El río Óder, una emblemática vía fluvial que divide a Polonia de Alemania a lo largo de 187 kilómetros y que forma parte del Parque Natural del Valle del Bajo Óder, el único parque nacional de llanuras aluviales de Alemania fundado hace más de 25 años; se ha llenado de peces muertos. Las autoridades alemanas y polacas que están contemplando desde hace días cómo toneladas de peces muertos en el río Óder son recogidas, señalan que la contaminación de las aguas ha causado un daño ambiental tan severo que el río tardará años en recuperarse.
La alcaldesa de Schwedt (Alemania), Annekathrin Hoppe, ha descrito la situación como un “desastre medioambiental de proporciones sin precedentes”. Hoppe ha declarado que temía que los efectos en el Parque Nacional del Valle del Bajo Óder fueran tan grandes que duraran años. “El turismo y las industrias de pastoreo y pesca también se verán gravemente afectados”, ha dicho.
Por su parte, la presencia de los peces muertos en el río Óder, desató todas las alertas en la ciudad fronteriza polaca de Olawa, donde también se encontraron los cadáveres de otros animales, como castores. El jefe de la autoridad nacional de aguas de Polonia, Przemyslaw Daca, ha comunicado que los servicios de limpieza ya habían sacado del río 10 toneladas de peces muertos. “Esto muestra que estamos lidiando con una catástrofe ecológica gigante y escandalosa”, ha dicho en una conferencia de prensa.
Asimismo, cabe indicar que el extenso rastro de peces muertos en el río Óder ya ha llegado al mar Báltico. Centenares de voluntarios trabajan para recoger los cadáveres en distintos puntos para evitar que la propagación del presunto envenenamiento llegue a otros animales, ya que cerca del río castores, pájaros y patos también se han visto afectados.
En cuanto a la causa u origen de la aparición de todos estos peces muertos en el río Óder, se piensa que una sustancia tóxica contaminó el agua, aunque todavía se desconoce el químico exacto a pesar de las pruebas que se han realizado. Las primeras hipótesis apuntan a vertidos tóxicos, incluido mercurio, pero los análisis aún no son concluyentes. También se han detectado altos niveles de salinización en las aguas, lo que en la situación de sequía actual que sufre el río podrían haber precipitado la muerte masiva de peces.
Los dos países están investigando todavía las causas y buscan al responsable de la catástrofe. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha comunicado que las aguas del río están contaminadas posiblemente con mercurio y otras sustancias químicas venenosas. “Cantidades enormes de desechos químicos fueron arrojadas al río Óder con conocimiento total de los riesgos y las consecuencias”, ha escrito Morawiecki en una publicación en su cuenta oficial de Facebook. “No vamos a abandonar el asunto. No vamos a descansar hasta que los culpables sean castigados severamente”.
El primer ministro de Polonia explicó que, en un comienzo, se asumió que se trataba de un problema «local», pero que luego demostró tener una escala «muy grande».
Mientras tanto, Alemania se ha quejado de que Polonia no haya respetado un tratado internacional al no informarles inmediatamente sobre la contaminación del río. Fue un capitán de barco quien informó a las autoridades alemanas sobre los peces muertos el pasado 9 de agosto.
La policía polaca ha ofrecido una recompensa de 210.000 euros para encontrar al autor de la contaminación. Por su parte, la ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, ha ido un poco más lejos y ha exigido una investigación completa para determinar las causas de lo que calificó como un “desastre medioambiental”.
Sin embargo, activistas han acusado a las autoridades de ambos países por no trabajar conjuntamente y no reaccionar con rapidez al desastre para proteger a la población.