La selección natural y la adaptación de las especies al medio están siendo alteradas por el cambio climático
El cambio climático se ha constituido como una de las principales amenazas para el equilibrio de la naturaleza, poniendo en juego la biodiversidad de sus ecosistemas. Tal y como muestra un estudio publicado en la revista Science, el cambio climático puede afectar al proceso de selección natural y modificar las trayectorias evolutivas de los organismos, ya que grandes cambios en el clima como el incremento de sequías y precipitaciones afectan de manera considerable a la adaptación de los seres vivos al medio ambiente.
Antes de centrarnos en ese estudio, cabe comentar que la selección natural es el proceso por el cual una especie de adapta a su medio ambiente y sus genes, sobre todo aquellos que beneficiaron su adaptación y supervivencia, son transmitidos a la siguiente generación, permitiendo así su evolución. En las siguientes imágenes se ilustra este concepto de forma clara.
Una vez aclarado esto, Adam Siepielski, uno de los autores del estudio, aseguró que «las variaciones están atadas al cambio climático, en especial a las precipitaciones”, con lo que un cambio en el patrón de lluvias puede afectar a la fuente de alimento de diversos organismos. Por lo que conocer los efectos que este tipo de fenómenos climáticos tiene sobre la evolución es importante para los investigadores, debido a que a corto plazo se espera un aumento de fuertes precipitaciones que podrían dar lugar a «cambios considerables» en los patrones de selección.
Para determinar los efectos del clima en la evolución, los investigadores trabajaron con bases de datos de diversas publicaciones científicas de las últimas décadas, que abarcan distintas poblaciones de animales, plantas y otros organismos, así como su habilidad para sobrevivir y reproducirse. Los expertos concluyeron que el incremento de sequías y precipitaciones afectan a las modificaciones que pueden experimentar los distintos organismos a raíz del proceso de selección natural.
Hay que tener en cuenta que en los ecosistemas puede haber cambios a largo plazo en los que las distintas especies tengan un “margen” para poder adaptarse y aprender a sobrevivir ante los nuevos escenarios.»No se sabe si las poblaciones se van a adaptar a esto. La respuesta evolutiva aún no es clara, pero los resultados sugieren que el cambio climático tiene el potencial para alterar la adaptación en todo el mundo«, concluyó el experto Adam Siepielski.
Además, cabe añadir que los cambios a nivel mundial que pudiesen ocurrir en el proceso de selección natural están más guiados por las precipitaciones que por las temperaturas. Debido a que el cambio climático modifica el régimen de precipitaciones a nivel global, la selección natural puede verse afectada significativamente.
Con esto, muchas especies se verán afectadas por el cambio climático. Aquí os contamos algunos casos ya documentados:
- El sapo dorado oriundo de Costa Rica se sospecha que ya se encuentra extinto por su falta de capacidad de adaptarse al cambio de temperatura que se da en su hábitat.
- Algunas aves están viendo alterados sus comportamientos, como ocurre por ejemplo con las charas azules que habitan en Arizona y que están reproduciéndose antes de tiempo.
- Muchas plantas de hábitats montañosos están migrando a mayores latitudes para encontrar un entorno menos caluroso, tal y como se ha registrado por ejemplo en los Alpes Austríacos.
- Los mamíferos del Ártico sufren la disminución del hielo, entre ellos uno de los más afectados es el oso polar.
- La ballena beluga está viéndose afectada por el calentamiento global por la pérdida de hielo y la dificultad de encontrar presas. La actividad humana que rompe el hielo en zonas de sobre pesca hace que ciertas áreas sean accesibles ahora, de modo que los barcos, la contaminación y la explotación humana suponen una amenaza para este gran mamífero.
- Las prácticas del hombre están provocando una disminución drástica en los bosques de bambú, lo que afecta enormemente a la población de osos panda, en peligro ya de extinción.
- El pez payaso es otra de las especies amenazadas por el cambio climático. Los océanos que son sumideros de carbono y las aguas ácidas les impiden encontrar cobijo por la pérdida del olfato.
- Otra especie marina en peligro es el salmón que está amenazado por el aumento de las temperaturas o la reducción de los niveles de oxígeno del agua, entre otras consecuencias.
- El koala australiano sufre problemas de malnutrición por culpa de la mala calidad de las hojas de eucalipto que se han visto desmejoradas por el aumento de CO2.
- La tortuga laúd está amenazada por el aumento del nivel del mar y el de las tormentas debido al cambio climático que destruye los hábitats donde nidifican.
- Debido al aumento de la temperatura superficial de los mares, las poblaciones de corales están desprendiendo sus algas simbiontes, dando como resultado el blanqueamiento de los corales y la alteración de su producción de nutrientes.
- En muchas zonas de la Antártida hay graves reducciones de las poblaciones de pingüinos, que en algunos casos han disminuido en un 33%.
Por otra parte, con respecto al último punto, se sabe que debido al deshielo, en la Antártida habrá una nueva explosión de vida, tanto para especies endémicas como invasoras (aunque predominarán las segundas), las cuales buscando refugio como consecuencia del cambio climático, se asentarán y sobrevivirán mediante la selección natural en este nuevo hábitat.
Hay que indicar que de los 14 millones de kilómetros cuadrados (27 veces el tamaño de España) de extensión de la Antártida, apenas el 0,5% está libre de hielo. Sin embargo, esta pequeña porción de terreno, casi toda concentrada en la costa, alberga mucha vida. Las zonas sin vegetación son aprovechadas por las aves marinas, pingüinos y mamíferos marinos para formar grandes colonias de cría. Pero también hay áreas donde, como si fueran oasis, crece el verde en forma de musgo, liquen, hongos y algas, habiendo incluso hasta dos especies de plantas vasculares. En estas islas de vida habitan muchas especies de microfauna, desde pequeños artrópodos hasta bacterias, pasando por extrañas criaturas como los tardígrados (osos de agua) o los rotíferos.
Para finales de siglo, esas islas de vida se verán ampliadas en unos 17.600 kilómetros cuadrados, lo que supone un aumento del 25% respecto del total habitable hoy. Ese es el principal dato que arroja un estudio realizado por investigadores de la misión antártica australiana y varias universidades de ese país publicado en la revista Nature. Y, como ya se ha visto en otras regiones como el Ártico o los Alpes y en tiempos pasados, allí donde se retira el hielo, avanza la vida.
Fuentes: Emol, Erenovable y El País