En general, la energía eólica también puede ser una alternativa a los fósiles y para ayudar a frenar el cambio climático. Sin embargo, los proyectos de energía eólica marina que se están llevando a cabo en el mundo, fundamentalmente en Alemania, Gran Bretaña, Dinamarca o Estados Unidos, son aún muy limitados, principalmente debido a la elevada inversión que se requiere. No obstante, el sobrecoste no deriva de los propios aerogeneradores, sino de los soportes que son necesarios para mantenerlos fijos por encima de la superficie marina. Cada uno de ellos, construido en acero y sumergido entre 40 y 50 metros, según los casos, puede llegar a pesar 600 toneladas. Por tanto, reducir al máximo el tamaño de dichos soportes, que se conocen técnicamente como jackets, manteniendo la seguridad, es el gran objetivo de las grandes compañías del sector para ahorrar costes, una solución que ha ofrecido en su tesis el profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de La Coruña, Iván Couceiro, mediante la propuesta de un nuevo sistema que optimiza el diseño de los soportes de aerogeneradores marinos.
En su trabajo, que ha recibido el premio de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (Anci) a la mejor tesis doctoral en España en 2018, propone “un modelo numérico por ordenador que, mediante técnicas de programación matemática, permite optimizar el diseño de estas estructuras metálicas. De lo que se trata es de reducir el peso cumpliendo con las exigencias estructurales”, explica el propio Iván Couceiro.
Iván Couceiro, ahora profesor interino en el Grupo de Investigación en Métodos Numéricos en Ingeniería, explica que el sistema que optimiza el diseño de los soportes de aerogeneradores marinos que han desarrollado, es adaptable en cada caso, de modo que elige mejor en función de la profundidad y el peso que tiene que soportar el jacket.
“Los tubos pueden llegar a tener diámetros de dos metros, con un espesor importante de la chapa. Son tan grandes y tan largos que la simple reducción de un milímetro o dos en la chapa supone mucho dinero, por lo que, si vas a montar un parque eólico marino con cien soportes, el ahorro puede ser muy importante”, indica.
El joven ingeniero confía en que las empresas que se dedican al diseño de este tipo de soportes, se interesen por el método que ha desarrollado. “Nosotros siempre intentamos desarrollar proyectos que tengan una transferencia tecnológica real en las empresas y esperamos que alguna esté interesada”, concluye”.
Fuente: La Voz de Galicia