La mimosa y la uña de gato son dos especies exóticas invasoras que están causando un gran impacto en los ecosistemas del noroeste de la Península Ibérica. Un estudio de la Universidad de Vigo y el Museo de Historia Natural de Nueva York alerta de que estas plantas invasoras aumentan las plagas de insectos herbívoros.
Esta investigación, publicada en la revista Biological Invasions, detalla cómo estas dos especies incrementan los insectos exóticos y los generalistas nativos, lo que podría favorecer la expansión de enfermedades mediante insectos vectores.
“Estas plantas exóticas fueron introducidas en Europa hace más de un siglo, sin embargo, este es el primer artículo que analiza las interacciones entre plantas e insectos herbívoros y los posibles enemigos invertebrados que acumulan”, dice Jonatan Rodríguez, científico de la Universidad de Vigo y autor del artículo.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la acumulación de insectos herbívoros, incluyendo su distribución y frecuencia en diferentes niveles de invasión (bajo, medio y alto), y evaluar si las plantas introducidas favorecen a los insectos herbívoros nativos o exóticos.
Para ello, partieron de un muestreo de campo durante la primavera de 2015 de Acacia dealbata en cinco pinares mixtos y cuatro matorrales, y Carpobrotus edulis en nueve áreas costeras del noroeste de la Península Ibérica. En ambos casos, examinaron los factores que influyen en la aparición de herbívoros invertebrados, clasificaron las zonas de muestreo en tres niveles de invasión (bajo, medio y alto) e inspeccionaron la presencia de interacciones de las plantas con los insectos herbívoros mediante observaciones visuales planta por planta e identificando todas las especies halladas.
Tras esto, identificaron nueve especies de herbívoros que se alimentan de una o ambas especies y determinaron que la composición de especies de herbívoros en áreas forestales y costeras, está directamente relacionada con la preferencia de hospedante, así como con los niveles de invasión.
En promedio, las especies introducidas, tanto en el bosque como en las áreas costeras, tenían aproximadamente tres veces más especies de herbívoros (~ 50% de ellas exóticas) que las plantas nativas. Las plantas introducidas en áreas forestales tenían aproximadamente ocho veces más fuerza de interacción entre herbívoro-planta. Y en general, los herbívoros generalistas se vieron favorecidos por la invasión de las plantas introducidas, mientras que los insectos exóticos se sustentan en dichas plantas introducidas, lo que aumenta la aparición local y la variedad de plagas de insectos; por lo que “muchas especies de plantas nativas pueden verse amenazadas, tanto las presentes en zonas costeras, invadidas por la uña de gato, como las de zonas forestales o cercanas a cultivos, invadidas por la mimosa”, advierte Rodríguez.
Por otra parte, aunque no probaron la presencia de patógenos en las plantas, “algunas especies encontradas como las cigarras espumadoras Philaenus spumarius o Cercopis intermedia, son vectores de virus o bacterias que pueden llegar a transmitirse a otras plantas, como es el caso de la bacteria Xylella fastidiosa”, advierte el investigador.
Según los autores, muchas especies nativas podrían verse amenazadas, ya que a menudo las invasoras están cerca de cultivos o huertos y favorecen la dispersión de enfermedades. “Se podrían ver afectadas muchas con gran interés económico como el olivo y la vid”, añade.
«Creíamos que la mimosa estaría en Galicia libre de sus depredadores naturales, pero no es así, hasta aquí también han llegado insectos foráneos», comenta Rodríguez. La llegada de este tipo de animales supone un problema para la flora autóctona. «La población de invasores aumenta más de lo que debería en un ecosistema equilibrado y se producen plagas», señala. Además, según el estudio, los insectos trasmiten virus y bacterias que provocan enfermedades en ciertas plantas: «En Italia y parte de España ya es una alerta, porque afectan a la vid, al olivo y a multitud de plantas hortícolas». El investigador asegura que es «cuestión de tiempo» que el problema llegue a la comunidad gallega: «Por el momento ya llegó desde Italia a Mallorca, a Madrid y al sur de Portugal».
Por último, los investigadores hacen un llamamiento para que las autoridades competentes creen estrategias de manejo de los ecosistemas que contribuyan a restaurar y proteger las áreas nativas para la conservación de la biodiversidad.
Fuentes: Rodríguez, J., Thompson, V., Rubido-Bará, M. et al. Herbivore accumulation on invasive alien plants increases the distribution range of generalist herbivorous insects and supports proliferation of non-native insect pests. Biol Invasions 21, 1511–1527 (2019). https://doi.org/10.1007/s10530-019-01913-1 y Sinc