influir en la biodisponibilidad de los contaminantes presentes en los microplásticos, como: el rol de los procesos fisiológicos, como la presencia de encimas o de surfactantes gástricos, y las diferentes condiciones fisiológicas de temperatura y pH que se dan dentro de los distintos tractos digestivos.

Para comprobar los efectos tóxicos de los microplásticos en los animales, Chelsea Rochman, profesora de ecología de la Universidad de Toronto, sumergió polietileno pulverizado (material con el que se fabrican algunas bolsas de plástico) durante tres meses en la bahía de San Francisco. A continuación, ofreció este plástico contaminado durante dos meses, junto con una dieta de laboratorio, a unos medakas japoneses, unos pececillos comúnmente utilizados en investigación. Y finalmente, vieron que los que ingirieron este plástico sufrieron un mayor daño hepático que los que consumieron plástico sin contaminar. Asimismo, otro experimento demostró que las ostras expuestas a micropartículas de poliestireno (material de los recipientes de comida para llevar), producen menos huevos y un esperma menos móvil.

Consecuencias de los microplásticos para el hombre

En nuestro día a día, los humanos estamos rodeados de plástico, el cual está empezando a pasarnos factura. Los vemos como basura arruinando el paisaje idílico de nuestro ambiente o de los lugares que nos gusta ir de vacaciones, como las montañas y las playas, lo cual repercute económicamente en el sector turístico y de actividades de ocio.

Pero además de esto, ahora también estamos poniendo en peligro nuestra salud, ya que los microplásticos están llegando a nuestros alimentos y bebidas, estando en animales marinos de los que nos alimentamos por medio de la cadena trófica, y desprendiéndose de los envases de plástico, como botellas de agua, que contienen nuestras bebidas o alimentos.

Un estudio de la Universidad de Victoria (Canadá) intentó estimar la cantidad de microplásticos que entran en nuestro cuerpo, en el que los autores calcularon que solo en el 15% de la dieta ingerimos hasta 52.000 partículas al año, que aumentan a 121.000 con el aire inhalado, pero admitían que esto es una subestimación y que probablemente la cifra total real esté en el rango de cientos de miles, o todavía mucho mayor.

plasticos dieta humanos

La ciencia aún no ha determinado el umbral a partir del cual la ingesta de microplásticos puede ser dañina para los humanos. Hay que destacar que aquí hay dos riesgos, por un lado el impacto de la presencia física de las partículas plásticas en sí y, por el otro, la posible toxicidad de sus componentes químicos, e incluso hay un posible un riesgo infeccioso, mediante microorganismos adheridos al plástico.

Aunque la gran mayoría de las partículas plásticas se queda en el aparato digestivo de los peces, parte del pescado que se descarta al comerlo, existe el riesgo de ingestión en el caso del que se coma entero, como mariscos, bivalvos o peces más pequeños.

De hecho, en todo el planeta, los distintos investigadores están encontrando cada vez más partículas de plástico en el interior especies de agua dulce y salada, tanto salvajes como de acuicultura. Ya se han hallado microplásticos en 114 especies acuáticas, siendo más de la mitad habituales en nuestra dieta.

Por otra parte, un estudio publicado por Greenpeace mostraba que en Asia, la gran mayoría de la sal marina de uso doméstico contenía microplásticos. Así como en otro estudio de Orb Media, científicos encontraron que en el 83% de los casos, el agua de grifo de más de una docena de países estaba contaminada con  microplásticos.

microplasticos en agua de grifo

Es difícil determinar si como consumidores nos afectan los microplásticos, porque este material está en todas partes: en el aire que respiramos, el agua que bebemos (del grifo y embotellada), la comida que ingerimos y la ropa que vestimos. Además, el plástico no es un material único: existe en muchas formas y contiene una amplia gama de aditivos: pigmentos, estabilizadores UV, factores hidrofugantes, ignifugantes, endurecedores como el bisfenol A (BPA) y plastificantes como los ftalatos,  que pueden filtrarse al entorno.

Algunas de estas sustancias se consideran disruptores endocrinos, es decir, compuestos que interfieren en el sistema hormonal. Los ignifugantes pueden influir en el desarrollo cerebral de fetos y niños; así como otros compuestos que se adhieren a los plásticos, pueden causar cáncer o malformaciones congénitas.

Estudiar el impacto de los microplásticos ma­­rinos sobre la salud humana es complicado, ya que no puede pedirse a nadie que ingiera plástico a modo de experimento porque los plásticos y sus aditivos actúan de forma distinta según las circunstancias físicas y químicas, y porque sus características pueden variar a lo largo de la cadena trófica según los seres vivos los ingieren, metabolizan o excretan. Así que, apenas sabemos nada de lo que ocurre con la toxicidad de los plásticos contenidos en los organismos acuáticos cuando los cocinamos o procesamos, ni qué nivel de contaminación podría dañarnos.

Los científicos siguen preocupados por los posibles efectos de los plásticos marinos sobre nuestra salud, porque, como se ha dicho, son omnipresentes y porque tarde o temprano, se degradan y fragmentan, generando nanoplásticos que miden menos de la cienmilmillonésima parte de un metro. Y éstos sí pueden penetrar en las células y migrar a tejidos y órganos, pero como los investigadores carecen de métodos analíticos para identificar su presencia en los alimentos, no se dispone de datos sobre su absorción y aparición en el organismo humano.

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Sin embargo,  se ha visto que muestras de heces de personas de países tan distantes y distintos como Reino Unido, Italia, Rusia o Japón, contenían partículas de policloruro de vinilo (PVC), polipropileno, tereftalato de polietileno (PET) y hasta una decena de plásticos diferentes, siendo más frecuentes en personas con enfermedad intestinal inflamatoria. La longitud de las partículas oscilaba entre las 50 y las 500 micras; y, de media, los investigadores encontraron 20 microplásticos por cada 10 gramos de materia fecal. Aunque se trata de un estudio piloto con un grupo reducido de personas, la diversidad geográfica de los participantes y de tipos de plástico identificados, lleva a los autores de la investigación a destacar la urgencia de determinar el impacto de estos materiales en la salud humana.

«Es el primer estudio de este tipo y confirma lo que veníamos sospechando desde hace tiempo, que los plásticos acaban llegando al intestino», dice en una nota Philipp Schwabl, gastroenterólogo y hepatólogo de la Universidad Médica de Viena y principal autor del estudio. «Aunque en estudios en animales la mayor concentración de plásticos se ha localizado en el intestino, las partículas de microplástico más pequeñas pueden entrar en el torrente sanguíneo, el sistema linfático e incluso alcanzar el hígado», añade, concluyendo que urge investigar para saber «lo que esto implica para la salud humana».

De hecho, un grupo de investigadores de la Universidad Médica de Viena, Debrecen en Hungría y otras instituciones, administraron oralmente micro y nanoplásticos a un grupo de ratones: solo dos horas después de la ingesta, estos materiales se encontraron en el cerebro de los animales. Asimismo, otros estudios similares han confirmado la detección de microplásticos en el cerebro de los ratones y su diseminación por todo el organismo.

Si después de su ingestión se expulsaran tal cual, sería menos preocupante, pero no es el caso: absorbemos los microplásticos. Diversos estudios los han descubierto en la sangre, en la placenta, en la leche materna y en diversos órganos. Y como además los inhalamos, también llegan a lo más profundo de los pulmones. Incluso pueden atravesar la barrera hematoencefálica del cerebro si van unidos a otras moléculas como los lípidos. Así pues, «una ingesta continuada podría tener potencialmente los mismos efectos tóxicos que en los animales”, no obstante, las consecuencias a largo plazo aún no se han explorado suficientemente.

Entre los efectos de los plásticos en el cuerpo humano, podrían contarse el estrés oxidativo y la inflamación, factores relacionados con el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y otras. Se ha observado una correlación entre la presencia de microplásticos en las placas de las arterias y un mayor riesgo de infarto o ictus. Y «en el cerebro, las partículas de plástico podrían aumentar el riesgo de inflamación, trastornos neurológicos o incluso enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson”, según el codirector del estudio austrohúngaro, Lukas Kenner.

Fuentes: Rojo-Nieto, E. y Montoto, T. (Ecologistas en Acción, 2017). “Basuras marinas, plásticos y microplásticos: orígenes, impactos y consecuencias de una amenaza global”; National Geographic; Mongabay Latam; El País y BBVA OpenMind

Los microplásticos y sus consecuencias en el Medio Ambiente
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Los microplásticos y sus consecuencias en el Medio Ambiente
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La contaminación por plásticos está afectando ya a todos los rincones de nuestro planeta. Aquí os contamos qué son los microplásticos y cómo nos afectan.
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Greenteach
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