Hoy en día, los sistemas de autoconsumo con energía solar están evolucionando enormemente, permitiendo realizar instalaciones en viviendas por poco dinero. Además, hay disponibles diversas subvenciones que, ligadas al precio de la energía al alza, consiguen que la amortización de las instalaciones sea en un corto período de tiempo. Por ello, os vamos a comentar los dos principales sistemas de energía solar que podemos instalar para que el autoconsumo eléctrico en viviendas sea una realidad; además de los diferentes aparatos que necesitaremos a la hora de realizar este tipo de instalaciones, las cuales, aunque las realicen profesionales cualificados, no está de más el conocer su funcionamiento.
Sistema de autoconsumo en viviendas aisladas
Tenemos varias opciones a la hora de realizar una instalación de energía solar. En el caso de ser para una vivienda aislada, o sistema AOSS, por sus siglas en inglés de “Always Ongoing Sufficiency System”, necesitaremos: las placas solares, el inversor regulador de carga de las baterías, y éstas, ya sean de plomo o litio.
También podemos encontrar en el mercado, inversores con regulador de carga para baterías. En este caso, deberemos ver el tipo de batería que admiten y los voltajes de trabajo del sistema. Lo recomendable es montar sistemas de 48V, de esta forma, tendremos una mejor eficiencia que otros sistemas como los de 24V o 12V.
Según el espacio que tengamos en casa, así como del dinero que podamos gastar en la instalación, nos decantarnos por un tipo de batería u otro. Sobre todo, si no tenemos un gran espacio, es mejor optar por las baterías de litio, donde, gracias al formato rack de algún fabricante, podremos tenerlas en un armario.
Otro aparato interesante de tener, es un generador de corriente pequeño, con el cual, evitaremos que las baterías se lleguen a descargar por falta de luz solar en los meses de invierno, además de poder dar corriente directamente a la casa en el caso de que se nos averíe el inversor.
Sistema de autoconsumo en viviendas con conexión a red
Por otro lado, además de lo necesario para las viviendas aisladas, también tenemos la posibilidad de usar el aporte de la red eléctrica. Este sistema, es conocido como SWAP o intercambio, si lo traducimos del inglés. En este caso, usaremos primero la energía de nuestra propia producción y, si lo necesitamos, tomaremos la de la red.
Otra opción, es la de volcar a la red el excedente que tengamos de las placas solares, con esto, podremos ganar algo de dinero en la factura de la compañía suministradora, saliendo la factura mucho más barata. Aunque en este caso, deberemos ver si la compañía suministradora tiene esa opción y si nos sale a cuenta.
Como añadido a ambos sistemas, os recomendamos que, para ahorrar toda la energía posible, sobre todo en los meses donde la luz solar no es abundante, es bueno tener sistemas de climatización adecuados, como por ejemplo, la bomba de calor o suelo radiante. Este tipo de sistemas, nos darán la posibilidad de, con poca energía, climatizar la casa a una temperatura de unos 20ºC sin gastar mucha energía en ello.
Además, también recomendamos la colocación de ventanas y puertas climatizadas, para evitar que el calor producido se escape de la casa, evitando tener que gastar en más placas o batería para conseguir mantener la temperatura constante.
Como podemos ver, tenemos muchas opciones a la hora de realizar este tipo de instalaciones, ya sea en un sistema aislado, como conectado a la red eléctrica. Nosotros os recomendamos que consultéis con un profesional, quien verá las diferentes opciones y precios de cada una, posibilitando, además, ampliarla en un futuro.
