La ganadería es un sector clave para el desarrollo de una agricultura sostenible. En este sentido, la ganadería extensiva representa un modelo de producción que integra la armonía con el medio ambiente, la eficiencia en el uso de los recursos naturales y el respeto por el bienestar animal. En este artículo, os contamos cómo este tipo de ganadería está beneficiando a España, con el ejemplo concreto del compromiso con la sostenibilidad de la ganadería Valles del Elsa.
En España, las características únicas de nuestro clima y suelo, han dado forma a una tradición ganadera profundamente arraigada. Nuestro país, conocido por sus vastos pastizales, ha desarrollado a lo largo de los siglos un sistema de ganadería extensiva que no solo es un modelo a seguir a nivel global, sino también un pilar fundamental en la conservación de sus ecosistemas. La importancia de este modelo, se refleja en el reconocimiento oficial, por parte de Bruselas, de aproximadamente 6 millones de hectáreas dedicadas al pastoreo.
Actualmente, España cuenta con 9.247 explotaciones ganaderas ecológicas, lo cual se ha incrementado un 20% en los últimos años. Los ganaderos son cada vez más conscientes y se adaptan a sistemas resilientes que combinan la recuperación de una cultura pastoril asociada a razas autóctonas hoy extendidas en todo el mundo, y la inclusión de sistemas racionales de pastoreo, científicamente conocidos por ser esenciales para la mitigación del cambio climático.
Así pues, la ganadería extensiva ofrece una serie de ventajas significativas para nuestro país:
- Beneficios Ambientales: la ganadería extensiva tiene un bajo impacto ambiental y contribuye de manera positiva al medio ambiente.
- Conservación de la biodiversidad: al pastar en grandes áreas se fomenta y protege la biodiversidad de la zona; asimismo al utilizar razas autóctonas se contribuye a una mayor diversidad genética.
- Uso sostenible de recursos y del terreno: al emplear pastos naturales, se reduce la necesidad de insumos artificiales; además, el pastoreo controlado puede ser utilizado como una herramienta eficaz para la gestión de terrenos.
- Contribución a la conservación del agua y recursos hídricos: al alinearse con los procesos naturales, la ganadería extensiva favorece un uso más sostenible del agua y contribuye a la prevención de la erosión y la mejora de la calidad del agua.
- Mejora de la salud del suelo: los animales, al pastar, no solo consumen la vegetación, sino que también estimulan el crecimiento de nuevas plantas. Además, sus desechos actúan como fertilizantes naturales del suelo, evitando el uso de los artificiales. También, al rotar el ganado entre diferentes áreas de pastoreo, se evita la sobreexplotación del suelo, lo que a su vez puede reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Esto permite que regiones como Castilla y León o Extremadura, sean regiones sumidero de CO2 y consideradas como parte del pulmón verde de Europa.
- Beneficios para la salud y bienestar animal: en la ganadería extensiva los animales tienen más espacio para moverse, lo que reduce su estrés y mejora su salud general, requiriendo también menos medicamentos.
- Ventajas económicas para el rural: esta práctica agrícola apoya la economía local, proporcionando empleo y ayudando a mantener vivas las comunidades rurales, evitando así la despoblación rural.
Valles del Esla comprometido con el desarrollo sostenible de la Montaña de León
Valles del Esla es un Complejo Cárnico Integral ubicado en la montaña de León, entre las provincias españolas de León, Zamora y Orense, que aúna tradición, innovación y solidaridad, con el objetivo de producir y comercializar auténtica carne de buey.
Esta empresa ganadera está muy comprometida con el desarrollo sostenible de la montaña de León en la que se asienta, respetando sus paisajes en todo momento e integrando a sus gentes en su proyecto, siendo uno de sus objetivos el contribuir a la regeneración del tejido socio-económico del lugar.
Para ello, apuestan por la recuperación del sistema de pastoreo tradicional, la integración de los ganaderos de la montaña, la priorización del bienestar animal y el aprovechamiento de los recursos naturales, para elaborar productos de la más alta calidad. Es destacable su labor en la reconversión de antiguos espacios mineros en ganaderos, sustentados por su pionero sistema de cría en pupilaje.
Valles del Esla cuenta con una de las mayores cabañas de buey de toda Europa. Los Bueyes de Valles del Esla son criados en libertad en la Montaña de León, donde contribuyen activamente a la preservación de su entorno natural. Desde la selección de una raza autóctona, la Parda de Montaña, que obtuvo la calificación de Raza Autóctona en 2012, hasta la ubicación física del matadero, próximo a las explotaciones ganaderas; en Valles del Esla procuran que los bueyes disfruten de unas condiciones óptimas a lo largo de su vida. Asimismo, respetan y siguen las más estrictas normas de bienestar animal.
No obstante, además de una excelente carne de buey, lograda en parte gracias a su trazabilidad desde su origen hasta el consumidor, Valles del Esla también comercializa carne de ternera, ternera blanca o mamón, cordero lechal de raza churra, pollo de corral y capón, representando una vía de sostenibilidad para la ganadería tradicional leonesa, la cual se puede degustar tanto en restaurantes como a través de tiendas distribuidoras que se pueden localizar a través de su página web.
Asimismo, cabe indicar que en Valles del Esla promueven el consumo de alimentos naturales y de calidad y están comprometidos con el fomento de la educación en materia de alimentación saludable.
