Hoy en día, la tecnología para prevenir y controlar incendios es muy importante. Los incendios forestales son la principal causa de desertificación de nuestro país. Sólo entre 2001 y 2015 se quemaron en España más de un millón y medio de hectáreas. Cada vez los incendios que tenemos son más peligrosos y devastadores, causando graves impactos y consecuencias, como grandes pérdidas humanas y económicas, y dejan grandes áreas desoladas que luego hay que restaurar.
Además, el éxodo rural y los cambios socioeconómicos hacen aumentar la continuidad de la vegetación forestal, el paso del tiempo incrementa dicha acumulación de combustibles, el cambio climático lo predispone para arder en cualquier estación, y las políticas de extinción del fuego evitan que se vaya consumiendo naturalmente.
La prevención incendios sigue siendo la asignatura pendiente en nuestro país. “En España somos buenos apagando incendios forestales: el 65% de ellos son extinguidos en fase de conato. Pero no lo somos evitando que se produzcan”, aseguran desde WWF España.
Tecnología para controlar y apagar incendios
Dentro de la tecnología para prevenir y controlar incendios, nos centraremos ahora en aquella recientemente desarrollada para controlar y apagar los fuegos.
En primer lugar, tenemos el proyecto desarrollado por Telefónica junto a la Universidad Carlos III, la sartup Divisek y la operadora Dronitec, el cual pretende utilizar la red de torres de telefonía móvil de Telefónica junto a drones para incendios e Internet de las Cosas (IoT) para acelerar los tiempos de reacción cuando aparece un incendio.
Para ello, han equipado las torres con sensores de distintos tipos, como térmicos, de humo y de viento, los cuales pueden detectar conatos y lanzar una alarma. Ésta última es enviada a un centro de control y llega a un hangar que se abre y librea automáticamente un dron especial que viaja al área indicada y captura información con cámaras y sensores.
A continuación, esa información del incendio es enviada en tiempo real a través de una señal con tecnología 4G, usando un software de conexión de dispositivos desarrollado por la misma operadora. Posteriormente, el mismo dron regresa a su base de procedencia de forma autónoma.
«Los drones representan un elemento conectado de alta movilidad muy versátil para la monitorización remota de infraestructura. Equipados con sensores, cámaras y conectividad 4g, tenemos experiencias ya con utilities y en entornos industriales. Se nos ocurrió que también podrían ser útiles en la monitorización de zonas verdes remotas, apoyados en nuestra distribución de torres de telefonía como puntos de estacionamiento y repostaje de los drones», asegura Vicente Muñoz, responsable de la división de IoT de Telefónica.
“Ahora queremos hacer una prueba en campo para ver si es viable. Para ello, necesitamos permisos de vuelos, para poder simular un incendio. La idea es hacerlo en lo que queda de año”, agrega Muñoz.
Por otro lado, hay drones forestales multirrotor con gran capacidad de carga (más de 100Kg de peso al despegue) que pueden transportar bombas de extinción autónomas para sofocar pequeños focos del incendio y así ayudar a los bomberos. Además, para estos drones se pueden habilitar zonas de aprovisionamiento cercanas al incendio, evitando los grandes desplazamientos y mejorando la seguridad de las personas. Asimismo, estos drones de incendios también son capaces de volar de noche, situación en la que los aviones de extinción de incendios tendrían problemas.
Y si esta labor de los drones no fuese suficiente, cabe destacar que los mismos drones de gran capacidad de carga, también pueden repoblar después del incendio las zonas afectadas, sembrando semillas de especies autóctonas en terrenos de difícil acceso, acelerando así la restauración. Los drones Dronitec, por ejemplo, son capaces de sembrar más de tres hectáreas en sólo 10 minutos, cubriendo más de 40 hectáreas por jornada de trabajo.
Otros tipos de tecnología para prevenir y controlar incendios, son el helicóptero de bombardeo con agua patentado en Australia y que se llama “Elvis”, y la bomba de dispersión de agua que extingue el fuego robándole el calor, la cual se puede lanzar desde un helicóptero o una avioneta. Ésta cuenta con un detonador que se activa en el momento del impacto con el suelo y con la explosión, y el agua se transforma en una fina niebla que se extiende rápidamente. Además, esta bomba está fabricada con materiales biodegradables para evitar su contaminación.
Y dejando de lado los drones y helicópteros, también es destacable un producto biodegradable creado por la startup extremeña Gesnatec que ejerce de cortafuegos natural y, por ser biodegradable, no sólo no genera daños a la biodiversidad, sino que impide los daños en el personal que los manipula y se dedica a apagar los incendios, a diferencia de los productos retardantes que existen en el mercado. Además, esta idea le ha valido a Gesnatec ser ganadora de la II edición de IMF Emprende, la aceleradora puesta en marcha por IMF Business School.
Tecnología para prevenir incendios
Antes que saber controlar y apagar el fuego es mucho más importante saber cómo prevenir incendios forestales, lo cual, como hemos dicho, es todavía una asignatura pendiente.
Centrándonos ya en la tecnología para prevenir incendios desarrollada, es destacable el proyecto Pyrosat sobre predicción de incendios forestales y evaluación de riesgos. Pyrosat se basa en múltiples y avanzadas fuentes de detección remota que, junto con una amplia red de estaciones meteorológicas, permiten que el software recree el entorno estudiado de la manera más precisa.
Dentro de Pyrosat requiere especial mención el programa “Pyrowarn”, desarrollado por dos estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia, el cual es capaz de crear mapas de índices de riesgo para detectar dónde es más probable que aparezca un incendio, según los sistemas estadounidense y canadiense. Para ello, utiliza una gran cantidad de datos cartográficos, meteorológicos y climatológicos, mediante información de los satélites de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y de la ESA (Agencia Espacial Europea).
Estos índices, que incluyen multitud de parámetros, se suelen mostrar para países o regiones pero el programa, según uno de sus desarrolladores, “los puede calcular para zonas determinadas y para pequeños tiempos de duración, con la finalidad de tener la información lo más actualizada y precisa posible”.
El programa exhibe un mapa en satélite, a partir del cual se saca un gráfico tridimensional de la orografía de la zona, sobre el cual se muestran los índices de riesgo, junto a una gran cantidad de parámetros como la humedad relativa, la temperatura, la velocidad y dirección del viento o la precipitación, «que influyen en un incendio».
Además, “Pyrowarn” avisa por correo en el caso de que algunos de los parámetros supere cierto valor, especificado por el usuario, cada tres, seis o doce horas, y adjunta mapas del parámetro en cuestión.
Otra tecnología para prevenir incendios es “FirehawkTM”, un sistema de cámaras controladas informáticamente que detecta el humo durante el día y el calor por la noche, el cual fue ideado, patentado y comercializado en Sudáfrica, por la empresa Digital Imaging Systems en el año 2000. Sus cámaras giran 360º cada 4 minutos y pueden detectar un fuego a una distancia de hasta 20km si el día está despejado.
Asimismo, no podemos olvidarnos de nuevo de los drones de vigilancia para incendios de Dronitec, los cuales están equipados con cámaras térmicas y envían la información de forma rápida y eficaz.
Además de esto, también tenemos el proyecto 4Map4Health, liderado por el Instituto de Investigación Geoespacial de Finlandia, en colaboración con la Universidad Técnica de Viena, University of Life Sciences de Praga, Universidad de Porto, University of Natural Resources and Life Sciences de Viena, y la Universidad de Vigo, así como contó con la participación de investigadores e investigadoras de las escuelas de Ingeniería de Minas y Energía e Ingienería Forestal; con el objetivo de obtener información (un mapeado) sobre la salud de los árboles, la estructura de los bosques e el riesgo de incendios forestales en base a sistemas de información geográfica, empleando dispositivos ligeros de última tecnología.
Así, gracias a la tecnología LIDAR de su sitema, pueden obtener información sobre el grado de humendad de la vegetación y saber cuál es la más susceptible de arder.
Tecnología para prevenir y controlar incendios a la vez
Finalmente, existen sistemas de tecnología para prevenir y controlar incendios al mismo tiempo, lo cual se lleva a cabo mediante mapas inteligentes.
Esri es un mapa inteligente de Infoca (Andalucía) que recopila información de distintas fuentes: velocidad y dirección del viento, propagación del fuego, el perímetro del incendio, las rutas que siguen los medios terrestres que luchan contra las llamas allí, las descargas de los medios aéreos, etc., las cuales son plasmadas en un plano digital que se actualiza en tiempo real.
“Antes íbamos con un mapa que tenía información anticuada. Podían pasar seis horas desde que algo ocurría hasta que se enteraba el puesto de control”, se lamenta Juan Martínez, un técnico que trabaja en el servicio de restauración del medio natural en la Junta de Andalucía, además de ser uno de los cuatro analistas del Infoca que tiene acceso al cuadro de mandos de la plataforma de Esri. “No creo que este software sea clave en la toma de decisiones, pero mejora los flujos de información y la resolución temporal, por lo que se reduce la incertidumbre y aumenta la seguridad de nuestro personal, que mejora su conciencia de la situación”.
Además, los mapas Esri incluso permiten capturar fotografías y vídeos a pie de campo a través de dispositivos móviles. De esta forma, el profesional que se encuentre en el incendio puede retornar al puesto de control y la información puede fluir en ambos sentidos; así como también su plataforma arcgis para Safe Communities facilita nuevos mapas inteligentes que conectan con los servicios de emergencias para prevenir y responder ante situaciones críticas, como lo son en este caso los incendios.
Asimismo, en Canadá, país que cada año sufre un promedio de 9500 incendios forestales, se ha establecido un Sistema Espacial de Gestión de Incendios (SFMS) que vigila y predice el comportamiento de los incendios forestales, basándose en datos acumulados durante 50 años de investigación por parte del Servicio Forestal, junto a información sobre las condiciones meteorológicas, de vegetación, topografía, temperatura, humedad relativa, velocidad y dirección del viento, precipitación, etc., la cual se obtiene de una red de bases de datos y se analiza con modelos de predicción meteorológica, para determinar el riesgo de incendio y el comportamiento del fuego ya existente.
Fuentes: El País Retina, EFE , Wipo y gCiencia