Tuvalu (antiguamente Islas Ellice), es un estado del Océano Pacífico que forma parte de la Polinesia y de Oceanía. Se trata de un archipiélago formado por atolones, el cual, junto al país Kiribati, un gran atolón de no más de dos metros de altura y dos kilómetros de ancho ubicado justo en donde se cruzan las líneas meridiano y ecuador en el Pacífico Central, son los países más amenazados por el cambio climático, debido a la subida del nivel del mar.
En principio, se esperaba que la inundación y la erosión del aumento del nivel del mar, volvieran inhabitables estas islas en el próximo siglo, por lo que incluso se habían planteado planes de migración para su población, la cual es una de las más bajas de mundo, por fortuna, situándose detrás del Vaticano.
Sin embargo, según últimos estudios de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), la superficie de Tuvalu no se está hundiendo, sino que en realidad está incluso aumentando su superficie emergida.
Para llegar a esta conclusión contraria a lo que señalaba el IPCC, los científicos analizaron el cambio de línea costera en las 101 islas de Tuvalu durante las últimas 4 décadas, utilizando, para ello, datos detectados remotamente.
Y estos resultados, indican que hay un aumento neto en el área de tierra en Tuvalu de 73,5ha (2,9%) y que el área de tierra se incrementa en ocho de nueve atolones, a pesar del aumento notorio del nivel mar. Esto supone un desafío frente las percepciones de pérdida de superficie de estas islas, mostrando que son características dinámicas que persistirán como lugares habitables durante, al menos, el próximo siglo, presentando oportunidades alternativas de adaptación que incluyen la heterogeneidad de los tipos de islas y su dinámica.
No obstante, cabe indicar la propuesta tecnológica de desarrollar islas artificiales como Artisanópolis, localizada también en la Polinesia francesa, como una alternativa más cara para la supervivencia de los refugiados climáticos.
Fuente principal Europa press